En según qué familias el porte y la belleza están de mano; al menos en el caso de Nena von Schlebrügge no cabe ninguna duda. Ya su madre, Brigit Holmqvist fue tan bella como la hija, y sirvió de modelo para dar forma a una escultura llamada El Abrazo que está en mitad del puerto de Smygehuk. Su nacionalidad era tan sueca como el puerto en donde descansa la obra de arte, la que le valió para sacar de la cárcel a su marido el aristócrata alemán Friedrich Karl Johannes von Schlebrügge. El tal Fiedrich fue un oficial de caballería durante la Primera Guerra Mudial, y mutó en empresario durante las décadas de los 20 y los 30 en Berlín, pero se vio encerrado entre rejas al negarse a tomar parte del ejercito alemán y además de por su empeño en proteger a los amigos y a los empleados judíos de sus fábricas. De la prisión salió gracias al matrimonio con Brigit Holmqvit y al pasaporte sueco de esta. De Europa a América, a México concretamente. Allí tuvieron a sus dos hijos: Nena y Björn.

Hair, Face, Photograph, Lip, Eyebrow, Hairstyle, Beauty, Black-and-white, Chin, Retro style, pinterest
Getty Images

El matrimonio volvió a Europa cuando la aberración nazi terminó y se establecieron como una familia más de Estocolmo. De hecho, allí fue donde el fotógrafo Norman Parkinson descubrió a Nena von Schlebrügge siendo todavía una chiquilla de 14 años. Pasaron dos años hasta que se volvió a citar con Parkinson, en Londres esta vez, y entonces sí, en la primavera de 1957 fue cuando empezó su andadura como modelo. La chica tenía una interesante carta de presentación por lo que no tardó en caerle un buen contrato, en concreto con la agencia de Eileen Ford, Ford Modelling Agency. Y de nuevo un cambio de escenario, a Nueva York esta vez, a la caza de la Gran Manzana. En apenas dos poses y tres clicks, Nena von Schlebrügge conquistió el corazón de las revistas de moda americanas.

Se dice que fue el artista Salvador Dalí quien le presentó en el transcurso de una cena al que sería su primer marido: el excéntrico psiquiatra Timothy Leary. La unión entre modelo y psiquiatra fue pasto de documental, Donn Pennebaker cámara en mano rodó You are nobody ‘til someone loves you el día que Nena y Timothy se casaron en Millbrook, en la mansión de William Hitchcock. Pero la alegría duró poco, pronto se divorciaron y Nena encontró de nuevo el amor con Robert Thurman.

Escritor, director, guionista y ex monje budista de la camarilla personal del Dalai Lama, Robert Thurman se ganó el corazón de Nena von Schlebrügge y fruto de ese amor vinieron cuatro hijos al mundo: Gander, Deche, Mipam y Uma. Sí, Uma de nombre y de apellido Thurman. Nena es su madre. Y también fue la directora del Tibet House que montó junto a su marido, el compositor Phillip Glass y el actor Richard Gere a mediados de los noventa. Sobre ella recaía la encomiable tarea de organizar los conciertos benéficos en el Carnagie Hall de Nueva York o recaudar fondos en las subastas benéficas anuales de Christie’s. Desde el 2002 Nena von Schlebbürge dirige el spa tibetano del Menla Mountain Retreat en Catskill Mountains, en Phoenicia (NY).