Crítica de Mi hermano pequeño (2022) | Reseña y Opinión

Crítica de Mi hermano pequeño (2022): reseña y opinión de la película

“Belleza e imperfección”

Puntuación ⭐⭐⭐✪✪(3,5/5)

Crítica de Juan Pablo Bargueño

El efecto más curioso del Festival en Cannes en España es el retraso con el que llegan sus películas a la gran pantalla. Hace dos semanas y media nos encotrábamos en la 76ª edición del prestigioso festival, y hace poco nos enteramos de que, por ejemplo, Perfect Days (2023) del legendario Wim Wenders, no llegará a nuestros cines hasta el año que viene.

Por lo tanto, es curioso cómo aquellas dos semanas que se viven bajo un frenetismo exacerbado, se transforman en un sueño precoz en el que uno duda de que lo visto haya ocurrido realmente. Imagino que algo así pasará entre los críticos españoles que vieron Mi hermano pequeño (2022), película dirigida por Léonor Serraille que formó parte de la sección oficial a competición en la 75ª edición de Cannes y que llega ahora a salas nacionales el próximo viernes nueve de junio.

Rose (Annabelle Lengronne), llega a las afueras de París a finales de los años 80. Las dificultades a la hora de asimilar la nueva cultura, en común con las de criar dos hijos en solitario, conforman esta historia que indaga en el paso del tiempo y la inevitable destrucción familiar como consecuencia de la condición obrera.

Mi hermano pequeño 2022 opiniones y crítica

Póster de la cinta

La fragilidad palpable

Si algo demuestra Serraille, es su capacidad en la dirección. Y si algo también demuestra Serraille, son sus meteduras de pata narrativas. Esta historia contada desde tres perspectivas diferentes, brota de un buen manejo de los sentimientos de los personajes y su evolución con el paso del tiempo, sobre todo con los dos niños, Ernest (Kenzo Sambin y Ahmed Sylla) y Jean (Stéphane Bak), donde se expone su paso de la niñez a la adultez. No obstante, la virtud narrativa de la directora lionesa se ve descompensada por un manejo del tiempo abrupto que se siente torpe y forzado. 

Por suerte, la cinta encuentra un contrapeso en la imagen. La sensibilidad con la que Serraille quiere contar esta historia se ve reforzada por la gran elocuencia en la composición y belleza de muchos de sus planos, donde los pequeños destellos de luz, los enturbiados reflejos que devuelven una mirada de vergüenza, o la explosividad del movimiento más primitivo, desenmascaran los verdaderos sentimientos de los personajes.

Tráiler de Mi hermano pequeño (2022)

Europa, Europa…

Lo que es un problema claro e innegable en el viejo continente, se ha tomado desde la industria, sobre todo francesa, como un producto cinematográfico de relatos sobre la asimilación cultural de la inmigración africana. Todo este proceso de asimilación es fuente de innumerables historias sociales que pueden llegar a ser muy interesantes. En el caso de Mi hermano pequeño, destaca el tema de la maternidad tóxica desde un enfoque irrefrenable por las cualidades de la vida obrera en los suburbios de la capital francesa. El mundo que nos plantea la cinta es de dicotomías, en el que un camino lleno de errores, u otro de la misma índole, se transforman, en definitiva, en el esfuerzo de una madre que hace cuanto puede por conseguir un futuro digno para sus hijos.

En otras ocasiones, la cinta abraza el pesimismo filosófico, apuntando al indeterminismo inherente a todas las especies, incluida la humana, aparentemente encerrada en un bucle de agonía de la que es incapaz de escapar. Ante esto, la directora parece plantear una línea divisoria en la que, a ratos, nos movemos por el insufrible peso de la vida, y por otro, a modo de necesidades ontológicas en la que los personajes se deshacen de las ataduras del comportamiento social establecido, observamos cómo rebuscan en los sentimientos más ancestrales representados en el baile, el amor desenfrenado o la ira, para llegar a comprender qué son o qué es lo que quieren ser en el mundo.

Conclusión

En el momento en el que en una película se ofrecen más perspectivas que la del protagonista, todo se vuelve más complicado. Léonor Serraille se atreve con el desafío, consiguiendo ejecutar con precisión la compleja naturaleza de sus tres personajes principales. Sin embargo, no se puede considerar que Mi hermano pequeño sea perfecta, ya que falla en su ritmo, donde saltamos de una perspectiva a otra con brusquedad, sin llegar a concluir plenamente en aquello que nos quería contar. Aun así, la historia que Serraille nos expone sorprende más que decepciona, resultando en una película que merece la pena ver.

Ficha técnica:

Un petit frère (2022)

  • Francia
  • Duración 116 min.
  • Dirección: Léonor Serraille
  • Guion: Léonor Serraille
  • Música: Thibault Deboaisne
  • Dirección de fotografía: Hélène Louvart
  • Productora: Blue Monday Productions, France 3 Cinéma. Distribuidora: Vértigo Films
  • Género: Drama

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