Tarantino en Morelia 2009 | Morelia Film Fest Pasar al contenido principal

Tarantino en Morelia 2009

El 3 de octubre de 2009, arrancaba aquella fiesta que fue el 7º Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con la presencia, entre otras, de una figura icónica por excelencia: Quentin Tarantino, quien se trastocaría, a partir de entonces, en un gran amigo del festival con periódicas visitas posteriores. Y es que, aquella noche estrenaba en nuestro país Bastardos sin gloria (2009). Uno de los recuerdos más vívidos que tengo de esos días es aquella caminata sobre la avenida Francisco I. Madero por la que avanzaban a paso apresurado en esa zona del centro de Morelia, Tarantino, Eli Roth, uno de los protagonistas (y director de Hostal y secuela, entre otras) y el querido y desaparecido amigo y colega Joaquín Rodríguez, encargado de moderar la tan esperada conferencia de prensa, una de las más exitosas y abarrotadas.

Quentin Tarantino, Eli Roth

Es probable que Tarantino extrajera la trama de su primera película industrial, Perros de reserva (1992) de un filme poco conocido de Ringo Lam (Lung fu fong wan/ City on Fire, 1987), centrado en el atraco a una joyería, con todo y policía infiltrado en una banda de delincuentes y defendido por uno de sus miembros. Más aun: la célebre escena de la tortura aquella donde Michael Madsen le corta la oreja a un policía que ha tomado como rehén está tomada de una secuencia de Django (dir. Sergio Corbucci, 1966) en la que el general interpretado por José Bódalo le cercenaba el oído a un predicador.

¿Plagios, reconstrucciones, homenajes? Sea lo que fuere, Tarantino consiguió crear en poco tiempo un código fílmico personal y un sello muy identificable, reelaborando secuencias, tramas y elementos de cintas menospreciadas y de bajo presupuesto, reutilizando a su vez temas musicales de los años sesenta y setenta. Lo ha hecho de una forma tan brillante y sorprendente que parece reinventar los géneros más que calcarlos. Así, el thriller, el cine policiaco y gángsteril, el spaguetti western, las películas de artes marciales, el cine bélico, el soya western, el gore, los relatos de black explotation y más, se transforman, a través de su estilo y su asombrosa cinefilia, en espectaculares, ácidas, sarcásticas y ultraviolentas tramas que continúan fascinando a las audiencias mundiales.

Diálogos ingeniosos y abundantes, delirantes intercambios verbales, situaciones tan anómalas como divertidas en la frontera entre lo sanguinario y el humor negro, personajes insólitos extraídos de una aberrante cotidianeidad. A través de su obra y su estilo, Tarantino ha profundizado en los terrenos de la brutalidad y el exceso, explotando no sólo la subcultura del estadunidense medio, en particular, la de los bajos fondos Angelinos, explorando sus mitos, incluyendo la nota roja y los argumentos de centenares de cintas Serie B y filmes extranjeros para adecuarlos a sus gustos, sus obsesiones y sus muy entretenidas manías.

Una de las películas clave para comprender el cine hiperviolento de los noventa, fue esa joya titulada Perros de reserva / Reservoir Dogs, un título que sin decir nada, se volvió mítico para explicar la cultura del crimen y la violencia en su sentido más paródico y extremista. Más tarde, con Pulp Fiction / Tiempos violentos (1994), Tarantino exorcizaba el más irónico cinema noir de los cuarenta y cincuenta y la llamada literatura pulp obteniendo la Palma de Oro en Cannes y el Óscar a Mejor Guion. Por su parte, Jackie Brown / La estafa (1997) era un homenaje al black explotation protagonizado por actores afroestadunidenses en la década de los setenta que mostraba a un cineasta más maduro y con una técnica narrativa más depurada. Así, al tiempo que firmaba guiones como los de: La fuga / True Romance, Asesinos por naturaleza y escribía y / o aparecía en cintas como: Obsesionada por el crimen y Del crepúsculo al amanecer, realizaba su cuarta cinta y primer volumen de dos entregas en 2003: Kill Bill, seguida de Kill Bill 2 (2004) y A prueba de muerte (2007).

Quentin Tarantino en el 7° FICM

Bastardos sin gloria sorprendió en Morelia con esa apuesta por el cine bélico, no tanto por aquel representado por figuras como Raoul Walsh o John Ford, sino por aquellas cintas Serie B, arrumbadas a los programas dobles o de matiné, con nazis repulsivos y perdedores dispuestos a exterminarlos. Protagonizada por: Brad Pitt, Christoph Waltz, Melanie Laurent, Michael Fasbbender y Eli Roth, entre otros, en Bastardos sin gloria cabían referencias a El Golem, Max Linder, Charles Chaplin, Doce del patíbulo (1967, dir. Robert Aldrich) y sobre todo, al filme homónimo italiano Bastardos sin gloria / Aquel maldito tren blindado (1978) de Enzo G. Castellari. Aportaciones musicales de Elmer Berstein y Ennio Morricone y una trama retorcida de gran aliento épico y paródico centrada en un intento por asesinar a Adolfo Hitler en la Francia ocupada por los nazis y en el que participa una jovencita judía que dirige una sala de cine, un proyeccionista negro y una patrulla de soldados estadunidenses de origen judío decididos a arrancar el cuero cabelludo de sus victimarios o acabarlos a batazo limpio. Un exceso. Un romper con la Historia. Un delirio total… A esta, le seguirían: Django, Los ocho más odiados, Había una vez en… Hollywood y próximamente The Movie Critic