Gudelj: “Me hago daño si no soy un buen suplente” | Deportes | EL PAÍS
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Gudelj: “Me hago daño si no soy un buen suplente”

El sevillista es vegano, habla seis idiomas y creció en una familia de deportistas

Gudelj posa en la ciudad deportiva del Sevilla.
Gudelj posa en la ciudad deportiva del Sevilla.PACO PUENTES (EL PAÍS)

Nemanja Gudelj (Belgrado, Serbia, 30 años) llegó al Sevilla en el verano de 2019 procedente del Sporting de Lisboa. Defensa central y centrocampista defensivo, su carrera diseña un viaje que va desde Holanda, donde se hizo futbolista, hasta la capital de Andalucía, pasando por China y Portugal. En el equipo de Julen Lopetegui es el jugador número doce, dispuesto a actuar en defensa sustituyendo a alguno de los centrales o manejándose de pivote en sustitución del lesionado Fernando. Bajo esa condición ha disputado 24 partidos (14 como titular).

La historia de Gudelj nace en Belgrado, en el seno de una familia de padres deportistas. Su padre, Nebojsa, futbolista profesional. Su madre, Olivera, jugadora de baloncesto. “Nací en Serbia. Luego con cuatro años me fui a España porque mi padre fichó por el Logroñés. Luego nos marchamos a Holanda, Allí estuve muchos años, unos 18. Allí empecé mi carrera y luego la desarrollé en varios países como China, Portugal y ahora España. Es una experiencia muy rica, vivir tantas culturas. Una de las cosas que más valoro es que hablo serbio, español, holandés, inglés, alemán y un poco de chino”, apunta el centrocampista serbio, al que el paso por tantas culturas le ha enriquecido sin perder un ápice su personalidad serbia. “He vivido muchos años fuera desde que nací en Belgrado, pero me siento profundamente serbio. Los serbios somos muy orgullosos y no nos gusta perder. Queremos ser los mejores en todo y eso se ve por ejemplo en Djokovic, que es nuestro ídolo nacional. Pero también se ve en la NBA con los nuestros. Lo llevamos en la sangre”, apunta.

Con ese carácter tan competitivo, Gudelj sufre por no ser titular indiscutible. “Vine al Sevilla a ser titular. Quiero jugar el mayor número de partidos posible. Sé que no he podido hacerme con la titularidad, pero también es importante ser ese jugador número 12 que ayuda al equipo. Así es el fútbol. Si no estoy preparado para ser un buen suplente le hago daño al equipo y a mí mismo. Esto es una familia y vamos a la guerra todos juntos”, destaca.

Gudelj forjó su personalidad futbolística en Holanda. Su padre jugó en el Breda y allí, incluso, fue entrenado por su progenitor. “Era muy extraño llamarle míster ese año en el Breda. Mi padre siempre fue mi entrenador en casa. Me llevaba a los partidos, entrenábamos juntos en el bosque y hacíamos ejercicios. Me daba más caña que a otros jugadores y mi madre era la que me protegía en casa”, confiesa el futbolista del Sevilla. Su madre es la jefa del clan serbio formado por Nemanja, su hermano Dragisa, ahora en las filas del Córdoba, y Vanja, su hermana, quien a los 17 años ha comenzado su carrera como tenista profesional. “Es increíble cómo juega. Ella nos gana a mi hermano y a mí juntos si nos enfrentamos”, aclara.

Tan influyente es la figura de la madre, que Gudelj se hizo vegano siguiendo sus instrucciones. La madre es una especialista en nutrición. “No tomo carne ni pescado y he mejorado el tiempo de recuperación después de los partidos. Y tampoco me he lesionado”, asegura el futbolista del Sevilla, quien reconoce que el cocinero del club bromea mucho sobre su dieta, basada esencialmente en vegetales y legumbres.

Bajo el paraguas de esa familia tan competitiva, el jugador del Sevilla recibió las influencias de importantes entrenadores para ir aumentando sus prestaciones como futbolista. Pasó de ser un centrocampista con llegada en el Breda a un pivote defensivo en el Ajax gracias a la influencia de Frank de Boer. En China, en el Guangzhou, fue Fabio Cannavaro el que lo empezó a colocar de central. “De Boer fue el primero que me puso en esa posición. Fui aprendiendo cosas que no sabía, como la cultura ganadora de un club como el Ajax. Y luego tuve a Fabio Cannavaro en China. Es un tío muy exigente y también me ayudó a desenvolverme como central”, proclama Gudelj, también sobrino del delegado del Celta, Vladimir Gudelj.

“Pasó, que es lo que importa en este tipo de torneos. En eso es de los mejores del mundo para competir en la Champions, tiene algo especial. Es una final para nosotros. Vamos a proponer un ritmo alto”, afirma cuando se le pregunta por el partido del Madrid ante el Chelsea. Ahora llega a Sevilla liderado por Modric. “Es un jugador impresionante. Hablo con él desde un par de años antes de que yo viniera a España porque tenemos amigos en común. Nos llevamos muy bien y le deseo todo lo mejor menos en el partido de este domingo”, sonríe Gudelj mientras analiza el papel de su compatriota Jovic en el Madrid: “Es un gran jugador, buen chico, pero tiene un problema muy grande, que se llama Benzema”.

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