La gran mentira: el retorcido thriller con Helen Mirren e Ian McKellen jugando al ratón y al gato

Sir Ian Mckellen y la 'reina'

Ian McKellen tiene fama de ser muy exigente, incluso con el mismo, de darle muchas vueltas al texto y de ensayar hasta lograr la perfección que busca. Helen Mirren, en cambio, no suele perder el tiempo en los preparativos y deja espacio a la improvisación. "Pero todo fue bien, ella ensayó más y él no se excedió", decía el director, que había trabajado con McKellen en Dioses y monstruos (ganadora del Oscar al mejor guion), Mr. Holmes y La bella y la bestia.

'The good liar', de Nicholas Searle

La gran mentira está basada en la novela The Good liar, que Nicholas Searle publicó en 2016. El director disfrutó mucho con el texto, que se adentra en la mente de un sociópata, y quedó atrapado por los recovecos y giros que hay en la relación que se crea entre los protagonistas. El libro, descrito como "un thriller tenso y compulsivo", tiene influencias de Patricia Highsmith, Ruth Rendell (autora de Live Flesh, el libro que inspiró a Pedro Almodóvar para Carne trémula) y sobre todo de John le Carré: Roy el protagonista tiene mucho en común con Rick Pym, el personaje de Un espía perfecto.

Ian McKellen vs. Helen Mirren

Ian McKellen interpreta a Roy, un zorro astuto y arrogante, que miente y estafa a personas como Betty, el personaje de Helen Mirren, una viuda muy rica que esconde un gran secreto. Él es perverso, ella es enigmática. "A mí no me gustaría conocer a alguien como Roy", decía el actor. "Es alguien horrible, pero valoro su mejor cualidad, es un superviviente. Hay momentos en la película en los que crees que el personaje va a vivir una redención, pero quizá es demasiado viejo para ello".

Los dos actores británicos estaban encantados con sus personajes. Cuando rodaron la película, él tenía 80 años y ella tenía 74, y ambos se alegraron cuando les llegó un guion. "Me pareció maravilloso y a la vez muy retorcido. Es genial hacer una película sobre ancianos que no sea sobre el Alzheimer o el cáncer", decía entre risas Helen Mirren.

Londres, hogar y plató de cine

Esta fue su primera película juntos, pero ya habían trabajado juntos en la obra de teatro "La danza de la muerte", de August Strindberg, estrenada en Broadway en 2001 con el director Sean Mathias. Ambos actores tienen carreras extensas en el cine, el teatro y la televisión. Han hecho cine de autor y películas más comerciales. Ella es, para todo el mundo, la reina de Inglaterra, y él es Gandalf. La primera frase que Ian McKellen tiene en La gran mentira es "No me digas que llego tarde, nunca llego tarde" que es un guiño a El Señor de los Anillos. Gandalf dice: "Un mago nunca llega tarde, Frodo Bolsón. Tampoco llega pronto. Llega precisamente cuando quiere".

De Skyfall a Killing Eve

Tanto para el actor como para Helen Mirren, el rodaje de La gran mentira fue comodísimo, ya que buena parte de la película se filmó en Londres. Además de conocerse desde hace años, son vecinos en Wapping, la exclusiva zona de la zona este de la capital británica, a orillas del Támesis. Londres es una ciudad que la actriz conoce muy bien, ya que nació allí en 1945 y la bautizaron con el nombre de Ilyena Lydia Vasilievna Mironov, sobra decir que tiene ascendencia rusa.

Los planos de la estación se filmaron en la Charing Cross de la Jubilee Line, cerrada desde 1999. Es la misma estación que vemos películas como Skayfall y Thor: El mundo oscuro y en series como Killing Eve.

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