Lacey Fletcher, una mujer de 36 años que padecía de autismo y no hablaba, murió de forma lenta y dolorosa: postrada en un sofá donde permaneció durante 12 años; las autoridades la encontraron podrida y fusionada al mueble.
El desgarrador caso de Lacey Fletcher, la mujer de 36 años, originaria de Luisiana, en Estados Unidos, que falleció después de permanecer postrada por 12 años en el sofá de su casa donde vivía sola, no deja de sorprender.
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Medios estadounidenses aseguran que la joven padecía de una discapacidad mental, por lo que el caso sería de negligencia por parte de sus padres, quienes dejaron que su hija viviera en total autonomía a pesar de su discapacidad, lo que llevó a su muerte.
El caso sorprendió al pequeño pueblo de Slaughter, donde los padres de Lacey, Clay y Sheila Fletcher, incluso eran líderes de la iglesia evangélica en su comunidad.
El forense Ewell Dewitt Bickham III dijo que Sheila Fletcher llamó al 911 el 3 de enero de 2022 para informar la muerte de su hija, pero cree que murió uno o dos días antes. El forense describió la escena como “espantosa” cuando llegaron los bomberos.
Fue encontrada con la piel podrida y los huesos expuestos. El hambre fue una de las principales causas de su muerte. Es más, algunos lo determinaron como una muerte en vida, ya que la joven se pudrió poco a poco hasta morir.
Según informes, a la mujer de 36 años le diagnosticaron autismo y sus padres afirman que intentaron alimentarla pero ella se negó a comer, lo que le impidió levantarse del sofá y su posterior muerte.
Shelia y Clay Fletcher se declararon culpables de los cargos de asesinato en segundo grado y fueron condenados a 40 años de cárcel, producto de la negligencia extrema, que según reportes de la Policía, fue el peor caso que habían presenciado.
Pese a todas las pruebas presentadas en su contra, Sheila y Clay Fletcher aseguraron durante el juicio amar a su hija, porque le instalaron un baño portátil en su cuarto y le llevaban comida.