• El espectacular gol de tijera de Marcin Oleksy, candidato al Premio Puskás de la FIFA

• El futbolista amputado habla con FIFA+ de su nominación y del apoyo mostrado por una leyenda

• También reflexiona sobre la pérdida de una extremidad y las lecciones que le ha enseñado esa experiencia

Marcin Oleksy está que lo vierte… y en más de un sentido.  

El futbolista amputado polaco ha vivido dos semanas extraordinarias desde su nominación al Premio Puskás de la FIFA, con un aluvión de mensajes de felicitación por parte de amigos, familiares y otros jugadores; y con un montón de solicitudes de medios de comunicación para hablar con él.

“Mi teléfono se puso al rojo vivo, ¡pues no paraba de vibrar con todas las notificaciones!”, exclama riendo. “Todavía no me puedo creer que esté en la lista de nominados a un premio semejante. El sentimiento es cada vez mejor”. 

El día en que lo hemos entrevistado ha sido particularmente especial para Oleksy. Justo antes de sentarse a atender a FIFA+, su estelar compatriota Robert Lewandowski publicó en redes sociales un mensaje mostrándole su apoyo. Lewandowski ha ganado el premio The Best al Jugador de la FIFA los dos últimos años, y en esta ocasión vuelve a ser uno de los aspirantes al galardón. 

“Es muy agradable que te mencione Robert”, admite. “Estar entre los nominados en los mismos premios que él es todo un privilegio, y estoy muy orgulloso. En Polonia, mucha gente adora a Robert y lo admira. Lleva un par de años siendo embajador del fútbol polaco para amputados. Lleva apoyando nuestro fútbol mucho tiempo”.  

El remate acrobático de Oleksy nominado al premio te deja sin aliento cada vez que lo miras. Después de que un compañero situado tras él centrase picando el balón al primer toque, el polaco de 35 años exhibió una técnica, una capacidad atlética y un ingenio asombrosos para elevar su cuerpo a media altura y enviar el balón a gol con un remate de tijera.     “¡Lo recuerdo todo del gol!”, afirma Oleksy, que marcó el tanto el pasado noviembre con el Warta Poznan, en un encuentro de liga contra el Stal Rzeszow. “Mi compañero Dawid [Novak] dio el pase. Cuando lo vi encarar el balón, supe que vendría hacia mí. Lo empalmé con mucha limpieza. Fue puro…”.

“Cuando golpeé el balón, seguí toda su trayectoria con la mirada y lo vi entrar junto al poste. Siempre quise marcar un gol precioso. Puede verse lo orgulloso que me puse después de marcar. Me puse en pie, erguido, y saqué pecho. Estaba muy pero que muy feliz”, resalta.    Si bien era un futbolista talentoso desde pequeño, a Oleksy no siempre se lo ha conocido por su destreza goleadora. Inicialmente era portero y tenía como ídolo al astro del Real Madrid Iker Casillas, hasta que su vida cambió irreversiblemente el 20 de noviembre de 2010.

Oleksy, que entonces tenía 23 años, estaba trabajando en obras viales cuando un vehículo se desvió de su camino y se dirigió hacia él, provocando que una maquinaria pesada le cayese encima y le aplastase las piernas.     “En ese momento no sentí dolor. Simplemente tuve miedo, pensando si viviría o moriría”, recuerda.  

Oleksy fue perdiendo y recuperando la consciencia mientras lo trasladaban a toda prisa al hospital, y allí siguió haciéndolo después de que lo tratasen con analgésicos.      “Luego desperté, después de la operación”, relata. “Ahí es cuando vi lo que había pasado: que una de mis piernas había desaparecido”.      “No me sentí triste por ello. Quizás porque, justo después del accidente, vi el aspecto que tenían mis piernas, por lo que de algún modo estaba preparado para ello”, puntualiza.     No hace falta pasar mucho tiempo en compañía de Oleksy para darte cuenta de su personalidad magnética. Posee una amabilidad natural, e ilumina la conversación periódicamente con su amplia sonrisa, su humor autocrítico y su risa contagiosa.

Esta actitud fue la que contribuyó a levantar los ánimos inmediatamente después de su operación.  

“Mi familia vino a verme; todos estaban tristes, llorando”, recuerda. “Yo quise hacer algunas bromas para que la situación fuese más alegre. Todos empezaron a reírse, y creo que eso nos vino bien a todos. Enseguida conseguimos levantar el ánimo”.  

Oleksy admite, no obstante, que el periodo posterior a recibir el alta hospitalaria fue sumamente difícil; especialmente porque su pareja, Ewelina, estaba con un embarazo avanzado.

“Cuando salí del hospital, estaba en una silla de ruedas. Al principio fue muy duro para mí, porque la mayoría de las obligaciones cotidianas tenía que hacerlas mi pareja. Ella estaba embarazada, y yo me sentía como otro bebé. Me sentía muy mal por ello. Ella no podía tener tiempo para sí misma, porque estaba cuidándome”, explica.

“Estoy muy agradecido por lo que hizo por mí. Gracias a ella, conseguí volver a ser yo mismo”, destaca.     Oleksy estuvo dos años en silla de ruedas antes de empezar a andar con muletas, pero no volvió a jugar al fútbol en competición… hasta 2019.

“La primera vez que le di una patada al balón después de mi accidente fue con mi hijo, Tomasz, y eso me dio muchísima felicidad”, explica. “Además, fue como un punto de inflexión para mí. Empecé a entrenarme de nuevo, y después empecé a jugar al fútbol para amputados”.     Una vez reavivada su pasión por jugar al fútbol, Oleksy pronto empezó a labrarse un nombre en la modalidad y, gracias a sus excepcionales actuaciones, fue convocado con la selección polaca para amputados. El seleccionador del equipo, Artur Kurzawa, resalta que la calidad y la personalidad de Oleksy lo convierten en un miembro imprescindible de la plantilla.    “¡Marcin es un tipo muy loco!”, afirma Kurzawa a FIFA+. “Además, está muy motivado para ser el mejor. Hace un año estaba hablando con él en el bar y dijo: ‘Este va a ser mi año’. Ahora llevamos unas semanas de 2023 y tiene esta nominación a uno de los premios más importantes del fútbol…”.     “En la última concentración de la selección nacional, ¡todos los jugadores querían una foto con su pierna por haber marcado un gol tan increíble! Todo el mundo adora a Marcin, porque es muy positivo”, añade.

Ya antes de que su caché se disparase con su inclusión en la lista de candidatos al Premio Puskás, la vida de Oleksy era bastante ajetreada. Sigue estando empleado en la construcción, y se levanta cada día a las 5:00 para ir a trabajar. Termina a las 15:00, y entrena al menos tres veces por semana con el Warta Poznan y la selección de Polonia. Además, tiene dos niños de los que ocuparse: Tomasz, que ahora tiene 12 años, y su hija de 5 años, Antonina.   

“Mis hijos están muy orgullosos de mí”, afirma Oleksy. “Los compañeros de clase de mi hijo le dicen: ‘Hemos visto a tu padre en fotos con Kylian Mbappé, ¡ahora es famoso!’ Creo que quieren que les firme autógrafos… Sigo sin poder creerme que me hayan nominado en medio de semejantes jugadores, semejantes superestrellas. ¡Espero que ellos también estén contentos por haber sido nominados junto a mí!”.  

Dejando fuera del asunto a su propio gol, Oleksy indica que el golazo de Mbappé en la final del Mundial estaría entre sus tres favoritos al Premio Puskás, junto con el sensacional disparo lejano de Dmitri Payet y –su opción número uno– la espectacular volea de Francisco González Metilli. 

Para Oleksy, estar aspirando a un premio tan ilustre representa un éxito colectivo para su disciplina: el fútbol para amputados.

“Espero que el mundo pueda ver que estamos haciendo lo que más nos gusta hacer. Estoy muy contento por este deporte. Siento que no fui yo solo quien metió el gol, sino que toda la familia del fútbol para amputados marcó el gol de forma conjunta”, resalta.     Entre las numerosas virtudes de Oleksy –valor, perseverancia y generosidad de espíritu, por citar solo algunas–, tal vez su mayor cualidad sea su inquebrantable actitud positiva. Y esa perspectiva lo ha guiado durante toda su inspiradora trayectoria…     “Después del accidente, mi vida podría haber tomado una dirección totalmente distinta”, observa. “Podría haber ido a mal, pero me hice más fuerte”.      “Sé que puedo lidiar con cualquier problema. Ha sido una lección para mí, y he sobrevivido a esta lección. Tal vez suene estúpido, pero soy feliz sin mi pierna, y soy feliz en la vida”, concluye.

Imagen cortesía de Cyfrasport / Amp Futbol Polska