Las sandalias de plataforma metalizadas de Jennifer Lopez están más cerca de prescribir la norma que de representar una excepción. Siguiendo los pasos de Sienna Miller e incluso de Rosalía, tal y como las tendencias predijeron, primero fueron las ganas de fiesta; después, los vestidos así que no podían faltar los zapatos. Se confirman nuestros peores temores: porque sí, se acerca el día en que volveremos a llevar tacones.
Contra toda sensatez, vuelve la tendencia que abarrotará las consultas del traumatólogo y si no que le pregunten a Kristen McMenamy que vivió el momento viral de la última Semana de la Alta Costura de París al caerse en la pasarela de Valentino.
La veterana modelo de 58 años trató en vano de mantener el equilibrio antes de precipitarse al suelo visiblemente enfadada. “La he cagado”, escribió en su Instagram después de agradecerle la oportunidad a Pier Paolo Piccioli, aunque ni siquiera el director creativo de la casa de moda italiano parecía compartir su opinión. Le puede pasar a cualquiera, le vino a decir su amigo; mientras Internet cargaba contra los tacones que la colocaban a más de 10 centímetros sobre el suelo: “Cualquiera se compra unos zapatos de Valentino después de esto”, comentaban en Instagram. Cualquier no, desde luego, no será porque a los Tan-Go les falten admiradores, eso seguro.
Con todo, la estampa recordaba demasiado a aquellas caídas que las modelos protagonizaban desfile sí, desfile también, a finales de los 90.
Naomi Campbell siempre recuerda, no demasiado divertida, aquellos años en que los diseñadores solían pedirle que fingiera que tropezaba tras aquel famoso incidente en la pasarela de Vivienne Westwood. Las plataformas Ghillie de la colección de otoño 1993 consiguieron derribar a la top de los 90 con la mejor caminata de la historia, pero no lograron tumbarla. Campbell reaccionó de la mejor manera –a carcajadas–, McMenamy resolvió de la única forma posible: se quitó los zapatos y continuó descalza.
Instagram content
This content can also be viewed on the site it originates from.
Esa misma determinación parecían haber tomado las tendencias a mediados de la década de los 2010. En aquellos años en que la escena street style empezaba a introducir la etiqueta #athleisure en los debates de moda, las zapatillas deportivas se encontraron con el camino allanado y muy bien asfaltado para escalar posiciones hasta colocarse a la altura de los tacones, más o menos sensatos.
Los mocasines, las botas planas y por supuesto las bailarinas y merceditas no tardaron en llegar a nuestro zapatero y con ellos, la promesa de una alternativa más cómoda pero igual de elegante a la tiranía de los stilettos. De pronto estaba bien visto ir en deportivas a la oficina y, de nuevo, a la alfombra roja. Salvo la escalinata del Festival de Cannes, en pocos años las Converse habían logrado franquear todas las barreras socialmente impuestas a las zapatillas. Incluidos los Premios Oscar.
Puede que ya no les quedara más espacios por conquistar, porque aunque en 2023 todo el mundo lleve zapatillas (las Samba de Adidas, más concretamente), las pasarelas han comenzado a anunciar su declive. Según un informe reciente de la analista de moda @databutmakitfashion, las colecciones han incluido un 92% menos de zapatillas. ¿Por qué?
Si tal y como dice el principio de Ockham, la explicación más sencilla suele ser la más probable entonces bastaría con afirmar que la moda es cíclica. Eso explicaría el retorno de las zapatillas con cuña de Isabel Marant, de los pantalones pirata, del estilo boho de Sienna Miller y, desgraciadamente, de los zapatos tan prohibitivos como impracticables.
13 años después de que McQueen presentara sus emblemáticos armadillo, la moda vuelve a separar los pies de la tierra elevando los zapatos muy por encima del suelo firme. Las plataformas de Nicola Peltz solo eran el primer paso. Cada vez más, los tacones ganan en altura lo que pierden en estabilidad, desafían la gravedad y toda lógica: ¿quién va a caminar con eso?
No obstante, existen otros factores socioeconómicos determinantes. “Después de dos años en pijama, la idea es que vistamos como si fueras a los Oscar”, ha afirmado la historiadora Einav Rabinovitch-Fox para quien no se trata de un fenómeno nada sorprendente. La experta recuerda que históricamente, todos los períodos que tienden hacia la comodidad y el pragmatismo vienen sucedidos por una etapa que huye de lo práctico en favor de lo excesivo y accesorio. Así ocurrió en los locos años 20 y tras la Segunda Guerra Mundial.
Solo así se entiende que el mismo año en que nos estábamos empezando a acostumbrar a salir a comprar el pan en pijama y apenas nos atrevíamos a plantear la idea de ir a cenar en bragas, nos encontremos con el regreso de las sandalias de plataforma vertiginosa. Como en nuestro armario, en la próxima temporada de And Just Like That también convivirán sus Manolos de siempre y los zuecos que la Carrie Bradshaw de Sexo en Nueva York no habría llevado nunca. La transición no ha hecho más que empezar…
Por más que los podólogos adviertan de sus peligros, la moda ya lo consiguió una vez y, de momento, ya ha puesto de acuerdo a Zara y a Mango, a Rosalía y a Sienna Miller. Todo a punta a que muy pronto, estaremos bailando de nuevo sobre las plataformas.
Radiografía de las sandalias con plataforma tendencia
Las sandalias de gogó sobre las que Rosalía, Jennifer Lopez o Florence Pugh han estampado su sello de aprobación, responden a una descripción bastante concreta.
- Son unas sandalias altas de más de 10cm de tacón.
- Normalmente fino o de aguja.
- Y una plataforma de infarto que suaviza la inclinación del pie.
- Metalizadas con brillo espejo.
- Suelen contar con alguna tira extra para asegurar un equilibrio más firme.
No obstante en las tiendas encontramos modelos muy similares que cambian el brillo espejo por un acabado metalizado en distintos tonos: dorado, plateado, bronce e incluso lila.
Dónde comprar las sandalias metalizadas con plataforma y tacón tendencia →
SUSCRÍBETE AQUÍ a nuestra newsletter para recibir todas las novedades de Glamour.
Esto te interesa:
Los zapatos que las modernas agotan en Stradivarius ya eran tendencia hace 50 años
Si Sienna Miller dice que se puede andar con las sandalias de gogó tendencia, se puede
