El atractivo del oro a largo plazo
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El atractivo del oro a largo plazo

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El fuerte aumento de los precios del oro pone de manifiesto una fuerte demanda debida a varios factores, incluyendo las tensiones geopolíticas. De hecho, la demanda de oro oficial -de bancos centrales e instituciones como fondos soberanos- se ha disparado desde las sanciones occidentales a las reservas de divisas rusas de principios de 2022. Sugiere un nuevo equilibrio de la demanda muy por encima de las 500 toneladas anuales. Solo la del banco central de China, unas 300 toneladas ya en marzo de 2022 el doble que la del siguiente mayor banco central. De todas formas, la demanda de los bancos centrales, que es una parte de la demanda oficial, ha disminuido recientemente.

En cuanto a demanda de oro para joyería, a pesar de los altos precios, parece resistente, probablemente impulsada por los efectos estacionales de fin de año en Occidente y Año Nuevo Lunar en China -incluso por la demanda reprimida tras el levantamiento de restricciones por COVID a finales de 2022-. Pero la demanda para joyas puede verse afectada por los altos precios de este metal precioso.

En todo caso, el precio del oro depende principalmente de su demanda como inversión. En este sentido, es clave el coste de oportunidad, pues no genera ingresos. Este coste ha ido aumentado significativamente con el interés real de los bonos del Tesoro de EE. UU. a diez años. Los fondos cotizados ETF son compradores y vendedores marginales y sus oscilaciones junto con las de los mercados de futuros -igualmente volátil- tiene sus efectos. Pero, curiosamente, la demanda de inversión se ha mostrado resistente a pesar de fuertes salidas, ante el aumento de la rentabilidad real a diez años de la deuda de EE. UU, de las inversiones en ETF en oro.

Por su parte la demanda de derivados sigue fuerte desde octubre de 2023, sobre todo por las tensiones geopolíticas. Ha seguido aumentando, probablemente porque los mercados de futuros esperaban recortes de tipos de interés de la Reserva Federal. Tales expectativas se han desvanecido desde mediados de marzo, pero ha aumentado la demanda de derivados en el mercado de futuros del oro en China, donde se ha llegado a máximos de cuatro años por volumen de operaciones en Shanghái en abril. En cuanto a demanda de lingotes y monedas puede mantenerse en economías en desarrollo. La prima del oro en India y China, es decir, la diferencia entre el precio del oro en dólares en las bolsas de India y China respecto a la de Londres, indicador de la fortaleza de la demanda local del oro físico, ha mejorado las últimas semanas. La fortaleza de la economía India puede haber impulsado esta demanda entre sus inversores locales y en China las preocupaciones sobre el valor del renminbi y baja rentabilidad de los activos nacionales, incluyendo sus bienes inmuebles. Ahora bien, la demanda de oro físico en China puede no aumentar mucho aunque su economía recupere algo de impulso. De todas formas ha habido fuerte demanda de oro físico en Turquía en los últimos trimestres, probablemente ante su elevada inflación.

De manera que el aumento de la demanda oficial, para joyas y de lingotes y monedas ha compensado con creces la disminución de la demanda por ETF -que actualmente representa una proporción menor de la demanda total-.

El caso es que el precio del oro muestra gran desviación respecto a su media móvil de 200 días y estimamos que su soporte está en torno a los 2.100 a 2.200 dólares por onza troy.

Con todo, el oro es un activo atractivo a largo plazo. Es probable que su demanda oficial siga fuerte los próximos años, dado que las sanciones occidentales a las reservas de divisas rusas promueven que los bancos centrales aumenten estas asignaciones -aunque no es probable que tal demanda vaya a aumentar por encima de los niveles de 2022-. A ello se añade la posibilidad del inicio del ciclo de flexibilización monetaria de la Reserva Federal -rebajando tipos de interés-, el mantenimiento de la inflación por encima del objetivo -que hace menos atractiva la renta fija- o las crecientes preocupaciones fiscales por déficits en EE.UU. -que pueden incrementar el coste de su deuda-, así como las preocupaciones sobre los activos chinos y unas mayores y estructurales incertidumbres geopolíticas. Todo ello puede impulsar la demanda de oro de ETF y en general su demanda como inversión. Aunque puede haber variaciones, nuestra previsión a un año es que se sitúe en 2.350 dólares por onza troy.

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