Cillessen y Neto cierran el trueque ruinoso de porteros

Jasper Cillessen ya es historia del Valencia tras tres años de vinculación. Ayer se anunció oficialmente su traspaso al NEC Nijmegen, apenas un día después de que el Barcelona confirmase que daba la carta de libertad a Neto para que fichara libre por el Bournemouth. Ambos porteros estarán siempre ligados por aquella operación del verano de 2019. Neto había sido guardameta del Valencia durante los dos años que Marcelino ocupó el banquillo de Mestalla y salió rumbo al Barcelona a cambio de 35 millones. En el acuerdo Cillessen recaló en Valencia procedente del Camp Nou por el mismo precio. La operación de ingeniería financiera diseñada por Mateu Alemany, permitió a las dos entidades equilibrar sus cuentas. El Valencia apuntó como venta los 35 millones por Neto antes del 30 de junio de 2019 para evitar las pérdidas en la temporada del centenario y contabilizó la compra de Cillessen de 35 millones para el ejercicio contable 19-20. Tres años después, se ha confirmado que el trueque de porteros fue ruinoso para los dos equipos.

Tras el título de Copa, Neto cumplió en 2019 su deseo de salir —nunca digirió ser suplente en el partido de Sevilla que encumbró a Jaume como portero titular ganando el trofeo— y se marchó al Barcelona aunque fuese para ser el suplente de Ter Stegen. Cillessen, que había estado a la sombra del portero alemán, recibía la oportunidad de ser titular en un equipo de Champions como por entonces era el Valencia. El conjunto blanquinegro incorporaba a un guardameta que hace tres años estaba considerado de mayor nivel que Neto y el Barcelona se libraba de una de las altas fichas que tenía en su plantilla. Todos contentos... o eso parecía entonces.

Tres temporadas después, como parte de la limpieza del vestuario que está realizando Laporta, Neto se ha marchado libre a Inglaterra tras disputar solo 21 partidos oficiales con el Barcelona —en dos años en Mestalla tuvo 80 alineaciones— rodeado de problemas físicos que no le permitieron tener regularidad, al igual que le sucedió a Cillessen en el Valencia. El neerlandés se vistió en 57 ocasiones con la camiseta blanquinegra en una estancia marcada por sus constantes lesiones. Jaume primero y Mamardashvili después ocuparon la portería en sus ausencias y nunca llegó a establecerse como un jugador indiscutible.

Su alta ficha heredada de los tiempos Champions era inasumible para el Valencia actual y desde el inicio de este verano se le puso el cartel de transferible con el objetivo de aliviar el Fair Play financiero, a pesar de que los 8,75 millones de amortización que le restan al club de su fichaje seguirán figurando en las cuentas del club para el ejercicio 22-23. La marcha del neerlandés por un millón irá al balance como ingresos de esta temporada.