Susana del Río Villar (Madrid, 1966) vive la Unión Europea en primera persona. Es una de las académicas que más profundamente conoce las instituciones europeas  y que mejor sabe explicarlas. En su último libro, Doce mujeres europeas. Construyendo la Unión Europea, con prólogo de Íñigo Méndez de Vigo, publicado por la Editorial Universidad de Granada, analiza los hitos de la construcción europea, dónde estamos y hacia dónde se dirige la política europea a través de una docena de vidas excepcionales. El libro estará en las librerías en unas semanas. Es una obra imprescindible en un año electoral en la UE: entre el 6 y el 9 de junio se celebran elecciones en los Veintisiete para elegir al nuevo Parlamento comunitario. "La UE sigue siendo un ejemplo de cómo hacer política, de búsqueda de consenso, de debate parlamentario. La política nacional tiene que aprender del modelo europeo. La política europea es un ejemplo de dialéctica de esgrima, por supuesto a veces con debates enfrentados, pero de política constructiva. Es muy importante que la política nacional de confrontación no invada la campaña para las elecciones de junio".  

Según Susana del Río, los llamados cisnes negros de los últimos tiempos, desde el Brexit a la pandemia y la guerra en Ucrania, han hecho reaccionar a la UE, que ha respondido a desafíos como la dependencia energética. "Uno de los grandes retos de la UE es, sin perder un ápice de su sello regulatorio excepcional en el mundo no ahogar a las empresas y saber dar flexibilidad en cuestiones trascendentes como la transición ecológica. "La UE es un ejemplo de gobernanza multinivel", remarca la experta, que tiene un curriculum vitae extraordinario. Es doctora en Ciencias Políticas, Premio extraordinario de doctorado en Ciencias Sociales y Jurídicas. Además, es académica de la Academia Europea de Ciencias y Artes de Salzburgo, y directora del ciclo Conversaciones UE. Retos de la legislatura europea 2024-2029 y del Grupo de Expertos Convención sobre el futuro de Europa", miembro del Consejo Académico de Fide y profesora de UE en el Máster del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

Pregunta.- ¿Cuál es tu valoración del Parlamento, del Consejo Europeo y de la Comisión Europea salientes? ¿Qué se podría haber hecho mejor? 

La Comisión Europea ha demostrado que es capaz de ser gobierno europeo. Es un gran hito de esta legislatura"

Respuesta.- Ha sido una legislatura decisiva, como lo será la próxima. En esta legislatura Parlamento, Consejo Europeo y Comisión han tenido que hacer frente a los cisnes negros, desde el Brexit, Covid-19, guerra en Ucrania, y ahora guerra en Gaza. Han sido capaces de llevar a cabo un diálogo interinstitucional sólido, a gran nivel. En el Covid-19 cada institución tenía que dar lo mejor de sí misma y fraguar con las otras instituciones una campaña de vacunación coordinada. Han buscado consenso continuamente. Y el Parlamento Europeo, incluso de forma telemática con muy pocos eurodiputados en Bruselas en el hemiciclo, era el que exponía primero la necesidad de vacunas poniendo voz a los ciudadanos, representando. La Comisión Europea recogía el mandato de los ciudadanos a través de nuestros eurodiputados. La Comisión ha demostrado que es capaz de ser gobierno europeo. Es un gran hito en esta legislatura. En estas crisis sucesivas, se ha visto que el Ejecutivo de la UE actuaba como gobierno real. Eso no se debe perder. La UE necesita un gobierno europeo.

También hemos visto que el tópico de que la UE funciona de manera lenta se ha caído. La UE ha sido capaz de sacar adelante la campaña de vacunación y los fondos de recuperación Next Generation EU en un tiempo récord. Han funcionado como catalizadores estas crisis porque han hecho que la UE diese respuestas útiles, tangibles, en poco tiempo. Los ciudadanos de la UE han visto la capacidad de la UE y las decisiones europeas han estado en los medios de comunicación todos los días, algo que no solía suceder. Este entrenamiento no se debe perder de cara a la campaña de las elecciones europeas para la nueva legislatura ni en la legislatura que comenzamos pronto 2024-2029.

Hay que abrir una vía para pasar de la unanimidad a la mayoría cualificada y agilizar la decisión política. La unanimidad, obstaculiza, bloquea, la capacidad de tomar decisiones que han de adoptarse a veces con urgencia"

SUSANA DEL RÍO

P.- ¿En qué ha fallado?

R.- Al final de la legislatura en donde ahora nos encontramos, se ha vuelto a activar una fuerza centrípeta en cada una de las instituciones europeas, miran cada una de ellas más a sí mismas que a la capacidad enorme interinstitucional. Ahí se encuentra en gran medida el poder europeo. Ahora hay cierta dispersión. La Comisión Europea no está funcionando tanto como Ejecutivo europeo, si bien ha sido ágil para abrir el corredor marítimo en Gaza, por ejemplo, o en impulsar la necesidad de crear una verdadera Defensa y Seguridad común.  

En relación al debate con los ciudadanos, la Conferencia sobre el Futuro de Europa al final tuvo que concentrarse en un año, debido al Covid y a que Macron, impulsor principal de la Conferencia, quería que terminase durante la Presidencia francesa del Consejo de la UE. Por señalar algo que podía haberse estructurado mejor, una de las principales herramientas, la plataforma multilingüe, no estuvo bien ordenada. Estaban muy mezclados los temas eje, vertebrales, con otros que no tienen tanta prioridad. La balanza sigue siendo positiva, pero ha habido que aclarar que la Conferencia sobre el Futuro de Europa no tiene el mandato jurídico vinculante que tiene una Convención Europea, como las dos Convenciones: la que elaboró la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y la del proyecto de Constitución europea; pero sí ha puesto sobre la mesa que es necesaria una reforma de los Tratados y que hay que abrir una vía para pasar de la unanimidad a la mayoría cualificada y agilizar la decisión política. La unanimidad, obstaculiza, bloquea, la capacidad de tomar decisiones que han de adoptarse a veces con urgencia. Los Estados miembros, han sido capaces de llegar a consensos muy importantes. Esto, debe quedarse plasmado en la nueva legislatura, y no solo para temas que requieren premura. 

El poder político de la UE pone nerviosos a Trump y a Putin. El poder continental de la UE es Europa"

Ahora que hablamos mucho del despertar geopolítico de la UE, hemos de señalar que la Comunidad Política Europea, lanzada en octubre de 2022 por Macron en Praga, durante la Presidencia checa del Consejo de la UE, es importantísima. Al unirse los 27 Estados miembros con 17 países que quieren estar bajo el paraguas de defensa común, protección, la Libertad, la democracia... otorga a la UE un poder continental crucial en el tablero de ajedrez global. Así, Europa puede recuperar el poder político y geoestratégico que ha tenido en la Historia. Ese poder político de la UE pone nerviosos a Trump y a Putin. El poder continental de la Unión Europea es Europa. Ojalá se entienda así en la nueva legislatura. La última cumbre de la Comunidad Política Europea, CPE, se celebró el 5 de octubre de 2023 en Granada un día antes del Consejo Europeo informal en el marco de la Presidencia española del Consejo de la UE. Aquí quiero destacar que la próxima cumbre de la Comunidad Política Europea se celebrará en Inglaterra el 18 de julio en el Palacio de Bienheim. Aquí podemos encontrar un mensaje más en relación al poder continental europeo, la geoestrategia de nuestro tiempo.

P.- ¿Cree que es posible que se termine con la unanimidad? 

R.- Es posible pero requiere una atención y acción constante lograrlo y también de acontecimientos extraordinarios que son los que nos hacen ver a ciudadanos y representantes políticos que hay un riesgo real, como pasa ahora con la amenaza de Rusia. Ese riesgo hará pensar a los jefes de Estado y de gobierno que hay que pasar a la mayoría cualificada. Veo más difícil la reforma de los Tratados más integral. También considero necesaria la sincronización real, complementaria, entre la negociación intergubernamental, dando muchas veces prioridad a las soberanías nacionales, y la visión, y también estrategia, común europea, la de la soberanía europea. La reforma de los Tratados, conlleva una profundización política de la UE que debe conjugarse con la ampliación. Son dos cuestiones que se alimentan y necesitan mutuamente para remar a favor del proceso de integración europea.

P.- ¿Qué valoración le merece el trabajo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen? ¿Debería repetir?

R.- Para mi en la balanza la gestión que ha hecho Ursula Von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea es positiva. Ha gestionado de una forma ágil, de una manera política, ejecutiva, rápida, las crisis de esta legislatura. Ha elevado la Comisión Europea a gobierno europeo. Ha desplegado las directrices de las  transiciones ecológica y digital reaccionando y dando respuestas a algunas protestas como la de los agricultores. Ha promovido que la UE fabrique sus propios chips. Y ahora está  impulsando la política de seguridad y defensa europea. Ya ha anunciado que si sigue un segundo mandato habrá un comisario de Defensa y se ha comprometido con el empuje a la industria de defensa europea. Eso es trabajar acorde con los tiempos. Viene del ala moderada de la CDU por lo que, si repite en su cargo, mirará desde el centroderecha al centro; lo que necesita la UE. Aunque no fue elegida a través del modelo de los Spitzenkandidaten, para la próxima legislatura ya ha dado su discurso como candidata del grupo del PPE y sí es la Spitzenkandidat. Tendrá así la legitimidad añadida que otorga ese voto de los ciudadanos a través del Grupo parlamentario más votado. 

P.- Estamos en un momento crucial este año, cuando se celebran elecciones europeas en pleno auge del populismo. ¿Pueden formar los partidos populistas una minoría de bloqueo? ¿Suponen una amenaza?

R.- Es una amenaza pero no va a ser tan grande como algunos imaginan. En 2019 el auge de los extremismos y populismos era un factor de riesgo, pero después de esas elecciones, el hemiciclo siguió siendo europeo. Respecto a los gobiernos de los Estados, por ejemplo, en Italia la primera ministra Giorgia Meloni, de un partido como Fratelli d’Italia, ha tenido que unir su voto a partidos más moderados y europeístas. Los ciudadanos se dan cuenta de que los partidos extremistas, de uno u otro signo, fracturan la UE desde dentro y que decisiones como los fondos de recuperación no se podrían haber tomado con bloqueos extremistas y populistas. La clave, para mí, es el centro, en la política y, especialmente, en el Parlamento Europeo. 

P.- ¿Cree que el PPE se inclinará por acercarse a ellos?

La UE nunca será extremista porque esa no es la misión para la que nació"

R.-  Dependerá de la fuerza del Partido Popular Europeo. En la última etapa de esta legislatura, Manfred Weber, presidente del PPE, parece más inclinado a pactar con ellos si el contexto lo requiere. Si el resultado es holgado para el Grupo Popular Europeo, no necesitará quizá ni planteárselo y la legislatura será moderada, de centro con la alianza de nuevo con socialistas y liberales. Yo creo firmemente que la UE nunca será extremista porque esa no es la misión para la que nació. Tampoco su modelo institucional ni su método de tomo de decisión tienen un enfoque populista o extremista. Los valores de la Unión Europea, el Estado de derecho, su modelo constitucional funcionan como vectores integradores y equilibradores. Esto es muy importante y, aún más, en el mundo en el que vivimos. Creo que el ciudadano votará más con el enfoque al centro. Los partidos populistas, de cualquier tipo, son una amenaza pero creo que en las elecciones no tendrán tanta fuerza al final. Querrán entorpecer con su euroescepticismo la labor de la UE pero creo, y espero, que la alianza entre populares, socialistas y liberales europeos volverá a ser visible en nuestro Parlamento supranacional.

P.- La clave es que el ciudadano sea consciente de ese peligro, del riesgo que supone para la UE, y de lo que se consigue cuando hay consensos. Es decir, que sepa lo que está en juego si estos partidos son decisivos en el nuevo Parlamento Europeo. Pero ellos trasladan muy bien su mensaje. 

R.- Es cierto. Echan la culpa a Europa y confunden al ciudadano de a pie. Lo que tienen que recordar en esta campaña electoral los partidos verdaderamente europeístas es que, sin ser europeos, no habríamos tenido por ejemplo la campaña de vacunación o los Next Generation EU. Hay una asignatura pendiente enorme, además del tema migratorio, es que el marco regulatorio se acople, con ritmo realista, a las necesidades de algunos sectores. Por ejemplo, la transición ecológica tiene un coste y no se hace de un día para otro. Hay que tener en cuenta a quienes afecta la transformación ecológica. El Pacto Verde Europeo es necesario para combatir el cambio climático pero hay que ir revisando cada fecha, cada número a conseguir, cada porcentaje de manera realista. Ahí estará  la manera de llevar a buen puerto esta relevante singladura. Un ejemplo claro es la Agricultura. Para mí un reto fundamental para la legislatura que vamos a estrenar es conseguir sincronizar la doble transición ecológica y digital.

Un agricultor no puede ver como amenaza a su subsistencia los marcos regulatorios de la UE"

Para lograr la reindustrialización de la UE, la autonomía estratégica que desde los ámbitos de Seguridad y Defensa se desplegado a todos los sectores, la transición verde y digital, la UE ha de ser capaz de no perder un ápice de su sello regulatorio y a la vez ver con cada sector cuándo se pueden alcanzar los objetivos. Ha de saber acompasar números, datos, con tiempos y recursos reales. Y mirar a la realidad. Un agricultor, por ejemplo, no puede ver como una amenaza a su subsistencia los marcos regulatorios de la UE. Si pasa eso, se inclinará por partidos quizá extremistas. Los partidos europeístas deben transmitir que la UE es capaz de flexibilizar algunos parámetros y adaptarse a las demandas de algunos sectores como la agricultura. Pero hay que explicarlo muy bien porque el discurso extremista envía mensajes a veces irrealizables que los ciudadanos quieren escuchar. Hay que decir a los ciudadanos que se planteen cuál es la alternativa: qué habría pasado con los fondos de recuperación o las sanciones a Putin, o la ayuda a Ucrania sin la existencia y el trabajo de la Unión Europea.

P.- La clave es cuál es la alternativa. Es decir, donde estaríamos sin la UE. Putin camparía a sus anchas. 

R.- Efectivamente. La Unión Europea es necesaria como poder geopolítico. También como modelo de reacción y de respuestas coordinadas. Sin la UE no habríamos tenido vacunación en menos de un año para todos los países, por ejemplo. Ni fondos de recuperación. ¿Qué habría pasado si hubiéramos vivido la pandemia sin la UE? Nos dimos cuenta de que es necesaria una UE de la salud. La competencia de Sanidad es de cada Estado miembro y la pandemia ha hecho tangible la necesidad de conjugar la decisión europea con las nacionales. El secreto es explicar que, aunque la UE no es perfecta, el proceso de integración europea es necesario para la estabilidad geopolítica mundial, por sus valores y por el equilibrio que aporta en derechos fundamentales. También en asuntos tangibles como salud, empleo, política sobre la mujer… Esta legislatura ha sido increíble, utilizando una expresión coloquial diría que una pasada a nivel europeo y al significado de lo que es la UE.

P.- Y lo que está pasando en Rusia es porque Putin no quiere que Ucrania sea parte de la UE. 

R.- Volodimir Zelenski nos llama la atención sobre lo que significa la Unión Europea. Destaca cómo la UE es decisiva. A los países aspirantes hay que exigirles por supuesto exámenes, filtros, en el camino hacia la adhesión, en el proceso para intentar conseguir ser miembros de la UE. Pero hay que destacar su gran convicción sobre que quieren ser europeos. Y eso nos da poder a todos. 

P.- Porque la UE es una vacuna contra el totalitarismo. 

R.- R.- Totalmente. Y contra la mentira. Y eso pienso que enlaza con Hannah Arendt por su reflexión sobre la mentira, a la que ahora, a veces, llaman posverdad. Hannah Arendt, viajó a EEUU buscando ser libre y allí se hizo ciudadana americana. Ahora, sería una ciudadana europea orgullosa.