La Audiencia Nacional procesa a 4 exjefes de ETA por el asesinato de Miguel Ángel Blanco
El juez Manuel García Castellón de la Audiencia Nacional ha dado un paso decisivo en el proceso judicial relacionado con uno de los episodios más trágicos del terrorismo en España. Este jueves, el magistrado ha propuesto llevar a juicio a cuatro exdirigentes de ETA por su presunta implicación en el secuestro y asesinato del exconcejal del Partido Popular en Ermua, Miguel Ángel Blanco, ocurrido en julio de 1997.
Los individuos señalados son Soledad Iparraguirre, alias Anboto; Miguel Gracia Arregui, conocido como Iñaki de Rentería; José Javier Ruiz Arizkuren, apodado Kantauri; y Mikel Albisu, también llamado Mikel Antza. Todos ellos formaban parte del comité ejecutivo de ETA en el momento del crimen. Se les imputan los delitos de secuestro y asesinato terrorista, con la agravante de alevosía, y se les ha impuesto una fianza solidaria de dos millones de euros.
El auto del juez García Castellón señala que el secuestro de Miguel Ángel Blanco requería el consenso de todos los miembros de la dirección de ETA, y que los cuatro exjefes tenían la capacidad de evitar el asesinato del concejal, pero no lo hicieron. Esto, según el juez, evidencia una "voluntad inequívoca en la producción del resultado".
El magistrado, quien investiga este caso desde hace casi 27 años, considera improbable que el secuestro y asesinato de Blanco haya sido perpetrado sin la orden y planificación previa del comité ejecutivo de ETA. En más de 100 folios, el juez analiza la estructura y funcionamiento de la organización terrorista, destacando su jerarquía y disciplina.
Según García Castellón, los integrantes de los comandos de ETA obedecían las órdenes del comité ejecutivo sin cuestionarlas, lo que refuerza la idea de que la decisión de secuestrar y asesinar a Miguel Ángel Blanco fue tomada por la cúpula de la organización. En este contexto, el juez hace referencia a la "autoría mediata por dominio de la organización", argumentando que los procesados tenían un poder de mando sobre los autores materiales del crimen.
El auto concluye que los cuatro exdirigentes de ETA procesados tenían suficiente capacidad de mando para ordenar la liberación de Miguel Ángel Blanco, pero optaron por no hacerlo, a pesar de las "movilizaciones" de la sociedad. Este paso judicial representa un hito en la búsqueda de justicia para las víctimas del terrorismo y sus familias, así como en la lucha contra la impunidad de los responsables de estos crímenes atroces. @mundiario
