FORO DEL MEDITERRÁNEO EN MÁLAGA I La identidad mediterránea, un valor compartido e irrenunciable

Foro del Mediterráneo

La identidad mediterránea, un valor compartido e irrenunciable

La presentación de las conclusiones del Consejo de Málaga en el Foro Económico y Social del Mediterráneo puso sobre la mesa la necesidad de afrontar la vulnerabilidad ante el cambio climático, el necesario equilibrio turístico o el problema de la vivienda

El consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, participa en el Foro Económico y Social del Mediterráneo en Málaga, impulsado por Prensa Ibérica.

El consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, participa en el Foro Económico y Social del Mediterráneo en Málaga, impulsado por Prensa Ibérica. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Tras meses de trabajo, debate y pura reflexión a puerta cerrada sobre cómo será esa «ciudad mediterránea del futuro», el Consejo de Málaga del Foro Económico y Social del Mediterráneo convocó esta semana el primer acto público para presentar sus conclusiones.

El acto, organizado por La Opinión de Málaga, Prensa Ibérica y con el patrocinio de la Fundación La Caixa, la Junta de Andalucía, Sando, Endesa e Iberdrola, reunió a una selección del amplio y variado panel de expertos que han participado en los encuentros privados que se han celebrado hasta la fecha, el 11 de enero y el 9 de abril, para exponer hacia dónde deben avanzar las urbes del litoral mediterráneo español, desde el punto de vista de la arquitectura, la economía, la energía o la innovación.

El director de La Opinión de Málaga, José Ramón Mendaza, fue el encargado de inaugurar la jornada así como de moderar la mesa redonda en la que participaron el creador del Distrito Tecnológico 22@ de Barcelona, Miquel Barceló; el director general del Málaga Tech Park, Felipe Romera; el presidente ejecutivo de Sando, Luis Sánchez y la presidenta del Colegio de Arquitectos de Málaga, Susana Gómez.

José Ramón Mendaza insistió en que el desarrollo económico y social del Mediterráneo español es una «responsabilidad ineludible» tanto para el sector público como privado, por lo que los consejos locales del Foro del Mediterráneo -que se están celebrando también en Girona, Barcelona, Baleares, Castellón, Valencia, Alicante y Murcia- se conciben como un «espacio de diálogo constructivo y abierto a la sociedad».

Tras él, intervino el director de Administraciones Públicas de Endesa, José Luis Estepa, que centró su mensaje en tres aspectos principales: las claves, positivas o negativas, como la capacidad de crear empleo frente a la turismofobia; la población, a la que se le deben garantizar servicios públicos que «vayan en la línea de la sostenibilidad, la descarbonización y la electrificación»; y el reto no solo de contar con un plan energético para «mitigar» los efectos del cambio climático sino de favorecer esa «adaptación» a sus consecuencias.

«La adaptación es pensar cómo va a ir cambiando el clima, cómo nos vamos a tener que proteger y ahí ya hay incertidumbre, ahí no hay métrica», advirtió Estepa.

Por su parte, el delegado de Iberdrola en Andalucía, Antonio Fernández, sostuvo que el «único camino» para combatir el cambio climático es reducir los gases de efecto invernadero, garantizando así un «futuro más sostenible y con cero emisiones».

«Tenemos la suerte de vivir en una zona con un clima privilegiado. De hecho, tenemos muchas más horas de radiación solar que en el resto de Europa, lo cual nos posibilita generar de una manera más eficiente y más económica la energía de origen renovables», recalcó Fernández, que defendió la importancia de emprender una «acción climática colectiva» implicando a instituciones públicas, privados y sociedad civil.

12 conclusiones

El director de Desarrollo de Nuevos Proyectos de la Zona Mediterránea de Prensa Ibérica, Tomás Mayoral, fue el encargado de presentar las conclusiones del Consejo de Málaga, sintetizadas en torno a 12 ideas principales.

La primera idea expuso cómo el atractivo de las ciudades mediterráneas seguirá captando población, que viene por calidad de vida, por oportunidades laborales y, según Mayoral, porque «saben que si instalan aquí su empresa, van a tener éxito».

En segundo lugar, se discutió la importancia de «crecer pero de forma sostenible», creando ciudades «compactas», con «densidades altas» pero con una «mezcla de usos» que permita tenerlo «todo cerca» y evitar desplazamientos. Como tercer punto se manifestó que la «oferta debe cambiar para adaptarse a la demanda», de ahí la necesidad de reimpulsar la construcción de VPO así como crear nuevos modelos de vivienda, por ejemplo, el co-living, entre otros.

«Buscar oportunidades en la economía del conocimiento» fue la cuarta clave, en la que destaca la necesidad de mejorar el sistema educativo y asegurar una buena «adaptación urbanistica de la ciudad» que sea atractiva.

Conclusiones del Foro Mediterráneo de Ciudades de Málaga.

Conclusiones del Foro Mediterráneo de Ciudades de Málaga.

Conclusiones del Foro Mediterráneo de Ciudades de Málaga.

En quinto lugar se propuso una revisión de la «rentabilidad y la sostenibilidad del modelo turístico» y, en esta línea, la siguiente clave planteó el «dilema» de las ciudades mediterráneas: «¿Para los de dentro o para los de fuera?». Con estas ideas sobre la mesa, se discutió el poder del turismo urbano como «generador de ingresos» pero también, como enfatizó Tomás Mayoral, como origen de «muchos problemas sociales», acompañado del riesgo de «morir de éxito» por una masificación turística poco rentable.

Por otro lado, la séptima conclusión sugirió que la movilidad sostenible de las personas y las mercancías «será muy difícil de conseguir», por ejemplo, si «no hay mejoras en el transporte público», por lo que el «coche seguirá siendo el rey».

En octavo lugar, muy vinculado al segundo punto, se plantea la posibilidad de contener el consumo energético en las ciudades con densidad de población y en el noveno concepto se aborda que esa sostenibilidad será mucho más «compleja» en las ciudades mediterráneas. «Estamos viviendo donde más se nota el cambio climático», destacó Mayoral.

La décima conclusión del Consejo de Málaga se articuló en torno a la demanda de mayores competencias por parte de los ayuntamientos, además de poder contar con mayor financiación. «Son las ciudades las que deberían resolver el problema de las ciudades».

La necesidad de crear una «identidad mediterránea» ocupó la undécima idea, reconociendo cómo las ciudades mediterráneas «no se ven como un todo» pese a que «existe una clara comunidad de intereses».

Y, por último, la última conclusión destacó a Málaga como un «ejemplo factible» para las ciudades mediterráneas de tamaño medio, un «caso a copiar» para convertise en una «ciudad global».

Tras la intervención de Tomás Mayoral, intervino a través de un vídeo el urbanista e investigador en Ciencia de las Ciudades en la Universidad de Harvar, Ramón Gras, que expuso la necesidad de «generar prosperidad, calidad, proveer de sercicios fundamentales, de ocio, cultura y servicios sociales» en las ciudades.

El director de La Opinión de Málaga, José Ramón Mendaza, presenta el Foro Económico y Social del Mediterráneo en Málaga, impulsado por Prensa Ibérica.

El director de La Opinión de Málaga, José Ramón Mendaza, presenta el Foro Económico y Social del Mediterráneo en Málaga, impulsado por Prensa Ibérica. / Álex Zea

Mesa redonda

Durante la mesa redonda, Miquel Barceló evidenció la capacidad de las ciudades mediterráneas de crear «ecosistemas innovadores» como el Distrito 22@ de Barcelona o el Málaga Tech Park.

«Hay ciudades capaces de crear esos entornos urbanos, en donde el pensamiento y la actuación sistémica es fundamental, y tenemos que integrar un urbanismo determinado, una estrategia económica que corresponda con las condiciones locales, una base de conocimiento fundamental, y unas acciones y proyectos de integración social que eviten la gentrificación, que hemos visto que cuando se produce es muy difícil de resistir», señaló Barceló.

«El ecosistema de innovación, que son las empresas innovadoras que viven en un lugar, que esta es realmente la clave, que son las que crean empleo, las que hacen que la gente venga y tengan trabajo, posibilidades... ahí realmente se establece un modelo que se desarrolla solo», apoyó Felipe Romera.

Por su parte, Luis Sánchez puso sobre la mesa de una planificación «más participativa» entre los municipios, ya que el aumento de población ha provocado que prácticamente se «toquen unos con otros». Por tanto, es necesario planificar «teniendo en cuena los recursos, la energía, el agua, el medio ambiente o la demanda de servicios».

Sobre el problema del acceso a la vivienda se expresó Susana Gómez, que señaló como la vivienda se ha convertido en un «producto financiero» que, unido a la falta de suelo, las largas tramitaciones urbanísticas, los precios elevados y las bajas rentas locales provocan que no haya una oferta acorde a la demanda. «Tenemos unos planes generales en activo que, en algunos casos superan los 20 años de antigüedad cuando se supone que un plan general se hace en vistas a un futuro, es evidente que no atiende a la demanda».

Por ello, Gómez recalcó la necesidad de emplear nuevos instrumentos de planeamiento así como estrechar la colaboración público-privada para impulsar la construcción de vivienda.

Innovación para tener futuro

El consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos, destacó a Málaga y a Barcelona como dos «ejemplos claros de desarrollo social basado en el conocimiento».

En esta línea, el consejero hizo hincapié en cómo «sin innovación y sin formación cualificada» simplemente no hay futuro. «No vamos a tener sostenibilidad, no vamos a tener resiliencia en ninguno de esos sectores. En el sector agrícola se ha hecho muchísima innovación, también se hace en el sector turístico y evidentemente en el sector industrial y en el sector que ya es por sí innovador, el sector tecnológico».