Paul Newman dej� claro en vida su compromiso con la infancia. Cre� un campamento para ni�os enfermos en Connecticut y fund� su propia marca de comida para destinar todos los fondos a menores de bajos recursos. Su legado es la sonrisa perenne impresa en cada etiqueta de limonada, pizza o salsa para pasta que se vende en supermercados de todo Estados Unidos. Pero ahora han surgido grietas en su imperio filantr�pico. Dos de sus hijas han demandado a la fundaci�n que lleva el nombre de la leyenda cinematogr�fica.
Susan Kendall Newman -fruto del matrimonio del actor con Jackie Witte, su primera mujer- y Elinor 'Nell' Newman -hija de la actriz Joanne Woodward- han acusado a los gestores de Newman's Own de recortar su asignaci�n anual de 400.000 d�lares para sus propias causas filantr�picas, como dej� establecido su padre antes de su fallecimiento en 2008.
En la demanda, presentada en un tribunal de Stamford, Connecticut, las dos descendientes del protagonista de El golpe reclaman 1,6 millones de d�lares en concepto de da�os y perjuicios para sus propias instituciones.
Justifican adem�s su temor a que la fundaci�n est� sembrando el camino para eliminarlas por completo de la distribuci�n de fondos y de estar alej�ndose de los principios de su padre. Dicen que se est�n �contradiciendo� los deseos y las intenciones del actor.
�Nadie deber�a tener que sentir que el legado de un ser querido fallecido est� siendo deshonrado en la forma en que Newman's Own ha ignorado a las hijas de Paul Newman�, dice en un comunicado Andy Lee, la abogada de ambas. Su representante legal a�ade que no est�n buscando compensaci�n personal ni enriquecerse, sino rendir cuentas a los responsables de la fundaci�n y estar seguras de que honran los deseos de su principal figura.
Newman, uno de los grandes mitos de la historia del cine, ganador de un Oscar en 1987 por El color del dinero, puso en marcha su propia l�nea de comida en 1982, una idea surgida en realidad por accidente, de una an�cdota. Newman y A. E. Hotchner, guionista, dramaturgo y amigo, crearon una salsa para ali�ar ensaladas que regalaban por Navidad a sus amigos. Se volvi� tan popular que les reclamaban m�s.
En 1982 se decidi� a embotellarla y venderla con la premisa de regalar hasta el �ltimo d�lar ingresado procedente de las ventas. Solo en el primer a�o facturaron 300.000 d�lares. Hoy la organizaci�n asegura haber distribuido m�s de 570 millones de d�lares a miles de instituciones de caridad en todos esos a�os.
Sin embargo, tras la muerte de la leyenda el 26 de septiembre de 2008 todo empez� a cambiar. Seg�n las demandantes, Newman's Own les envi� una carta tan solo cuatro d�as despu�s del deceso indicando que se reservaban los derechos de destinar fondos a las organizaciones ben�ficas elegidas por ellas, lo cual contradice lo estipulado por su padre. Con el paso del tiempo se fue reduciendo la asignaci�n hasta alcanzar la mitad de lo inicialmente acordado: 200.000 d�lares.
Desde la fundaci�n mantienen que �las mejores pr�cticas que rodean a las organizaciones filantr�picas no permiten el establecimiento de asignaciones de fondos perpetuos para nadie, incluidas Nell y Susan Newman�, de acuerdo a un portavoz. Indican que se trata de �una demanda sin m�rito que solo desviar�a el dinero de aquellos que se benefician de la generosidad de Paul Newman.
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