Una joven de 28 a�os armada con dos rifles semiautom�ticos y una pistola ha asesinado a tres ni�os y a tres adultos en el Colegio de la Alianza, una escuela privada de la ciudad de Nashville, en el estado de Tennessee, en Estados Unidos, antes de morir alcanzada por los disparos de las fuerzas del orden. Es una matanza m�s en un pa�s que las vive casi con periodicidad semanal, frecuentemente en los colegios, pero que en esta ocasi�n tiene un elemento muy inusual: la asesina era una mujer. De los 135 asesinatos masivos que han tenido lugar en Estados Unidos en los �ltimos 31 a�os recogidos en la base de datos de la web de estad�sticas Statista, solo uno hab�a sido perpetrado por una mujer en solitario.
Por el momento, se desconoce la identidad y la posible motivaci�n de la asesina. Tampoco se sabe la de las v�ctimas. Pero hay algo que indica que esta matanza tendr� un componente todav�a m�s tr�gico de lo habitual: los tres ni�os asesinados eran, casi con toda probabilidad, menores de 12 a�os. Eso se debe a que el Colegio de la Alianza, que pertenece a la iglesia presbiteriana, es de ense�anza prescolar y elemental, que concluye a los 12 a�os de edad. El centro docente, que fue fundado hace 22 a�os, se encuentra en una zona acomodada de una ciudad que es famosa por sus bares y su vida cultural. En lo que va de a�o ha habido 30 actos con armas de fuego en Estados Unidos, en los que han muerto ocho personas, de acuerdo con los datos de la organizaci�n Every Town for Gun Safety, fundada por el ex alcalde de Nueva y ex candidato a la presidencia por el Partido Dem�crata, el multimillonario Mike Bloomberg.
En concreto, �ste es el asesinato en masa n�mero 129 en lo que va de a�o, lo que supone un claro incremento en relaci�n a 2021, cuando a estas alturas del ejercicio se hab�an producido cien. Toda la matanza dur� aproximadamente unos catorce minutos, desde que la mujer accedi� al centro escolar por una parte lateral a las 10 y 13 minutos, hasta que fue muerta por dos polic�as en el primer piso del edificio a las 10 y 27 minutos. La rapidez en la respuesta de las fuerzas de seguridad de Nashville fue absolutamente clave para evitar que se acabara produciendo una carnicer�a de dimensiones mucho m�s graves. El a�o pasado, la incompetencia extrema de las autoridades en una situaci�n similar en el pueblo de Uvalde, en Texas, acab� dando lugar a una matanza de 22 personas en otra escuela elemental.
Como de costumbre tras una matanza de estas caracter�sticas, se han multiplicado, por un lado, los llamamientos al control de la tenencia de armas de fuego por parte del Partido Dem�crata, mientras los defensores de esa pr�ctica se han limitado a guardar silencio aunque presumiblemente en las pr�ximas horas realicen las habituales declaraciones en el sentido de que "nuestros pensamientos y oraciones" est�n con las v�ctimas y sus familiares. Se espera asimismo que los defensores de las armas de fuego empiecen a insistir en que este tipo de incidentes son inevitables -algo interesante dado que EEUU es el �nico pa�s que los sufre de forma continua- y que la soluci�n habr�a estado en armar a los profesores. En numerosas escuelas de Estados Unidos hay guardias de seguridad armados -frecuentemente polic�as que est�n fuera de horario de servicio- y en algunas hay arcos de detecci�n de armas. El condado de Charles, en Maryland, a las afueras de la ciudad de Washington, ha aprobado el establecimiento de un sistema de detecci�n de armas de fuego entre sus estudiantes y personal empleado que combina c�maras con inteligencia artificial.
"Tenemos que hacer m�s para frenar la violencia de las armas de fuego, que est� despedazando nuestras comunidades, y tenemos que hacer m�s para proteger a nuestras escuelas", afirm� el presidente Joe Biden poco despu�s de que se conociera la matanza. El presidente volvi� a pedir al Congreso que proh�ba la venta de armas de asalto, muy similares a las que emplean las Fuerzas Armadas. La comercializaci�n de ese material estuvo prohibida desde 1994 a 2004. George W. Bush no renov� la medida, que hab�a jugado un papel muy importante si no en la limitaci�n de la violencia vinculada a la delincuencia, s� de las matanzas como �sta.
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