¿Cuántas historias de heroísmo y humanidad durante las guerras se han perdido debido a la censura y a los mares de información? Una historia que estuvo durante muchos años en secreto fue la proeza que realizó Nicholas “Nicky” Winton al rescatar a 669 niños de las manos de los nazis. En Lazos de vida (o One Life), James Hawes retrata esta historia emotiva con actuaciones magistrales encabezadas por Anthony Hopkins y un score melancólico de Volker Bertelmann.

Un poco antes que iniciara la Segunda Guerra Mundial y Hitler ocupara territorio checoslovaco, “Nicky” Winton, un corredor de bolsa (interpretado en su versión joven por Johnny Flynn), busca de manera incansable rescatar a niños judíos de Praga y situarlos en hogares de refugio en Inglaterra. La tarea no fue nada fácil, pero aún así logró salvar a 669 niños de ser llevados a campos de concentración, sin embargo, la historia se perdió hasta el año 1988 cuando un anciano Winton (Anthony Hopkins) se reencuentra con los archivos de esos niños y, junto a su esposa (Lena Olin), deciden compartirlos con los medios

Lazos de vida nos muestra una perspectiva adicional de los estragos de la guerra y nos recuerda que en estos conflictos bélicos, los únicos que pierden siempre son los civiles y en especial las infancias, quienes a la postre sufren de traumas físicos y psicológicos irreparables. James Hawes (Slow Horses) cuida la manufactura narrativa de su producto al intercalar las vivencias del Winston joven y el adulto;  si bien esta forma de presentar la historia no es revolucionaria, sí provoca que el espectador comprenda el sentir del longevo Winston y la emotividad llegue a su punto más alto durante el último acto. 

La recreación de las dos épocas a partir del diseño de producción de Philippa Hart, Petra Vencelidesova y Klara Zimova es meticulosa. Por un lado, durante 1939, es notable la decadencia y la putrefacción de los escenarios dado los constantes embates violentos ejercidos por los nazis, y cabe decir que esa amargura es acentuada por la fotografía de Zac Nicholson (The Lost King) a través de la escala de grises en la colorización de las imágenes; si nos referimos a la época actual (de 1988) la decoración de la casa de Winton enfatiza su personalidad calma y proactiva, con imágenes cargadas de colores cálidos que transmiten esa luz después de la oscuridad. 

La composición musical de Volker Bertelmann (Sin novedad en el frente), en especial hacia el final, transmite una especie de liberación, que muchas veces solo llega con el paso del tiempo, esa liberación y satisfacción que sintió Winton al notar que sus acciones positivas trajeron consigo resultados esperanzadores. La actuación de Anthony Hopkins es una magistral muestra de contención e inseguridad, y la música grita lo que sus emociones reprimidas no pueden. 

Lazos de vida es una conmovedora historia sobre valentía y fuerza por mantener los ideales en pro de ayudar a los más vulnerables en escenarios violentos. Anthony Hopkins y Johnny Flynn tienen una sincronía interpretativa estupenda que logran elevar aún más el producto a un lugar más allá de una simple biopic

Lazos de vida” o “One Life” ya está disponible en cines.