El plan de Marko Todorovic para llevar a Murcia a conquistar Europa: "No voy nunca por la vía fácil"

Se enamoró del baloncesto en su Podgorica natal y con sólo 18 años comenzó un viaje interminable que le ha llevado a Badalona, Barcelona, Bilbao, Jimki, Tianjin -previo regreso por Vizcaya y el Bressol-, Sevilla, Pekín y Ningbo. El pasado mes de diciembre, con 32 años en su pasaporte, aterrizó en Murcia para ocupar el puesto del lesionado Simon Birgander. Y no tardó en destacar a las órdenes de un viejo conocido como Sito Alonso. Juntos han llevado al conjunto universitario a pelear por el tercer puesto en la Liga Endesa y a unas semifinales europeas en la que no renuncian a nada pese a cruzarse con el favorito Unicaja.

La verdad que es que son torneos muy importantes y también muy exigentes, pero estamos bien. Yo creo que llegamos en un buen momento de forma y con mucha ilusión.

Yo me encuentro perfecto. En el mejor momento desde que llegué, con muchas ganas y preparado para hacerlo bien.

Y el primer mes también fue positivo. Todos los días, desde que estamos en este equipo, las cosas van bien tanto a nivel personal como a nivel de grupo, así que no tengo ninguna queja. Estamos muy felices todos y con ganas de más.

Bueno, es la vuelta de una lesión muy larga, tiene que entrar con paciencia porque primero tiene que ganarse confianza de que todo está bien. Estamos en tramo final de la temporada, donde todo está muy preparado y hay que tener paciencia con él.

Sinceramente, el primer objetivo era llegar a esta Final Four y ahora el segundo objetivo es ganarla. Y para ganarla, no sé si habría que ganar a Unicaja o no, pero sí hay que ganar dos partidos. Sabemos la dificultad de cualquier rival, pero creemos en nosotros, en cómo hacemos las cosas y tampoco sería justo hablar de qué prefieres y qué no prefieres.

Han sido muchos factores, pero está claro que uno de los más importantes es el hecho de conocer al entrenador y conocer un poco su filosofía. Pero aparte de esto, el hecho de conocer bastantes jugadores también me ayuda. El hecho de que Alejandro Gómez -director general de la entidad- sea una persona así, muy cercana a lo que es la plantilla también ayuda. Aporta su granito de experiencia y de motivación también. Es un poco todo. Y la verdad que ha sido todo muy rápido y estamos muy felices.

Bueno, igual de exigente que antes. No sé, la verdad que no veo ninguna diferencia. Es verdad que el baloncesto en general está siempre cambiando y yendo a una dirección de juego un poco más exigente a nivel físico y la Liga ACB no se queda atrás. Hay muchos equipos que juegan competiciones europeas y que hay que estar preparado para eso.

Para mí sigue siendo, con diferencia, la liga más competitiva y más interesante de jugar. La verdad que siempre que he estado aquí, siempre lo digo. Es quizás la liga más difícil de jugar en Europa, pero para mí es todo lo contrario. Como disfruto tanto se me hace todo un poco más sencillo.

Con los años me he vuelto bastante más paciente. Un poco menos, no sé, agresivo en sentido físico, pero más agresivo a nivel de tiro. Soy un jugador bastante parecido, pero por otro lado, diferente. El hecho de tener más experiencia me hace jugar con más tranquilidad.

Siempre me pasa lo mismo cuando hay cosas interesantes, como esta de UCAM Murcia. Desde el primer instante me parecen buenas, aunque no sepa nada de los detalles del contrato. Suelen ser cosas que salen bien y las disfruto mucho. Y esta ha sido una de esas situaciones.

Es lo que hemos hablado, ¿no? Un poco de todo. El hecho de que Sito sea el primer entrenador, que Blagi [Blagota Sekulic] el asistente, con el que tengo muchísima relación, y que conozco también a unos cuantos jugadores. De hecho desde fuera miraba los partidos de Murcia y muchas veces hablaba con él y comentábamos los partidos. Fue por desgracia, porque Simon se lesionó y le conozco de hace muchos años, pero fue una decisión súper fácil.

Básicamente el secreto es estar todos los días con Manu [Marín, preparador físico del UCAM Murcia] en el gimnasio. Y luego fuera del gimnasio, mantener una disciplina y tener una motivación por el reto tan grande que tenía por delante. Soy una persona que, si vengo a un sitio, no vengo a pasar el rato. Vengo comprometido, con ganas de ayudar y convencido de que todo puede pasar. Por eso acepté también este desafío. Y cuando se suman todas esas cosas, la motivación, un excelente preparador físico que cuida y vigila las cargas, el resultado suele ser muy bueno.

No lo sé, la verdad. Yo me sentí muy bien también en el año de Bilbao. Hay gente que dirá que aquel año fue muy bueno para mí. También me sentí bien en el año de Joventut, que hicimos también cosas muy importantes después de un año muy difícil. Lo mismo que pasó en Bilbao, donde también después de un año muy difícil se hicieron cosas muy importantes. Y yo estaba siendo importante, así que son cosas que se quedan ahí.

Este año pasa algo parecido. Yo estoy muy feliz, muy cómodo. Pero no puedo decir si esto es el mejor año de Marko Todorovic o si fue hace dos años en China.

Yo siempre digo que un buen resultado deportivo es muy difícil que no esté acompañado de un ambiente muy positivo. Muy rara vez ha pasado eso en mi carrera. De hecho en mi experiencia personal nunca ha sido así. Siempre han sido vestuarios muy sanos, donde hay mucha cercanía y cosas muy directas, muy honestas. Este vestuario está muy unido, muy comprometido y no hay ningún problema desde que estoy aquí.

Espina no. Quizás cuando un día me ponga a pensar, porque aún me queda mucho por recorrer, a lo mejor encuentro alguna. Pero de momento estoy muy feliz. La verdad que estoy muy feliz con cómo han ido las cosas. Quizás para algunos de fuera mi carrera sea un poco rara, pero yo la veo como una una carrera muy rica, una experiencia diferente, ¿no? Una que no va nunca por la vía fácil. Siempre me he exigido retos. Es parecido a lo que me pasó hace tres años en China.

Estaba muy bien en mi equipo con el equipo que había estado dos años y podía haber seguido ahí y no, quise cambiar. En este sentido soy un poco diferente, difícil de entender, pero feliz con mis decisiones y feliz con cómo está yendo todo.

Es increíble, pero era el sitio en el que más seguro me he sentido, porque era todo tan hermético, era todo tan disciplinado… El hecho de vivir tanto tiempo encima de un problema como era el coronavirus y estar tanto tiempo encerrado y sólo salir para ir al pabellón, hay que estar de acuerdo contigo mismo. Luego más o menos te acostumbras, si se puede decir eso.