Nahuel Guzmán, el portero que ya es histórico en el futbol mexicano y nadie puede negarlo

Nahuel Guzmán volvió a ser figura en una final con Tigres y ya es normal: nadie puede quitarle el lugar que ha ganado.

Nahuel Guzmán festejando con el trofeo del Campeones Cup, tras vencer a LAFC en penales. (Gary A. Vasquez-USA TODAY Sports)
Nahuel Guzmán festejando con el trofeo del Campeones Cup, tras vencer a LAFC en penales. (Gary A. Vasquez-USA TODAY Sports)

Nahuel Guzmán volvió a hacer un Nahuel Guzmán. En todo sentido. La Campeones Cup, celebrada entre Tigres y LAFC, entregó un partido cerrado, que debió definirse en la tanda de penales. Son dos equipos poderosos que ya han tenido historia: jugaron la final de la Concacaf Champions League en 2021, con resultado favorable para los mexicanos. Este partido era una revancha para Los Ángeles, pero también representaba la oportunidad para que el futbol mexicano recuperara prestigio tras la pobre exhibición de todos los equipos nacionales en la pasada Leagues Cup.

Lo hicieron, y en gran medida gracias a Nahuel Guzmán. Fue un partido accidentado, con dos expulsados por equipo, que parecía definirse a los 77 minutos con el gol de Bounga, delantero estelar de los angelinos. Pero hubo un detalle que Nahuel Guzmán había detectado de inmediato: que la jugada nació de un balón parado ilegal, pues LAFC movió el esférico mientras estaba en movimiento (debe estar totalmente detenido), y en efecto, tras la revisión en el VAR, toda la jugada fue echada para atrás por la viveza que tuvo Guzmán para detectar el fallo de manera tempranera.

Así la victoria quedó en el aire, con una nueva definición por penales para Tigres. Y ahí el portero argentino volvió a brillar como sabe hacerlo. Atajó el segundo y el cuarto disparos, correspondientes a Timothy Tillman y Ryan Hollingshead, respectivamente. Uno con un recueste hacia su derecha y otro a la izquierda. Además, no tuvo pudor en festejar en frente de la afición local, que se picó con Guzmán y empezaron a lanzarle objetos.

Finalmente, Tigres se llevó la tanda y también la Copa, que cada año toma mayor importancia. Fue un capítulo más en el historial heroico de Guzmán con este club. Son ya trece títulos (diez nacionales y tres internacionales) para el Patón desde su arribo a Tigres en el 2014. Si se habla únicamente de ligas, tiene cinco (misma cifra que alcanzó Hernán Cristante en la era dorada con el Toluca, y una más que Miguel Calero, el otro portero sudamericano que marcó época en el presente siglo).

Pero no sólo se trata de números y éxitos, que le sobran, como se ha visto. Es que directamente Guzmán marca diferencia. Lo hizo desde el primer título que ganó, cuando fue héroe en la tanda de penales contra Pumas en el Apertura 2015. Lo mismo contra América un año más tarde. Igual ante Chivas el último torneo, cuando Tigres ganó el más inesperado de sus campeonatos, con todo en contra. Y claro, en esa ocasión, con su respuesta grosera a las reporteras Karina Herrera y Mónica de la Torre, dejó constancia de ese carácter explosivo que tantas veces le ha jugado en contra.

Ahora llegó esta corona, ante un LAFC que quería venganza y que jugó al filo de la navaja todo el encuentro. Son escenarios que le vienen como anillo al dedo a Guzmán: parece que entre más hostil sean el rival y el contexto, él más se crece y saca el pecho por su club. Ese conjunto de virtudes lo convierten en un histórico ya no para Tigres, que eso está claro, sino para todo el futbol mexicano. Sí, tampoco se pueden pasar por alto sus conductas, que tanto molestan a rivales, pero la calidad en sus guantes es indudable y le alcanza, de manera absoluta, para estar ya entre los mejores porteros que han jugado en México. Aún le queda cuerda a su carrera y nadie puede decir que lo ha visto todo de él: siempre encuentra una forma de sorprender otra vez.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Migrantes y un perro aprovechan reemplazo de muro fronterizo en Tijuana y cruzan a EEUU