Las 15 mejores películas de Michelle Williams, ordenadas

En la última película de Steven Spielberg, un retrato agridulce y semiautobiográfico, Michelle Williams da vida a una excéntrica artista y madre de Sammy Fabelman. Casada con un pragmático ingeniero informático, Williams deberá sostener el peso de la familia nuclear americana y, a la vez, dar alas a su hijo para que haga con su vida lo que más le apetezca. Por su papel, Williams está nominada al Oscar y lo estuvo al Globo de Oro y a los premios del SAG.

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Empezamos con una de llorar, abrazar a nuestros perretes y aplaudir con las orejas el trabajo descomunal de concentración cinematográfica y emocional del dúo Reichardt+Williams. Wendy (Williams) pierde a su perrita (oh, Lucy) en un pueblo de Oregon. Toda la película la acompaña mientras trata de recuperarla. Se estrenó en Un Certain Regard de Cannes y, aunque nunca tuvo una carrera grandilocuente de premios, es la película más buena y pura (como Lucy) de la actriz. Y en definitiva, es una de las mejores películas de perros para ver con tu mascota.

DRAMA. Primero, porque la película es de esas duras, durísimas. Luego, porque es un auténtico drama que Michelle Williams fuera nominada pero no se llevara ni el Oscar, ni el Globo de Oro, ni el BAFTA, ni el premio del SAG (a los que estaba nominada) por su papelón como la exmujer de Casey Affleck, un hombre que vuelve a su pueblo con todo el peso de la culpa a las espaldas. La película sí se llevó dos estatuillas de la Academia, una para el guion original de Kenneth Lonergan y la otra para Affleck. Pero aquí queríamos el triplete, conste.

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AAA (que significa "Antes de Ana de Armas"), Michelle Williams ya se había vestido las botas de la fatídica estrella de Hollywood. La película es clásica, pero la actuación de Williams da simple y llanamente en el clavo (es muy alejada, y menos estridente, de la de 'Blonde'). Junto a Eddie Redmayne, su asistente, Marilyn trataba de sobrevivir al rodaje de 'El príncipe y la corista', dirigida por Laurence Olivier (fue una de sus últimas películas). Por el papel, ahora sí, la actriz se llevaría su primer Globo de Oro.

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Más películas para dejar de creer en el amor, en clave del buen indie americano, 'Blue Valentine' acompaña los altibajos de Cindy (Williams), una mujer casada con Dean (Ryan Gosling), al que quiere. La pareja, a pesar de lo innegable de su amor, tiene que compaginar sin embargo las demandas y expectativas de sus trabajos y de la vida familiar... Y ya sabemos que eso es complicado. Cuando parezca que todo va de capa caída, planificarán una escapada romántica a un hotel para salvar su relación pero el punto de no retorno de su desencanto quizás haya empezado antes de lo que creían. Por el papel, Williams obtuvo su segunda nominación al Oscar y al Globo de Oro.

La segunda es 'Meek's Cutoff' (otra con Reichardt, sorpresa), una relectura del western norteamericano desde una óptica feminista y marginal y uno de los mejores westerns del siglo XXI. El señor Meek (Bruce Greenwood) guía a un grupo de viejeres por el desierto estadounidense hacia la tierra prometida, pero un viaje que debía durar dos semanas se alarga y todo el mundo empieza a sospechar de que el hombre no sabe adónde va. Cuando aparezca un nativo americano, la gente del convoy deberá tomar partido, entre el vaquero y el indio. Y claro, para tratar impartir justicia tenemos a una increíble Michelle Williams, heroína como no sabíamos que necesitábamos.

Williams obtuvo su primera nominación al Oscar y al Globo de Oro, así como su tercera nominación en los SAG, en la adaptación de Ang Lee del cuento de Annie Proulx sobre nuestro romance gay vaqueril favorito. Aquí Williams daba vida a la esposa de Ennis (Heath Ledger), que atestigua el afecto entre los dos cowboys, pero no puede reconciliar su matrimonio con la tórrida relación que su esposo tiene con Jack (Jake Gyllenhaal). Lo sentimos mucho por ella, y lo sentimos de una forma literal, porque controla como pocas la escritura con el silencio.

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Y otra de Reichardt (en realidad, son las mejores), esta vez con dos otras grandes "a su lado". Kristen Stewart, Laura Dern y ella protagonizan una película antológica sobre tres mujeres de Montana quienes esperan indefinidamente a que todo vuelva a ponerse en su sitio. Williams (aquí una madre de familia) protagoniza la menos evidente de las tres historias, pero la construcción de su personaje logra hablar alto y claro, gracias a un minimalismo vestido de chándal y una adicción secreta al tabaco.

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Entrando el peliculón que conquistó a los dos grandes premios del cine independiente estadounidense (los Indie y los Gotham), que destacaron con estatuilla al magnífico reparto que la protagoniza. Debut que no lo parece, la primera película de Charlie Kaufman escribía la historia de Caden Cotard (Philip Seymour Hoffman), un dramaturgo moribundo que intenta montar un Nueva York "de pega", en un almacén, para tratar de curar sus traumas personales. En el proceso, Caden se enamorará y se casará con una de sus estrellas, Claire Keen (Williams), con quien tiene un hijo... Sin embargo, ni Williams satisfacía las dudas existenciales de él ni dejaba de ser una pieza más en un engranaje cinematográfico más grande que la vida misma.

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Michelle Williams daba vida aquí a la hija de Getty (Christopher Plummer, sustituyendo a Kevin Spacey), el hombre más rico del mundo. Junto con Fletcher Chace (Mark Wahlberg), enigmático agente de seguridad del magnate, Williams emprende una carrera contrarreloj que revelará el valor del amor frente al dinero... Pero la categórica película y, sobre todo, el papel de Christopher Plummer (como escribía la crítica de FOTOGRAMAS de 'Todo el dinero en el mundo', "l a grandeza casi gótica de su interpretación"), ahogaban un poco al personaje de Williams. Aunque, al final, se la nominó al Globo de Oro...

Es un poco trampa añadir esta película a la lista unas semanas antes de que se estrene en carteleras españolas, pero cualquier estratagema sirve para que asistáis al cine a ver buenas películas. En este caso, Williams y Reichardt dibujan un retrato vibrante y muy divertido de una artista (Williams, claro) en la víspera de una exposición que cambiará su carrera. En tono bajo, pero definitivamente socarrón, la veremos lidiar con su familia, colegas y compañeres de escuela en los momento previos a su gran estreno. Una película que, gracias al talento (por lo) natural de Williams, se sostiene firme y pulida como la mejor cerámica.

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Williams había hecho diez películas antes de 'Vías cruzadas', de Tom McCarthy, pero fue esta película la que la puso en el radar de la crítica, lo que valió a Williams su primera nominación en los SAG al Reparto. Aquí interpreta a Emily, bibliotecaria de un pueblo pequeño que está embarazada del canalla de su novio. Pronto se hace amiga de Finbar McBride (Peter Dinklage), que vive en un pequeño depósito ferroviario y que se ha encerrado en sí mismo. Claro, su actitud cambiará cuando Emily entre en su vida.

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El papel de Williams en 'Shutter Island' era pequeñito: la recordamos como Dolores, la difunta esposa del detective Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio), a quien recuerda en sueños y que pudo haber sido asesinada por un paciente en el centro psiquiátrico que investigan Teddy y su compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo)... Un papel pequeñito pero que quedará grabado en la historia de los mejores thrillers paranoicos, gracias a la retorcida mano de Martin Scorsese y la historia original de Dennis Lehane.

¡Y atención a la sorpresa que nos llevamos revisitando este clásico de la comedia teen norteamericana! 'But I'm a Cheerleader' retrata las inhumanas prácticas de un centro de reconversión gay en el que Natasha Lyonne (jovencísima) vive junto a Clea Duvall y a Melanie Lynskey, y cuyo profesorado son Cathy Moriarty y RuPaul. Antes de ingresarla en el centro, la mejor amiga de Lyonne será... Michelle Williams, cruel y despiadado objeto involuntario de deseo sexual. Un pequeñísimo papel que apenas recordábamos y nos ha gustado desenterrar...

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Atención porque el papel como la ex de Eddie en la saga 'Venom' no ha nominado nunca a la actriz a un premio grande, pero sí la destacó en los MTV Awards de 2019 a (atención, atención) ¡el mejor beso en pantalla del año! No lo ganaron, pero Williams se empapa sin apuros del espíritu dicharachero-borrachuzo de la película, que acompaña con desenvoltura. Verla en grandes éxitos comerciales nos hace felices, y nos alegra aún más que sus apariciones no sean auténticos patinazos como los de otras estrellas (no miramos a nadie, Marion Cotillard en la tercera de 'Batman' de Nolan).

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