Atravesaba cada día aquellas calles empedradas de Città di Castello al salir de la escuela. Recorría decenas de palacios renacentistas de origen toscano casi sin reparar en ellos. La belleza de aquel pequeño pueblo medieval de la Umbría italiana podría ser casi comparable a la suya propia. Era aún una adolescente, pero ya parecía casi descrita por Nabokov. De las clases iba directa hasta su casa, donde su madre le tenía preparada la comida. Y justo en la sobremesa, encendía aquel aparato catódico que sólo tenía dos botones. Suficientes. Sintonizaba la RAI y entraba en aquel mundo onírico que la transportaba a la romana Piazza Vittorio en Ladrón de bicicletas, de Vittorio De Sica; o acompañaba a una escultural Sophia Loren hasta la Ciociaria de Dos mujeres o a Ingrid Bergman por un Viaggio in Italia, de Roberto Rossellini; se zambullía en la Fontana di Trevi junto a una Anita Ekberg en La Dolce Vita, de Fellini, y hasta cruzaba la vista al país galo en las cintas míticas de Carné o Truffaut. Si algo bueno tenía la televisión en aquellos finales de los sesenta y principios de los setenta era la reposición de las narraciones fílmicas más bellas de todos los tiempos. Y ahí, entre Cardinale, Magnani, Loren, Mangano o Vitti, creció ella... Pocos podrían imaginar entonces que también su apellido se escribiría con letras de oro en la historia del cine: Bellucci.

monica bellucci
Xavi Gordo
Abrigo y mono de punto, ambos de lana, y culotte, todo de Maison Alaïa, cinturón y zapatos, ambos de piel, de Saint Laurent por Anthony Vaccarello, y collar y anillo, ambos de oro rosa con coral y diamantes, de la colección de Alta Joyería Voltea de Cartier.
monica bellucci
Xavi Gordo
Abrigo y mono de punto, ambos de lana, y culotte, todo de Maison Alaïa, cinturón y zapatos, ambos de piel, de Saint Laurent por Anthony Vaccarello, y collar y anillo, ambos de oro rosa con coral y diamantes, de la colección de Alta Joyería Voltea de Cartier.

Ha pasado casi medio siglo de aquello y cuando Monica atraviesa el umbral del estudio de fotografía se hace el silencio. Es como rememorar su propia escena en Malèna, de Tornatore, cuando atraviesa la plaza pública y todos quedan (quedamos) embelesados. A lo largo de los años, Monica Bellucci ha demostrado que el tiempo sólo embellece aquello que es genuino y auténtico. Aunque el mundo de la fama puede ser efímero, su encanto perdura y trasciende generaciones. A punto de cumplir 59 años, su belleza, elegancia y allure siguen intactos. Con una mirada que seduce y una sonrisa que ilumina cualquier escenario, su presencia en la gran pantalla ha sido mágica, casi hechicera. Su escultural figura, su cabello oscuro y sus sensuales labios son atributos que han captado la atención de directores de cine y fotógrafos de moda alrededor del mundo. Sí. Porque su versatilidad comenzó a sus 14 años en el mundo de la moda. Hoy, mientras posa con total naturalidad ante el objetivo de nuestro fotógrafo, rememora aquella etapa en la que comenzaba sus primeros pasos profesionales: "Cuando pienso en mi adolescencia, pienso en ella con mucho placer, porque tenía unos padres jóvenes que entendían mi naturaleza. Con ellos tenía amor, libertad, podía hablar de todo y eso era muy importante para mí. A los 14 años me dejaban ir a bailar a las discotecas, a los 16 podía irme de vacaciones con amigos y ya entonces estaba trabajando. Iba de Milán a París, hacía de modelo y regresaba a mi pueblo en Italia, lo que me devolvía a mi realidad". Se inscribió en Derecho, pero sus pasos ya estaban encaminados a ser la estrella que hoy es, por lo que tuvo que abandonar la universidad. Ya estaba proyectada hacia otra cosa. Y era... hacia la gran pantalla. "Mi amor de juventud era el cine. Veía hasta tres películas al día, toda esa cultura cinematográfica es porque por las tardes me sentaba a ver las cintas de Visconti, De Sica o Rossellini. Era hermoso y ahí nació mi particular amor hacia la imagen, que no sabría decir de dónde viene...". Su madre cuidaba de la familia, su padre tenía una agencia de transportes, así que su realidad era otra bien distinta a donde viajaba en sueños: el séptimo arte. "Creo que nacemos así y así somos, tenía 15 años y ya admiraba los libros de grandes fotógrafos, bebía del cine clásico, y el arte y la cultura era algo que llenaba mi mundo interior. No sabría explicarte por qué, entiendo que es algo que llevamos dentro, pero eso también despertó mi deseo de viajar. Inglaterra, Francia, Estados Unidos... El mundo de la moda me dio acceso a ese modo de vida y después, cuando comencé en el cine, este modo de vida continuó. No pertenezco a ninguna familia cinematográfica, pero he tenido la suerte de acceder a muchos directores diferentes: de Tornatore a Kusturica, de Sam Mendes a las hermanas Wachowski".

monica bellucci
Xavi Gordo
Vestido de lentejuelas bordadas de Giorgio Armani.
monica bellucci
Xavi Gordo
Abrigo con cuello de camisa de seda y pantalón, ambos de lana, y zapatos de piel, todo de Prada, y collar Clash de doble hilera de oro rosa de Cartier.

En ese momento le recuerdo el primer Late Show al que Monica fue invitada en Norteamérica tras el estreno de Malèna. El presentador, Craig Kilborn, en un gesto poco educado, sólo se refirió durante la entrevista a ella por su cara bonita, por su escultural figura y por su sex appeal. No le preguntaron ni por el realizador ni las películas en las que ya había participado. "Por supuesto que me etiquetaron así. El hecho de venir de la moda, de haber trabajado con muchos fotógrafos antes de empezar a hacer películas, creó un poco esa imagen. Es como si estuvieran advertidos, diciendo: ¿otra modelo? Ah, ok. Hoy, es muy diferente, porque los jóvenes muestran su talento en las redes sociales, pueden representar un texto, bailar, cantar, hablar y hacer entender rápidamente quiénes son. Hay una nueva forma de acercarse al talento y de entenderlo. Pero en mi época, viniendo de la moda, es como si formaras parte de un mundo que tenía acceso al cine sólo en contadas ocasiones. Así que puedo decir que he tenido mucha suerte de poder hacer ambas cosas, aunque soy actriz, jamás he abandonado el mundo de la moda. Ahora es la norma, todas las actrices hacen campañas. Pero que me cosificaran tampoco es que me inquietara, es decir, cuando sentía esa actitud crítica hacia mí, les seguía la corriente. Y es que a veces la belleza crea máscaras. Y luego, también he sacado partido a mi cuerpo en ciertos papeles, ¿verdad? Como fue en Malèna o en Irreversible".

Subestimaron sus dotes actorales, pues la verdadera magia de la italiana más francesa no radica únicamente en su aspecto físico. A lo largo de los años ha sabido cautivar a la audiencia con interpretaciones profundas y conmovedoras en cintas como Lágrimas del sol, La pasión de Cristo, El pacto de los lobos, su icónico papel como Perséfone en la trilogía de Matrix y otras películas intimistas como El país de las maravillas o En la Vía Láctea. Acaba de estrenar la película dirigida por Catherine Hardwicke, Mafia Mamma, y la veremos pronto en el film Maria Callas, Lettres et mémoires, de Tom Volf, que repasa la gira internacional teatral que ha hecho durante tres años, y participará en Bitelchús 2, del director Tim Burton, su nueva pareja sentimental: "Digamos que encontré en Tim un espíritu maravilloso, un alma espectacular, a alguien que tiene un mundo de ensueño. Él es maravilloso, claro que lo es, por supuesto que lo es...".

monica bellucci
Xavi Gordo
Chaqueta de lana con motivo de raya diplomática, top de algodón y medias, todo de Saint Laurent por Anthony Vaccarello, y collar y pulsera, ambos de oro amarillo con laca, granates, tsavoritas, piedra luna y ónix, de la colección Panthère de Cartier.
monica bellucci
Xavi Gordo
Abrigo y jersey, ambos de lana, y sudadera y top, ambos de algodón, todo de Miu Miu, y anillo de oro amarillo con platino y diamantes (dedo anular) y anillo de oro rosa con coral y diamantes, ambos de la colección Tressage de Cartier.

Si hay algo que cautiva de la personalidad de Bellucci es su autenticidad y calidez. A pesar de su estatus de estrella internacional, ha sabido mantenerse cercana a su esencia italiana y ha compartido su éxito con una humildad que la hace aún más cautivadora. Cuando le preguntas si ha tenido que demostrar más por ser mujer que cualquier hombre, su respuesta es contundente: "Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero no podemos negar que se ha producido un gran cambio. Nuestra propia evolución, la de las mujeres, también da a los hombres la oportunidad de salir de esas mentalidades arquetípicas. ¿Quién dice que un hombre no puede cuidar de su hijo, que no puede llorar...? Nuestra liberación, la de las mujeres, es también la de ellos".

monica bellucci
Xavi Gordo
Vestido camisero de popelín de algodón de Valentino, botines de piel con tachuelas de Valentino Garavani y collar Les Berlingots de oro blanco con ónix y diamantes de Certier.

Hace exactamente diez años, en agosto de 2013, Monica anunciaba su separación del también actor Vincent Cassel, con quien mantuvo 14 años de matrimonio y fueron padres de dos hijas. La primogénita, Deva, sigue los pasos de su madre: a sus 19 años ya ha desfilado para varias marcas de moda, acaba de rodar una película basada en la novela de Cesare Pavese Le bel été y está acabando un remake de El gatopardo para Netflix. "Deva se inspira en la cultura y en los mundos de los que viene, y realmente ha comenzado ya a hacer su carrera. Ahora puedo ver cómo está encontrando su camino, se nota, y me alegro mucho de verla inspirada por esas cosas que la emocionan. Me alegra verla así". De Leonie, de 13 años, dice que es ella quien aconseja a Monica en muchas cosas 'de la juventud': "Muchas veces me dice: 'Pero mamá, ¿de verdad que no la conoces?, ¡tiene 50 millones de seguidores!' Y yo le digo, '¿Quién? Lo siento, no la conozco' (risas). Incluso en Leonie puedo ver que tiene una gran sensibilidad artística".

monica bellucci
Xavi Gordo
Jersey de punto de lana y cinturón de piel con detalle metálico, ambos de Louis Vuitton, medias de Falke, y anillos y pulsera, todo de oro amarillo y oro blanco con diamantes, de la colección Grain de Café de Cartier.

Cae la tarde y la sesión acaba. Cuando acompaño a Monica a la salida, un señor la reconoce y la saluda embelesado. ¿Qué significa la fama para Bellucci? "La fama es un arma de doble filo, provoca mucha curiosidad y también puede provocar sentimientos contrapuestos. Por eso me gusta tener los pies en la tierra. Es cierto que mi trabajo es especial, pero cuando no estoy trabajando me gusta hacer vida normal: mi familia, las compras, llevo a mis hijas a la escuela... Y si alguien pasa a mi lado y me reconoce, le ofrezco mi mejor sonrisa y vuelvo a subir a mi taxi...".

¿Se arrepiente de algo en su vida? "Si te caes, te vuelves a levantar. Es la única manera de aprender, a través de nuestros errores. Sí, he sufrido en la vida, pero también me ha dado grandes regalos".

Peluquería: John Nollet. Maquillaje: Letizia Carnevale. Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistente de fotografía: Pietro Frizzi. Asistente de estilismo: Mora Giordana.