Luis García Berlanga - Biografía | ARTIUM - Biblioteca y Centro de Documentación

Luis García Berlanga

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Biografía

Luis García Berlanga Martí nace en Valencia el 12 de junio de 1921, en el seno de una familia de origen burgués y republicano.

Escribe poemas desde muy joven, con apenas quince años. En esos momentos estalla la Guerra Civil y debe  abandonar los estudios, hecho que le permite tomarse, según sus propias palabras "unas largas vacaciones". Es entonces cuando comienza a ver mucho cine, a leer y a adquirir una gran cultura. Una película que le impresiona profundamente es Don Quijote (1933), de Pabst. Este film marcará definitivamente su futuro profesional.

Su padre es condenado a muerte y él, con la intención de impedir la ejecución, decide alistarse voluntario en la División Azul y partir a Rusia. Sin embargo, su sacrificio es inútil, ya que no consigue que perdonen a su padre la pena de muerte.

Al regresar de la guerra comienza a estudiar Filosofía y Letras, pero se ausenta de clase constantemente para asistir al cine a ver películas extranjeras. Es entonces cuando comienza a escribir guiones. En 1944 toma la decisión de dedicarse profesionalmente al mundo del cine. En 1947, ingresa en la primera promoción del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC), en Madrid, futura Escuela Oficial de Cinematografía, y se diploma como director en 1950. Allí conoce a uno de los hombres que más le influirán en sus primeros años, Juan Antonio Bardem, que colaborará en sus primeras películas. De aquella época son los primeros cortometrajes Paseo por una guerra antigua y Tres cantos, ambos de 1948; El circo, 1949 y Se vende un tranvía, 1950.

Al terminar en el instituto funda, junto con otros socios, entre los cuales se encuentra, Juan Antonio Bardem, una empresa de producción llamada Altamira. Junto a Bardem debuta como director y guionista en 1951 con la comedia Esa pareja feliz. Ambos directores serán considerados renovadores del cine español de posguerra.

Su cine es irónico y satírico sobre diferentes situaciones sociales y políticas. Durante la dictadura franquista consiguió burlar la censura de la época con situaciones y diálogos no muy explícitos pero de inteligente contra-lectura y pudo así realizar proyectos tan atrevidos como Los jueves, milagro.

 
García Berlanga debutó en solitario con su popular ¡Bienvenido, Mr. Marshall! (1952), premiado en Cannes y con guión de Bardem, el dramaturgo Miguel Mihura y del propio Berlanga,  que nutrieron su cine con sátiras, farsas y humor negro, todo ello aderezado con una crítica esperpéntica sobre la realidad española de entonces. 

 

En la década de los 50 rodó también Novio a la vista (1953); Calabuch (1956), Premio de la OCIC en Venecia; y la ya citada Los jueves, milagro (1957). Comenzó la década siguiente con dos de sus mejores aportaciones al cine español: Plácido (1961) y El verdugo (1963). La primera fue muy aplaudida por la crítica internacional y aspiró al Oscar de Hollywood como mejor película extranjera, mientras que El Verdugo, con guión propio y de Rafael Azcona, tuvo también una excelente acogida y ganó en Venecia el Premio Humor Negro.

 

De su producción en los setenta destaca Tamaño natural (1973), y su original denuncia de la corrupción del poder en La escopeta nacional (1977). En los ochenta, década en la que recibió el Premio Nacional de Cinematografía, (1981), y la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983), Berlanga volvió a representar a España en los Oscar con Patrimonio nacional (1981), y estrenó La vaquilla (1985), y Moros y cristianos (1987).

Durante su carrera cinematográfica, hubo largos períodos de inactividad que, según el propio Berlanga, fueron debidos a causas ajenas que se escapaban de su control, unas veces por falta de nuevos proyectos y otras veces por falta de ideas. Lo cierto es que se puede intuir que uno de los posibles motivos de estos prolongados períodos de falta de actividad es la escasez de éxito taquillero de la mayoría de sus películas, a pesar de la enorme acogida que tenían por parte de la crítica. Y es que el triunfo popular le llegó muy tarde, hacia mediados de los años 70, con La escopeta nacional. Sólo hubo anteriormente dos excepciones que obtuvieron una buena respuesta en taquilla: Bienvenido Mr. Marshall (1952) y Calabuch (1956).

Tras el éxito de La escopeta nacional, ingresa en la Filmoteca Nacional como presidente, prestando una gran labor. Entre otras cosas, consiguió recuperar el cine Doré como sede del organismo. Pero también planteó muchas propuestas que nunca verían la luz, como el proyecto denominado Pantalla Libre, con el que pretendía proyectar películas realizadas por aficionados en lugares públicos, algo muy novedoso, pero que fracasó por la ausencia de apoyo. En 1982 abandonó el cargo por  falta de entendimiento con la Dirección General de Cinematografía.

En 1993 el largometraje Todos a la cárcel fue premiada con tres Goyas (película, director y sonido), y el propio Berlanga como mejor director para el Círculo de Escritores Cinematográficos. París-Tombuctú (1999), cerró esta década con el Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) y un galardón del Festival Internacional de Mar de Plata.

El realizador valenciano, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1989, debutó en 1995 en la dirección escénica con la obra de Eduardo Escalante Tres forasteros de Madrid, estrenada en el madrileño Teatro Rialto.

El universo de Luis García Berlanga está repleto de influencias culturales de todo tipo. Los directores extranjeros que más le marcaron son Frank Capra y René Clair y el movimiento del que es totalmente deudor, el neorrealismo italiano.

Durante su vida profesional, que el propio Berlanga tildó de «libertaria e individualista», hizo una brillante labor en pro del cine español. El cineasta, presidente honorífico de la Academia Española de Cine, fue uno de los artífices de esta institución presentada oficialmente en 1986, y es Doctor «honoris causa» por las Universidades Complutense de Madrid 1989 y Politécnica de Valencia, 1997.

La última aparición pública de Berlanga fue en mayo de 2010, en el acto de inauguración de La Sala Berlanga, antiguo cine California, un espacio destinado a convertirse en un punto de referencia del cine español, iberoamericano y europeo independiente. Falleció en su casa de Madrid el 13 de noviembre de 2010 a los 89 años, por causas naturales.