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Dirección: Woody Allen
Reparto: Will Ferrell, Jonny Lee Miller, Radha Mitchell, Amanda Peet, Chloë Sevigny, Wallace Shawn, Chiwetel Ejiofor
Título en V.O: Melinda and Melinda
Nacionalidad: USA Año: 2004 Fecha de estreno: 29-10-2004 Duración: 100 Género: Comedia Color o en B/N: Color Guión: Woody Allen Fotografía: Vilmos Zsigmond
Sinopsis: En un restaurante, un grupo de intelectuales hablan sobre la naturaleza de la vida: unos opinan que es trágica, mientras los otros defienden un punto de vista mucho más optimista. Una mujer en crisis, llamémosla Melinda (Rhada Mitchell), les servirá para contar dos historias de características muy distintas. Una cómica y romántica, y la otra, profundamente dramática.Fecha de estreno: 29 de octubre 2004

Crítica

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La carrera de Woody Allen estaba deslizándose hacia una ligereza que algunos ya tomaban por senilidad, a pesar de la intensa causticidad de la muy notable Un final made in Hollywood. Hasta Melinda y Melinda han pasado varios años sin que el espectador pueda sentir la sensación de encontrarse de nuevo ante un gran Woody Allen. No es un salto atrás hacia lugar seguro: Melinda y Melinda contiene las mejores esencias de su autor, pero no como revival, sino como reinvención inagotable de sí mismo, demostración de que su caudal creativo tiene nuevas salidas sin aparcar, como ha necesitado otras veces, sus parámetros más reconocibles. Melinda y Melinda tiene algo de compendio de su carrera. Nunca antes había combinado tan ampliamente su lado más divertido y su tendencia a la tragedia. Hay ecos de Hannah y sus hermanas, de ÒMisterioso asesinato en Manhattan, de September o de Delitos y faltas. Así surge un Woody Allen plenamente reconocible, pero demostrativo también de la cantidad de tonalidades y preocupaciones que ha ido desplegando a lo largo de los años un autor que inexplicablemente muchos intentan definir en tres palabras, con la facilona y absurda coletilla de que siempre está haciendo la misma película.En Melinda y Melinda queda mucha capacidad para la sorpresa. El punto de vista es doble, en principio: poniendo en primer plano el juego del creador que maneja a sus personajes, Woody Allen presenta los puntos de vista contrarios que dos autores, uno con vocación trágica y otro con una visión cómica de la vida, adoptarían ante un mismo personaje y una situación inicial. Pero, lejos de hacer un ejercicio académico de escritura de guión, Woody Allen deja que la vida arrastre a unos y otros, personajes y autores. Y la dualidad se difumina en el mar de contradicciones cotidianas. La comparación entre una posibilidad y otra, recurrente en el cine, desaparece en manos de un cruce de personajes magníficamente orquestado. Woody Allen concluye que todo es trágico en la existencia pero, como en un juego de manos, descubre un mensaje tan sencillo como positivo: el único antídoto es disfrutar de la vida. Es el remate sagaz para el reparto de actores y personajes más consistente que Woody Allen ha tenido en años, una galería de diálogos y réplicas que pueden pasar a la antología del autor (los de la casa del médico, sin duda), el logro, por fin, de un actor que pueda sustituirle sin imitarle (Will Ferrell), y la demostración de que aún puede sacar chispas a la situación más manida: el hombre que descubre a su mujer en la cama con otro tiene aquí un giro grandioso.Para optimistas, pesimistas e indecisos. Lo mejor: tener de nuevo a Woody Allen en plena forma. Lo peor: la esporádica e inevitable sensación de déjà vu de algunos momentos.