La violencia, tortura y sadismo contra animales ha sido y es empleo, espectáculo, parte de la cultura humana (especista) lo cuál es absolutamente vergonzoso, despreciable e inaceptable. Desde siempre han (hemos) existido personas en contra de estás prácticas y desde hace más de 20 años en México se consolidaron organizaciones antitauromaquia, en general la ciudadanía ha expresado su rechazo y repudio a la "Fiesta Brava", opiniones, sentires, quejas y exigencias que se han ignorado para continuar enriqueciendo y satisfaciendo a unos pocos. Es injusto que se siga debatiendo lo indiscutible, es injusto que las otras especies animales tengan que pagar con su dolor y su vida, su existencia, para saciar la codicia y perversión de los animales humanos.
Permaneceremos en la lucha por el reconocimiento de los derechos animales.
POR LA ABOLICIÓN DE LA TAUROMAQUIA EN MÉXICO Y EN EL MUNDO.