El viaje de sus vidas (2021), de Jules Williamson

Inglaterra. Tres amigas en edades maduras –Cassie, Liz y Kate– reciben la noticia de la muerte de otra amiga común, Anna. Hacía tiempo que no se veían y entre ellas no corre ahora demasiada brisa fresca. Tras el funeral reciben un curioso legado de Anna: cuatro billetes para realizar un viaje turístico al sur, hasta llegar a la catedral de Mallorca, un periplo que tuvieron proyectado hacer juntas en el pasado y finalmente nunca llevaron a cabo. Ahora la amiga fallecida les incita a lanzarse y a llevarse con ellas a su hija Maddie.

Una película amable sobre tres amigas que atraviesan momentos delicados en su vida y harán un viaje que servirá para reencontrarse consigo mismas y estrechar sus lazos de amistad pese a las dificultades. El problema de El viaje de sus vidas es que ya conocemos de sobra este tipo de historias y la directora Jules Williamson tampoco hace nada para convertirla en memorable, más allá de incluir a lo largo del metraje un amplio repertorio de las canciones de Blondie, banda pop de los 70 y los 80 del que las protagonistas son grandes fans. El guión de Jordan Waller está lleno de lugares comunes, no aporta demasiados puntos originales y acaba desarrollándose de modo bastante previsible, con tono optimista. Entre risas, llantos, discusiones y alguna gamberrada somos testigos así de una aventura ligera de reminiscencias juveniles, donde cada amiga deberá enfrentarse a su pasado, a sus equivocaciones, a sus miedos para afrontar el futuro con fuerzas renovadas.

La película tiene un componente extra de tristeza, ya que muy poco después del rodaje falleció de cáncer Kelly Preston, que interpreta a Cassie, curiosamente la amiga más vitalista y alegre. Las demás actrices hacen un trabajo competente y se incluyen también apariciones fugaces de Franco Nero, Judi Dench o Ben Miller.