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105 a�os de su nacimiento

Orson Welles, el genio que cay� en desgracia tras pensar que pod�a desafiar al magnate de la comunicaci�n

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A los 24 a�os, Orson Welles era una estrella. Poco despu�s de los 26, pas� a ser un apestado. A los 32 ya se hab�a convertido en una vieja gloria. Hoy, cuando se cumplen 105 a�os de su nacimiento, repasamos la desigual vida de Welles, con sus �xitos y sus infiernos.

Welles, en 1938.
Welles, en 1938. GTRES

A los 24 a�os, Orson Welles ya era una estrella del mundo del entretenimiento. Poco despu�s de los 26 pas� a ser un apestado. El director tir� por la borda su futuro de oro por hacer de su primera pel�cula una s�tira feroz del magnate de los medios de comunicaci�n William Randolph Hearst. El talentoso, seductor y violento showman jam�s recuper� del todo su estatus profesional tras la batalla por sacar adelante Ciudadano Kane. A los 32 ya se hab�a convertido en una vieja gloria. Hoy, en el aniversario 105 de su cumplea�os, recuperamos la desigual historia de Welles, con sus etapas de �xitos y sus infiernos.

El wunderkind que pasar�a a ser el enfant terrible de Hollywood comenz� su carrera en el cine con los redobles y la fanfarria de quien estaba destinado a marcar el futuro de la industria. Se puso por primera vez tras las c�maras con un contrato millonario de RKO para dirigir dos proyectos en los que ten�a carta blanca pr�cticamente en todo: la meca del cine se postraba as� ante el genio que ya era famoso antes de que su adaptaci�n radiof�nica de La Guerra de los Mundos aterrorizara a la audiencia estadounidense en 1934 y cimentara su estatus como mito viviente.

William Randolph Hearst, en la d�cada de los 30.
William Randolph Hearst, en la d�cada de los 30.GTRES

El primero de esos dos proyectos estuvo consagrado a parodiar los claroscuros de la vida del magnate estadounidense William Randolph Hearst, padre del periodismo amarillo y due�o de un sinf�n de medios de comunicaci�n. La guerra sin cuartel del imperio de Hearst para tratar de parar el estreno de Ciudadano Kane incluy� amenazas legales y la archiconocida prohibici�n de mencionar el proyecto en sus publicaciones, seg�n recogi� Variety. Tambi�n presiones a las altas esferas de Hollywood y a otros magnates, as� como amenazas de publicaciones adversas para que se negaran a distribuirla o presionasen a su vez a RKO para que desistiese y conspiraciones para desacreditar a Welles acus�ndole, por ejemplo, de comunista, entre otros detalles, seg�n cuenta Harlan Lebo en Citizen Kane: A Filmmaker's Journey. La pel�cula vio la luz, pero con muchas menos expectativas de las esperadas. S�lo el tiempo la convertir�a en un cl�sico.

MAL DE AMORES

Su relaci�n con Hollywood durar�a hasta poco m�s all� de su divorcio con la ic�nica actriz Rita Hayworth, su segunda esposa. Y es que el �xito, la desgracia, la entrega obsesiva al trabajo y los problemas matrimoniales por, entre otras cosas, una larga lista de infidelidades, le acompa�aron desde muy joven, tal y como cuenta Juan Tejero en Los renglones torcidos de Hollywood: se divorci� de su primera mujer, la actriz Virginia Nicholson, con apenas 25 a�os, un a�o antes del estreno de Ciudadano Kane. El patr�n se repetir�a a�os m�s tarde con Hayworth y se habr�a dado una tercera de no ser por la profunda fe cristiana de su tercera mujer, la actriz y arist�crata italiana Paola Mori, seg�n recuerda Josh Karp en Orson Welles's Last Movie: The Making of The Other Side of the Wind.

Rita Hayworth, jugando a que torea a su marido, Orson Welles.
Rita Hayworth, jugando a que torea a su marido, Orson Welles.CORDON

Entre medias, as� como durante sus sucesivos matrimonios, el famoso director saltar�a de amante en amante casi como de proyecto en proyecto. Un ejemplo de ello fue su romance con la actriz Geraldine Fitzgerald durante su primer matrimonio, relaci�n furtiva que dio como fruto al director Michael Lindsay-Hogg (Chris Welles, la primera hija de Welles, rememor� en su autobiograf�a In My Father's Shadow c�mo Michael y ella jugaban juntos de peque�os en las playas de Santa Monica (California), cerca de donde ten�an residencias ambas familias). Otro ejemplo fue su relaci�n con Lea Padova, con la que Welles se lleg� a comprometer tras su divorcio con Rita Hayworth, en un momento en el que buscaba una Desd�mona para su Otelo. Si bien el compromiso no sobrevivi� m�s de unas semanas (Peter Lewis cuenta para el Daily Mail c�mo acab� con una pelea en la que Padova lleg� a golpear al cineasta con un tope de puerta), la tendencia de Welles de fichar a amantes para sus pel�culas se repetir�a en otras ocasiones: con la actriz Oja Kodar coescribir�a y aparecer�a en su �ltimo filme, 'The Other Side Of The Wind').

EL EXILIO

Pas� la segunda mitad de su vida de exilio autoimpuesto en Europa, siempre a la caza de su pr�xima obra maestra, aceptando trabajos dispares en el mundo del entretenimiento que le permitiesen sufragar los gastos de sus proyectos y reuniendo y desbandando a su reparto por todos los rincones del planeta. Buen ejemplo de ello fue su �ltima pel�cula, The Other Side Of The Wind, que trata sobre un director dado a la bebida que quiere volver a triunfar en Hollywood y que re�ne a sus allegados para ense�arles su nuevo proyecto el d�a de su 70 cumplea�os. El filme se rod� entre 1970 y 1976 con materiales absolutamente dispares seg�n sus fondos en cada momento, y, seg�n cuenta Vulture, qued� relegado al olvido hasta 2018 por la falta de dinero para sufragar los gastos de edici�n primero, la muerte de Orson Welles en 1985 despu�s y, por �ltimo, los innumerables enfrentamientos por los derechos del metraje entre Beatrice, una de las tres hijas del cineasta, Oja Kodar, y la productora Les Films de l'Astrophore.

El director, haciendo manualidades con una de sus dos hijas.
El director, haciendo manualidades con una de sus dos hijas.EM

Aunque Welles s� recibi� premios por su trayectoria al final de su vida, como el Oscar Honor�fico en 1971, la historia de su �ltima pel�cula demuestra hasta qu� punto fue dado de lado, y cu�nto tiempo ha tardado en adquirir el estatus de genio inimitable. Eso s�, hoy en d�a nadie lo duda, incluso la propia familia Hearst permiti� en 2012 la proyecci�n de Ciudadano Kane en el palacio en el que viv�a el magnate. William Randolph Hearst III confes� en la edici�n de 2017 del SF International Film Festival que adora el filme.

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