El Celta lanz� a Miguel Mu�oz

Decir Miguel Mu�oz es decir Real Madrid. Pero puede que sin el Celta nada hubiese sido lo que fue: la magn�fica historia del entrenador que m�s tiempo ha estado en el banquillo madridista, el autor del primer gol en la Copa de Europa, el capit�n de las dos primeras coronas continentales, el entrenador de la Quinta y la Sexta, el de los 14 t�tulos...

Miguel Mu�oz Moz�n naci� el 19 de enero de 1922 en Madrid, el pleno barrio de Salamanca, en una casa de la calle Castell�, casi en el cruce con Diego de Le�n.

Cerca de su hogar, en el colegio Calasancio, comenz� a jugar al f�tbol. En su casa se hablaba de toros, que era lo que de verdad le gustaba a su padre, que era sastre. Pero el ni�o Miguel solo quer�a saber de pelotas y goles.

Del equipo de la escuela pas� al Buenavista. Entonces lleg� la Guerra Civil. Ten�a 14 a�os. Calladas las armas, Miguel volvi� a calzarse las botas en las filas del Pav�n, un equipo que acab� s�ptimo en la Segunda Regional cuando en la temporada 39-40 el f�tbol trataba de calmar tanto dolor pasado y presente.

En los mentideros del balompi� madrile�o comenz� a correr el nombre de un interior del barrio de Salamanca que estaba para empresas mayores. Sin embargo, los mejores equipos de la capital no llamaron a su puerta.

Logro�o y Santander

Fue del Imperio madrile�o, donde jugaba a cambio de muy poco dinero, desde donde dio el salto al mundo profesional. Su destino fue Logro�o a causa del servivio militar. Entraba en otra dimensi�n: 10.000 pesetas de ficha y 500 de sueldo. Su vida hab�a cambiado.

All� estuvo a punto de perecer, historia descubierta por el periodista Lartaun de Azumendi. "Ninguno habr�amos sabido qui�n fue Miguel Mu�oz de no ser por un chico de Basauri; un futbolista con el que coincidi� en la temporada 42/43 en el ya desaparecido CD Logro��s: Rufino Gamboa Arrieta, conocido en el mundillo como Gamboa. (...) Un d�a de descanso militar y futbol�stico, algunos jugadores fueron a pasar el d�a a orillas del Ebro a su paso por Logro�o y Miguel Mu�oz se tir� al r�o a darse un chapuz�n. Y a Mu�oz se le complic� much�simo su presencia en las aguas del Ebro y no era capaz de valerse por s� mismo. Gamboa, un experto nadador gracias a su ni�ez en el r�o Ibaizabal y la presa Bolintxu de su Basauri natal, se lanz� en su ayuda y su pericia salv� la vida de Miguel. Miguel Mu�oz y Piru Gainza fueron buenos amigos. Tanto que Gainza jug� con el Madrid en el homenaje a Mu�oz. Y siempre que Miguel Mu�oz iba a Bilbao con el Madrid, quedaba a comer con Gainza... y con Rufino Gamboa, al que le deb�a la vida y que era amigo de ni�o de Piru".

El 28 de febrero de 1943 debutaba con el Logro��s, con el que esa temporada fue campe�n del Grupo III y jug� la fase de ascenso en un grupo que gan� el Racing de Santander.

Ese fue su siguiente destino. Y en el que su carrera iba a cambiar de manera radical. Lo hizo cuando su entrenador, Daniel Andonegui, decidi� que dejara de jugar de interior para colocarse como medio centro. Fue la decisi�n que iba a convertir a Mu�oz en una referencia hist�rica en el f�tbol espa�ol.

En sus dos temporadas en la capital c�ntabra ayud� a que el Racing se mantuviera. En ese tiempo qued� claro que Miguel Mu�oz ten�a madera de primera. Los grandes de Madrid, donde �l quer�a jugar, llamaron a su puerta, pero con ofertas que estaban muy lejos de lo que �l cre�a que se hab�a ganado. No era una estrella, pero tampoco para perder tanto parn�.

Un fichaje de cine

En ese momento apareci� una leyenda del Madrid y de la selecci�n para llev�rselo a su equipo: Ricardo Zamora.El Divino era el entrenador del Celta. Pero si hubo alguien importante para convencer a Mu�oz de que dejara de esperar a los madrile�os y se marchar� a Vigo fue Ces�reo Gonz�lez Rodr�guez. Presidente del Celta poco antes de la Guerra Civil, indiano en Cuba y M�xico y figura esencial en la historia del cine espa�ol como productor, fue clave para convencerlo.

El 20 de octubre de 1946 debutaba al fin en Primera. Era la quinta jornada del campeonato de Liga y el Celta ganaba 0-2 en La Condomina, con goles de Arteito y Borbolla. La primera piedra del camino de Mu�oz con la camiseta del Celta.

La temporada siguiente, la 1947-48, fue extraordinaria para los vigueses. Con Mu�oz en su eje, acabaron cuartos y en Bala�dos sucumbieron todos menos el Sevilla (1-1). Al Madrid le gole� en la ida y la vuelta: 4-1 y 1-4.

Esa magn�fica campa�a la cerr� el Celta jugando la final de Copa: contra el Sevilla en Chamart�n. Mu�oz marc� al poco de empezar el partido, a los seis minutos, pero luego el Sevilla fue una apisonadora ganar 4-1.

A Chamart�n

El Madrid, que esa temporada coquete� como nunca con el descenso, tom� buena nota de lo que el Celta le hab�a hecho padecer. A cambio de 1.200.000 pesetas sac� de Vigo a Mu�oz y al mejor goleador de Espa�a en esos tiempos, Pah��o.

El 8 de septiembre, en un amistoso en La Fuensanta ante el Conquense, debutaba Mu�oz con el Real Madrid. El resto es leyenda blanca.