Destino codiciado de los turistas de todo el mundo, la capital de la Costa Azul está ubicada entre el Mediterráneo y las montañas circundantes, unas veces cubiertas de blanco y otras tapizadas de un verde intenso.
Bordeando el mar, se extiende el famoso Paseo de los Ingleses, famosa avenida en la que las palmeras jalonan los bonitos edificios haussmanianos y los suntuosos hoteles Belle Époque, como el Negresco o el Westminster. Podemos sentarnos en alguna de las numerosas terrazas frente a la inmensa extensión azul del Mediterráneo o bien en las playas de guijarros que forman una escala de grises y azules. Los más deportistas, por su parte, podrán disfrutar de la carretera acondicionada para ciclistas o entusiastas de los patines.
Amplíe su recorrido para explorar el patrimonio centenario de la que se denomina "Nissa la bella". En el corazón de la ciudad vieja de Niza, caminando por las callejuelas tortuosas con casas de colores que dan encanto al lugar descubrirá edificios e iglesias barrocos como la iglesia de Gesù, el palacio Lascaris o la catedral de Santa Reparata. Pasee entre las fachadas de color ocre claro con contraventanas turquesa que dejan entrever las genuinas casa provenzales. Es muy recomendable acompañar este paseo con un helado típico de Niza, cuyos magníficos sabores no tienen nada que envidiar a los de la vecina Italia. Disfrute de este paseo para descubrir las especialidades locales. El barrio cuenta con pequeñas tiendas tradicionales presididas por las joyas de Provenza: lavanda, especias, plantas aromáticas, velas perfumadas… mezclan sus olores a los de la socca, sorprendente galleta de maíz cuya fama se extiende más allá de las fronteras. Tampoco hay que dejar de ver el famoso Cours Saleya, donde floristas, vendedores de frutas y verduras y productores locales plantan con orgullo sus puestos repletos de un colorido increíble. El lunes este lugar está reservado a los vendedores de antigüedades. ¡Aviso a navegantes! Por la noche, el Cours Saleya presenta una gran animación en sus abundantes restaurantes, bares y terrazas de cafés.
Por su parte, los entusiastas del arte deberán dirigirse a algunos de los sitios culturales más destacados de la Costa Azul, como el museo Matisse, que ofrece un magnífico recorrido pictórico por algunas de las obras más conocidas del artista. Oculto tras una bonita vegetación mediterránea, el edificio presenta una fachada de color burdeos repleta de persianas pálidas. Una increíble epopeya en la ciudad del pintor, testigo de su evolución artística, que merece complementarse con otro lugar imprescindible de la cultura de Niza: el museo Nacional Marc Chagall. Concebida por el pintor tomando como modelo una casa, la arquitectura del museo dialoga con sus creaciones, diseñadas en función de cada espacio. Otros lugares culturales como el museo de Arte Moderno y Contemporáneo, el museo Internacional de Arte Naif o el museo arqueológico de Cimiez encantarán a los visitantes sedientos de cultura.
Después, puede caminar tranquilamente por el paseo del Paillon, inaugurado en 2013, que va desde el paseo de los Ingleses hasta el Teatro Nacional. Este magnífico parque urbano, que cuenta con un espejo de agua con numeroso surtidores, le invita a realizar todo un viaje botánico a través de sus árboles, arbustos y plantas procedentes de otros lugares. A continuación, suba hasta los restos del castillo erigido en el siglo XI. Las ruinas del lugar dominan los tejados ocre de la Ciudad Vieja de Niza, así como el puerto, de donde emergen las embarcaciones de recreo. También merece la pena visitar el jardín del monasterio de Cimiez, adornado de rosas, o el parque Phoenix, con su inmenso invernadero tropical.
Además de sus joyas naturales y arquitectónicas, Niza también cuenta con una destacada programación cultural durante todo el año. En el mes de febrero, la ciudad está en su apogeo al ritmo del carnaval y de las batallas de flores que dan brillo a la ciudad. En el mes de julio se celebra el Nice Jazz Festival, que acoge a algunos de los nombres más importante de este género musical en el anfiteatro de Cimiez, disfrutando de un marco y una acústica increíbles. ¡No cabe duda de que Niza es encantadora en muchos aspectos!