- Sub-21. Espa�a - Suiza
Durante muchos meses, Mikel Merino se ha preguntado qu� hab�a pasado para que su nombre no estuviera entre los que nombraba Luis Enrique cada vez que daba una lista de convocados. Concretamente, desde noviembre de 2021 hasta que a mediados de ese mismo mes de un a�o despu�s se desvel� la lista de los 26 que iban a Qatar.
El centrocampista navarro de la Real Sociedad estuvo con la selecci�n en la fiesta que se desat� en La Cartuja para celebrar la clasificaci�n de Espa�a para el Mundial de Qatar. Mikel jug� los 17 minutos finales, tras entrar al campo en un momento cargado de tensi�n que se despej� con el gol de Morata a falta de cuatro minutos.
Era uno del n�cleo duro del seleccionador. Hab�a debutado gracias a Luis Enrique, el 3 de septiembre de 2020, en Stuttgart y en el primer partido de la segunda etapa del asturiano. Hab�a jugado casi siempre que estuvo sano, regres� de inmediato tras perderse la Euro por una lesi�n en el hombro que no le impidi� sumarse a los ol�mpicos para lograr la plata en Tokio.
Y de repente, el vac�o. El silencio. Mikel Merino desapareci� de manera absoluta del ideario de Luis Enrique. El navarro lo pas� mal, porque no entend�a qu� pod�a haber cambiado para perder la conexi�n con la selecci�n y la confianza del entrenador. Su rendimiento en la Real Sociedad presentaba grandes altibajos, pero estaba fuera de la ecuaci�n de la selecci�n.
Para Mikel fueron meses complicados, para �l la selecci�n es especial, un espacio que conoce desde hace ya casi 10 a�os. Porque Merino es uno de esos jugadores a los que De la Fuente conoce casi como si fueran sus hijos.
Un pretoriano
Mikel Merino forma parte de ese grupo de jugadores que forman la primera unidad de Luis de la Fuente en las inferiores. En la era del riojano en la sub 19, Merino jugo 10 partidos de 11 y fue titular en nueve; en la sub 21, jug� 20 partidos; y en Tokio s�lo dej� de ser titular y jugar ante Australia.
Olvidado lo ocurrido en el tramo final de la etapa de Luis Enrique, Mikel sabe que se abre una etapa en la que cuenta con la absoluta confianza del seleccionador. Eso no quiere decir que vaya a jugar por decreto. Nadie tiene que explicarle que en el f�tbol de alto nivel no hay sitio para quien negocia el esfuerzo. Eso es algo que no va con la cultura del navarro.
Con el contador detenido en 11 partidos con la selecci�n desde aquella noche de fiesta en La Cartuja, Mikel Merino mira al horizonte con la ilusi�n de vivir con la selecci�n una fase final. Porque la Euro, por lesi�n, y el Mundial, por elecci�n, se le quedaron en el camino. Tiene revancha.
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