Cuando fui al screening de Miracles from Heaven envié un Tweet minutos antes de que comenzara la historia. Cuando encendí mi celular al término de la función tenía un mensaje de Christy Beam. Fue ella precisamente la que escribió el libro en el que narra la historia de su hija Annabele, que padecía un desorden digestivo incurable y que el día que sufrió un accidente que podía haber sido de consecuencias fatales, no solo resultó ilesa pero milagrosamente recuperada.

El mundo moderno nos coloca tan lejos de los milagros y de temas que refuerzen la fé que antes de ver la cinta, tan solo con el título, puedes llegar a pensar que se tratará de un churro en el que van a intentar manipular tus emociones y hacerte voltear al cielo, con situaciones que podrían tener explicación lógica bajo algún contexto. Pero la verdad es que hasta yo misma me sorprendí. Disfruté tanto de la jornada y si, me quedo una sensación de tranquilidad tan linda que recomiendo ampliamente la cinta.

La enfermedad de Annabel ( Kylie Rogers) no solo le afecta a ella; la familia entera sufre las consecuencias y se ven forzados a modificar su estilo de vida. La historia está ubicada en Texas. Christy está destrozada al ver sufrir a su pequeña, especialmente cuando no logran identificar el diagnóstico de su padecimiento.  El dolor y la impotencia ponen en riesgo su fé.  Creo que una de las mamás más convincentes y entregadas del cine moderno es Jennifer Garner, por lo que me pareció muy atinada su participación.

De hecho también es destacable la actuación de Kylie Rogers; es una niña muy tierna que nos lleva de una manera dulce y totalmente humana por el camino del sufrimiento, sin dramas, ni exageraciones. Te solidarizas tanto con su personaje que recomiendo a las mujeres mamás que lleven sus pañuelos desechables ya que en más de una ocasión la actuación y la historia nos roban una que otra lagrimita.

El punto principal en la historia es que Christy (Garner) a pesar de sentirse abandonada, no desfallece y trata de encontrar soluciones.

La más factible era llevar a Anna a Boston para consultar al Dr. Nurko (Eugenio Derbez), el mejor gastroenterólogo pediátrico, que por cierto, es mexicano. Aunque la lista de espera de pacientes era interminable, por azares del destino o por un milagro el Doctor la atiende. Me gusto mucho también la actuación de Derbez porque al interactuar con niños que se supone que padecen problemas de salud, su innata comicidad es el elemento perfecto para relajar cualquier situación de tensión.

En la película también trabaja Queen Latifah que se convierte en la familia de Boston que los Beam necesitan.

Cuando pensamos que ya no hay esperanza, supongo que es cuando más existe. O por lo menos es lo que nos comparte Christy con esta historia que también habla de compasión y empatía.

No fue hasta que vi la película que descubrí que la directora de esta tierna historia es la mexicana Patricia Riggen. He tenido la oportunidad de conversar con ella en otros proyectos y me gusta mucho su trabajo. No creo que ningún otro director le hubiera podido dar ese sentimiento de dignidad y empatía que era necesario para no convertir el caso de Annabel en una historia empalagosa o cursi.

Un vistazo al cielo desde la inocente perspectiva de una niña que afortunadamente ahora goza de buena salud. Mucha tela de donde cortar para hablar con los niños, aunque hay escenas que muestran dolor. En resumen es una película inspiradora y con una fuerte dósis de fé, que espero que no dejemos en la sala del cine al momento en que se prenden las luces.