89-71: El Alimerka Oviedo Baloncesto acaricia la permanencia en LEB Oro tras dar un recital ante el Cáceres - La Nueva España

89-71: El Alimerka Oviedo Baloncesto acaricia la permanencia en LEB Oro tras dar un recital ante el Cáceres

El equipo azul supera con claridad al conjunto extremeño tras despachar un gran partido en Pumarín

Los jugadores del Alimerka Oviedo Baloncesto celebran su victoria ante el Cáceres

Los jugadores del Alimerka Oviedo Baloncesto celebran su victoria ante el Cáceres / Julián Rus / OCB

Antonio Lorca

Antonio Lorca

El Alimerka Oviedo Baloncesto salió a la cancha de Pumarín a hacer lo que tenía que hacer: aplicarse en defensa para sacar adelante un partido clave ante el Cáceres en su lucha por la permanencia en la LEB Oro. A través de la energía, de la actividad, de un montón de manos impidiendo que Cáceres pudiera circular el balón con fluidez fueron poco a poco minando la moral de un equipo que llegaba a Oviedo con pocas opciones de salvar la categoría y que sale casi sin ninguna, salvo un milagro.

Los extremeños tuvieron acierto en el primer cuarto, con un 6 de 7 en triples, que mantuvo el marcador equilibrado (21-21), aunque al equipo de Oviedo se le veían trazas de que hoy sí tenía el día. En el segundo, secaron a un Cáceres al que ya no le entraban con tanta facilidad y esperaron a que apareciera el talento descomunal de Horton para romper el partido. Pero ese talento pudo aparecer porque mientras tanto jugadores de la generosidad de Cosialls y Hugo López lo permitieron. A la irrupción anotadora de Horton se sumó un descomunal Mikel Sanz y con un triple suyo el encuentro se fue al descanso con una renta importante (46-34).

Era un día para disfrutar, para dejar atrás tantas ocasiones desperdiciadas, para no pasar un mal rato y unirse a una grada que les empujó durante todo el encuentro. Horton se soltó, se le sumó Lobaco, Stuckman y Josep Pérez. El acierto en el triple del equipo asturiano fue una locura (acabaron con 18 triples en 31 intentos). Entre todos fueron estirando la renta, venciendo la resistencia de un Cáceres que pensaba cada vez más en una temporada muy dura para ellos. El equipo entrenador por el mierense Arturo Álvarez, un histórico del baloncesto español, no ha tenido suerte en esta recta final para sacar alguna victoria que tuvo cerca y que le hubiera permitido pelear hasta el final por la salvación. Pero en Pumarín, al final del tercer cuarto, el partido estaba prácticamente visto para sentencia (74-53).

El último sirvió para vivir una experiencia nueva esta temporada, un partido del OCB sin un sufrimiento agónico. Lo que no es nuevo es asistir a algunas genialidades de Horton, un jugador que, a pesar de los fallos que pueda cometer en el manejo de balón, tiene una calidad descomunal. Sus puntos han sido importantes para que ahora, a falta de cuatro jornadas, el OCB tenga mucha parte del camino hecha para mantener la categoría. En realidad, este objetivo, más complicado de lo que pueda parecer, es mérito de un grupo que ha sabido no perder el norte en momentos complicados, en los que han dejado escapar jugosos botines. Están donde están por méritos propios y aún les quedan cuatro jornadas para rematar la faena, disfrutar y demostrar que son capaces de ganar a cualquiera.

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