"España nunca me ha llamado" | Deportes | EL PAÍS
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Reportaje:

"España nunca me ha llamado"

El delantero Mario Gómez, hijo de un emigrante granadino, debuta y marca con Alemania, de cuya Liga es el máximo goleador

El máximo goleador de la Bundesliga es "medio español". Se llama Mario Gómez García, tiene 21 años, juega en el Stuttgart y es hijo de un emigrante español y una alemana. Tiene la doble nacionalidad, pero juega con la selección alemana. Y golea. El miércoles debutó en Düsseldorf con el equipo absoluto ante Suiza, fue titular y marcó el segundo tanto de la victoria alemana (3-1). "No me esperaba ir convocado y fue uno de los mejores días de mi vida, una noche fantástica. De niño soñaba con jugar en la selección", explica Mario en un español poco fluido.

Gómez ha explotado este curso en el Stuttgart, tercero en la Bundesliga. Suma 11 tantos, un tercio de los marcados por su equipo, y encabeza la lista de goleadores junto a Klose (Werder Bremen) y Pantelic (Hertha). El seleccionador, Joachin Loew, lo incluyó en su última convocatoria y Gómez formó pareja con Kuranyi en los 58 minutos que jugó contra Suiza. Antes había sido internacional en todas las categorías desde los 15 años. "España nunca me ha llamado, siempre he jugado para Alemania. Me siento medio español, medio alemán, pero en el fútbol voy con Alemania", asegura el delantero. "En España nunca le ha interesado a nadie", se queja su padre, José. "Mi hijo es de corazón muy español, tiene muchos amigos españoles, pero empezó a jugar con niños alemanes y no supimos nada de España", añade.

El abuelo de Mario llegó desde Granada a Alemania para trabajar en un vivero de árboles. Le acompañaba su hijo, José, que entonces tenía 14 años. La familia se estableció en Riedlingen y José, ahora director de una firma de pintores, se casó con Christa. "Son una mezcla explosiva", comenta Mario, el segundo hijo de la pareja tras Jazzmine, de 24 años. "Mi padre me enseñó español y lo aprendí también en el colegio", dice el futbolista. Mario vive solo en Stuttgart, mientras sus padres permanecen en Riedlingen y los abuelos han regresado a Guadix. "Voy a España de vacaciones, a Granada, a una casa en la playa en Dénia y a Barcelona", afirma el delantero.

"Me siento orgulloso de ser medio español", sostiene Mario, un goleador "rápido, fuerte y grande [mide 1,87]", y que se desmarca a las bandas para abrir espacios. El goleador heredó su pasión por el fútbol de su padre, que jugó en equipos regionales de Alemania. "Desde pequeño estoy con una pelota en el pie", dice Mario, aficionado del Barcelona y admirador de Eto'o. "Sería maravilloso jugar en España, pero voy despacio, sin prisas", asegura. Su contrato con el Stuttgart finaliza en 2011 y en Alemania ya se especula con el futuro de Super Mario. Su padre todavía no se lo cree: "¿De verdad se habla en España de mi hijo?".

Mario Gomez
Mario Gómez en el amistoso entre Alemania y Suiza del miércoles.AP

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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