Cuadernos | Ojos negros, Nikita Mijalkov Web de Pablo Aranda

Pablo y sus cuadernos

Ojos negros, Nikita Mijalkov 0 comentarios
22/04/2015

“OJOS NEGROS”, NIKITA MIKHALKOV

Dobrydién. Buenas tardes.
Un hombre ruso entra en el salón comedor de un barco pero todavía no han abierto para el almuerzo. Tiene sed y descubre a un hombre, también de chaqueta blanca, todos tienen chaquetas blancas en “Ojos negros”, y este hombre nostálgico le invita a sentarse a su mesa. Hablan en italiano, pero el hombre que ha llegado es ruso, y el acento ruso evoca en el italiano una historia que no les voy a contar porque ya la cuenta Romano, el personaje interpretado por Marcello Mastroiani. “Ojos negros” es una estupenda película, bellissima (que por cierto es el título de una película de Visconti), hermosa, delicada, amable. La dirigió Nikita Mijalkov en 1987, cuando yo tenía 19 años. Cuando Nikita Mijalkov tenía 19 años participó como actor en la película “Un paseo por Moscú”, ciudad, Moscú, a la que llegó Antón Chéjov a los 19 años para estudiar Medicina. Romano, el personaje de la película, a los 19 años estaba estudiando la carrera de arquitectura, que no tuvo que ejercer pues se casó con una mujer riquísima, interpretada por Silvana Mangano, actriz que llegó al cine gracias a un romance con Mastroiani cuando ella estaba a punto de cumplir 19 años. Nikita Mijalkov había ganado en el Festival de San Sebastián la Concha de Oro diez años antes de presentar “Ojos negros”. Tiene un hermano que también es director de cine. Su hermano no ha ganado ninguna Concha, pero se llama Konchalovski, que es el apellido del abuelo materno de ambos. No sé qué era de Konchalovski a los 19 años, posiblemente era un estudiante discreto y con éxito entre las compañeras. Se ha casado cuatro veces y sé que este dato no tiene la menor importancia cuando trataba de enfocar la figura de un estudiante de medicina llamado Antón Chéjov que no dejó de escribir ni cuando fue médico. Escribía sobre todo obras de teatro, aunque después se dedicó casi exclusivamente a escribir cuentos. Chéjov está considerado el mejor cuentista de todos los tiempos, el renovador de este género, con una importancia para los expertos como la que tiene James Joyce en la novela. Joyce, por cierto, también hablaba italiano (también no como Chéjov sino como Mastroiani, el italiano melancólico que comparte su vino con un hombre ruso triste y sencillo). Marcelo Mastroiani, que ganó en Cannes el premio al mejor actor por “Ojos negros”, a los 33 años estrenó cinco películas, ninguna era “Ojos negros”, pero una sí era “Noches blancas”, dirigida por Visconti. Andrei Konchalovski realizó una adaptación cinematográfica de la obra de Chéjov “Tío Vania”, en 1970, cuando Konchalovski tenía 33 años. Cuando Nikita Mijalkov tenía 33 años, protagonizó la película “Siberiada”, dirigida por su hermano Konchalovski. Mijalkov ya había ganado la Concha de Oro en San Sebastián por una película basada en otra obra de Chéjov, y es que Chéjov es uno de los autores más veces adaptados al cine. Chéjov, además de un autor genial, era médico, y además de médico era paciente. A los 27 años, ante los primeros síntomas de la tuberculosis, viajó a Ucrania. Crimea siempre ha sido uno de los destinos preferidos por los rusos y, dentro de Crimea, que ya no pertenece a Ucrania, Yalta. Allí se desarrolla la mayor parte del cuento “La señora del perrito”, tal vez el más famoso de Chéjov y uno de los que inspiró la película “Ojos negros”. En Yalta Chéjov tenía una casa donde el invierno templado nada tenía que ver con el de Moscú o San Petersburgo, ciudades que tuve la oportunidad de visitar en 1992, cuando tenía 24 años. 13 años después de esta visita a Rusia, a la que llegué en tren atravesando Ucrania, mientras escribía mi novela “Ucrania”, llegué de Odessa a Crimea también en tren y, 101 años después de la muerte de Antón Chéjov, que murió a los 44 años, visité su casa sobre la bahía de Yalta, que da a un mar como los ojos de Nikita Mijalkov, Negro. La única elegancia que vi en Yalta comparable a la de algunos cuentos de Chéjov, a la de “La señora del perrito”, a la de los balnearios de “Ojos negros”, la encontré en la casa de Chéjov. Creo que Nikita Mijalkov ha conseguido transmitir la atmósfera que atravesamos y hacemos nuestra, ella nos hace suyos, al leer a Antón Chéjov. Creo que es una buena oportunidad, y un lugar inmejorable, para ver “Ojos negros”, y una oportunidad para acercarnos a Chéjov, para buscar algún libro suyo, tras este acercamiento a su atmósfera. De esta película, seguro que recordarán algo más que la nana que cantaba a Romano su madre, aunque si sólo recordasen esta melodía sería suficiente.
En fin, me alegro mucho de volver mínimamente a un país y una cultura que aprecio muchísimo, Rusia, la cultura rusa, en esta Colección del Museo Ruso de San Petersburgo, en la obra del genial Chéjov, en la genial película de Nikita Mijalkov, una película que ojalá les guste.
Spasiba Sapomach.

(texto escrito para la inauguración de un ciclo de cine relacionado con Rusia del Museo Ruso de Málaga, el 16.4.2015)



Pablo Aranda, 16 de abril de 2015
Ojos negros, Nikita Mijalkov
Déjame tu comentario (todos los comentarios son moderados)

0 comentarios se han realizado
Pablo Aranda Pablo Aranda 22/04/2015 muchas gracias por tus palabras, aquí lo tienes. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Pablo Aranda Natividad 21/04/2015 Hola Pablo,me gustaría poder leer la introducción que hiciste la semana pasada para la película de "Ojos negros" me gusto mucho como ibas hilando unos acontecimientoos co otros,espero que lo publiques en alguna parte de tu web. Enhorabuena ,por muchas cosas.Un saludo
pablo aranda © Todos los derechos reservados. Málaga 2011 web desarrollada por Logotipo Malamente S.L.