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Nicolas Winding Refn cumple medio siglo de edad convertido en todo un icono del cine moderno. Con tantos fans como detractores, el director danés resume como pocos la etiqueta de cineasta de culto y de eso que llamaremos cine de la post-postmodernidad. Con una estética cuidada, artificiosa violencia, buena música, luces de neón y tramas sencillas que dejan todo a merced de tan particular atmósfera, hablamos de un imprescindible del cine de nuestro tiempo. Por eso, en Fotogramas te resumimos todo lo que debes de saber para iniciarte en su cine.
FICHA BÁSICA
Quién es: Nacido en Dinamarca el 29 de septiembre de 1970, Nicolas Winding Refn heredó el oficio. Su padre es el director y montador Anders Refn y su madre la directora de fotografía Vibeke Winding. Pasó su adolescencia en Nueva York pero regresó a Dinamarca a los 17 años. Le expulsaron de escuelas de cine tanto en Estados unidos como en Dinamarca pero a los 26 años ya consiguió escribir, producir y dirigir su primera película, ‘Pusher’. Esta se convirtió en trilogía y le convirtió en el cineasta más internacional con permiso de los firmantes del Dogma 95 (Lars Von Trier, Thomas Vinterberg o Susanne Bier). ‘Bronson’ fue su incursión en el cine en ingles con una estrella de la talla de Tom Hardy, pero no fue hasta ‘Drive’ cuando se afianzó como uno de los grandes nombres del cine mundial. Ryan Gosling quedó unido a su figura también con ‘Solo Dios perdona’ y llevó sus premisas estéticas hasta el extremo en ‘The Neon Demon’, con Elle Fanning. Tampoco lo ha hecho nada mal en televisión, ‘Demasiado viejo para morir joven’ es la gran baza de serie de autor en Amazon Prime Video. Casado con la actriz Liv Corfixen, Refn denunció que Lars Von Trier le hizo propuestas sexuales a su mujer y están enemistados desde entonces. También declaró que el mismísimo Fritz Lang es el padre biológico de su esposa, cerrando un círculo de chocantes declaraciones personales sobre ella. También es íntimo amigo de Alejandro Jodorowsky, al que le ha dedicado algunas obras. Como curiosidad, apareció como actor en el videojuego de Hideo Kojima ‘Death Stranding’.
Señales de estilo: Encontró su camino al ver ‘La matanza de Texas’, una película que le inspiró en adoptar la multitarea creativa con la que se ha convertido en guionista y director de todas sus cintas. Aunque ha realizado publicidad e incluso una serie, su estilo siempre ha permanecido inalterable. Refn es un director de atmósfera, predominantemente estético. De la sucia violencia y planos fijos de sus primeras películas, el director ha ido afinando sus coloridas imágenes que llenan el vacío de su narrativa, parca en palabras y acciones. Las historias de Winding Refn buscan conquistar más que narrar, adentrarnos en su devenir derivativo en el que todo puede explotar en un segundo tras minutos de silencio. El ritmo marca la acción y no al contrario, y tanto las escenas de amor como los sucesos más violentos aparen en pantalla sin que la película se altere o les preste especial atención. Aunque la crueldad de sus historias no se aleja mucho de la de Lars Von Trier, el cine de este danés parece lo opuesto de la naturalidad y falta de artificio cinematográfico que buscaban sus compatriotas cuando crearon las 10 reglas del Dogma 95.
Una frase célebre: "Cuando vi ‘La matanza de Texas’, me di cuenta: no quiero ser director, no quiero ser guionista, no quiero ser productor, no quiero ser director de fotografía, no quiero ser montador, no quiero ser editor de sonido. Quiero ser todos ellos a la vez".
Una frase para decir delante de los cinéfilos: El cine de Winding Refn ha llevado el expresionismo alemán a la postmodernidad.
Una frase que NO puedes decir delante de los cinéfilos: Demasiado lento, demasiado silencio. Poco de todo, mucho... Solo de ego.
Una escena memorable: Pocas secuencias contienen tan bien los extremos por lo que podemos definir a un cineasta en tan pocos segundos como la llamada escena del ascensor de ‘Drive’. El protagonista desearía huir con su amada pero, en su lugar, ha de enfrentarse a golpes, sangre y muerte, entre caballero azul y monstruo. Los personajes de Ryan Gosling y Carey Mulligan acaban junto a un sicario sin nombre en el ascensor. Cuando él ve la pistola no comienza la pelea, sino que retrocede hasta ella y la besa. Después, acaba destrozándole la cara al sicario mientras las puertas del ascensor se cierran y ella se queda, horrorizada al otro lado. En ese viaje en el ascensor se produce una luna de miel de segundos y una despedida de algo que sería maravilloso pero no podría ser. Además, demuestra la extraordinaria capacidad de Nicolas Winding Refn para aunar belleza, artificio estético, recursos videocliperos y violencia gore… Y que funcione, claro.
4 PELÍCULAS PARA CONOCERLE MEJOR
Trilogía Pusher (1996-2006): Los inicios siempre son un punto clave para conocer a un cineasta y el debut de Winding Refn está ligado a una trilogía sucia, frenética, agobiante, con cierto humor negro y mucha violencia. Con poco más de 25 años, el danés escribió y dirigió ‘Un paseo por el abismo’ (1996), le siguió ‘Con las manos ensangrentadas’ (2004) y acabó en la más amarga de todas, ‘Soy el ángel de la muerte’ (2006). Las tres se suceden de forma similar y, lo que es más extraño y difícil, tienen una calidad muy similar. Todo se desarrolla en torno a unos cutres mafiosos serbios en Dinamarca que siempre pierden droga o deben dinero a alguien y la cosa acaba muy mal. Viene muy bien para recordar que la poderosa fuerza estética que caracteriza al cine del danés va más allá de la fotografía preciosista de luces de neón y de las bellas estrellas de Hollywood que aparecen en sus últimos trabajos.
Bronson (2008): Polémica cinta calificada por algunos como “La naranja mecánica del siglo XXI” y por otros como amoral exaltación de la violencia. Quizás sea las dos cosas. Se trata de un biopic del llamado “hombre más peligroso de Inglaterra’. Michael Peterson (apodado Charles Bronson) llevaba 34 años en prisión a fecha de estreno, 30 de ellos en aislamiento solitario y eso que no mató a nadie. El Tom Hardy más extremo que podemos recordar (lo que es mucho decir) da vida a esta mole de puñetazos loca que, para algunos, es un simple demente y, para otros, la hipnótica encarnación de la anarquía. Sea como sea, Refn retrata su historia con algo de frío humor, rompiendo la cuarta pared y creando un artificio que contiene la brutal oscuridad del conjunto.
Drive (2011): Si ‘Bronson’ sacó al danés a la palestra internacional, ‘Drive’ le convirtió en cineasta de culto para toda una generación. No solo es una de sus mejores películas, sino que es con diferencia su título más asequible y comercial (sin que esto sea malo). Ryan Gosling encarnó sin apenas gestos ni palabras al misterioso conductor que actúa de caballero azul para una familia de vecinos, cuyo padre está metido en líos con la mafia y cuya madre se merece algo mejor. ‘Drive’ es un cuento de hadas lleno de crimen y violencia y no deja de ser una historia de amor por mucha sangre y palizas que haya ¿La mejor muestra? La escena del ascensor que destacamos arriba.
The Neon Demon (2016): El estético, cruel y superficial mundo de la moda parecía el lugar perfecto para el danés y así lo demostró. Pero Refn no abrazó el mundo del modelaje con complacencia sino que convirtió el camino de una aspirante a modelo en un bello cuento de terror con tintes caníbales. ‘The Neon Demon’ es una experiencia hipnótica, la cumbre creativa del cineasta danés en su empeño por aunar belleza y horror. A todo ello ayudó una Elle Fanning que parece nacida para el papel.
UNA SERIE PARA EL SOBRESALIENTE
Demasiado viejo para morir joven (2019): Amazon Prime Video tardará mucho tiempo en volver a producir una serie tan personal. De hecho, no hay una plataforma en España que ofrezca algo similar. Como con ‘Twin Peaks: The Return’, parece más justo llamarla película fraccionada que serie de capítulos y es que ni la duración ni las tramas guardan una estructura episódica. Presentada en el Festival de Cannes, cuenta las relaciones de un joven policía con un peligroso Cártel mejicano. A partir de ahí, es difícil describir el desarrollo de una narración exigente, lenta y críptica. Pero paciencia, se la merece, poco a poco acaba apareciendo de nuevo el cineasta de los cuentos tenebrosos que llena sus historias de sexo, muerte, traición, amor y magia. Bueno, más bien brujería.
Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática.
Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Incluso tiene su lado erótico, pero limitado, lamentablemente, a seleccionarnos lo mejor de series y películas eróticas. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes.
Tras 5 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.
Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.
Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.
