Luis Chávez y su temerario fichaje en el Dinamo de Moscú, cumplir un sueño en medio de la guerra | EL PAÍS México
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Luis Chávez y su temerario fichaje en el Dinamo de Moscú, cumplir un sueño en medio de la guerra

El mediocampista, de 27 años, pagó su propia cláusula de rescisión para dar el salto al fútbol europeo

Luis Chávez
Luis Chávez, futbolista de la selección mexicana, durante un partido con el Tri en Arlington, Texas.Omar Vega (Getty Images)

El hecho de marcar un gol en el Mundial inmortaliza a los jugadores. Hacerlo de tiro libre aún más. Así pasará a la historia Luis Chávez (Ciudad Guzmán, Jalisco, 27 años), quien conectó un zurdazo para marcar uno de los goles más estéticos para México en una Copa del Mundo. Ese hito parecía servirle para ser fichado en algún club europeo. Desde diciembre hasta agosto estuvo a la espera de una oportunidad en Países Bajos o donde fuera. Lo que sí le llegó una oferta desde Moscú para jugar en el Dinamo. Para dar el sí, el mediocampista tuvo que sortear obstáculos para poder recalar en otro obstáculo: jugar en una Liga alejada de la UEFA y en un país en guerra.

Chávez jugaba en el Pachuca desde 2019. En 2022 tuvo el mayor salto de su carrera al llegar a la selección mexicana bajo el mando de Tata Martino. En los meses previos al Mundial de Qatar fue una de las sorpresas en la lista final e incluso fue titular durante los tres partidos que México jugó. Pese al errático sistema de Martino, Chávez era uno de los pilares del equipo. Su histórico gol lo hizo contra Arabia Saudí y, por minutos, alimentó la esperanza de que el Tri pasara de forma agónica a octavos de final. Chávez fue uno de los pocos jugadores que recriminó la forma de encarar el torneo por parte de su entrenador: “Contra Argentina no entendimos lo que quiso plantear”. Fuera de eso, Chávez fue el mayor ejemplo de cómo los futbolistas mexicanos debutan tarde y tienen sus primeras oportunidades después de los 25 años.

El anhelo de jugar en Europa se complicaba para Chávez. El Feyenoord de Países Bajos preguntó a Pachuca por el jugador aunque no prosperó nada. Al club le llegó una tentadora oferta de otro equipo mexicano, el Monterrey, que quería pagarle un salario suculento a Chávez. El jugador se negó. No quería dinero, quería jugar fuera de México. Sonó una propuesta del Dinamo de Moscú, pero el club encontró problemas para dejarle ir debido a la invasión rusa en Ucrania. Los directivos de Pachuca se lo plantearon así: se quedaba o podía pagarse él mismo su cláusula de rescisión de contrato. El jugador no lo dudó y se dispuso a pagar cinco millones de pesos. Es, de esa forma, el primer jugador mexicano que toma el destino en sus manos para jugar fuera de México.

“Se fueron presentando muchas trabas y mucha incertidumbre con lo que iba a pasar conmigo y hasta parecía que me quedaba sin equipo. Yo y mi representante teníamos una idea, la seguimos y trabajamos para lograr ese objetivo”, contó Chávez este miércoles a Televisa antes de partir rumbo a Rusia. “Gracias a dios nos vamos a subir a ese avión para cumplir ese sueño”, agregó el futbolista de semblante taciturno. Por décadas, el precio de los jugadores mexicanos se ha inflado debido a los altos salarios pagados en la Liga de su país, lo que complica que los equipos europeos puedan ficharlos. Tras la crisis en Qatar, la Federación Mexicana de Fútbol ha pedido a los dueños ser más flexibles, como ocurre en Argentina, Brasil o Uruguay.

El 24 de febrero de 2022 Rusia invadió y atacó Ucrania. Vladímir Putin, presidente ruso, ordenó atacar la región de Donbás. El presidente ruso defendió en el mensaje con el que abría las hostilidades contra Ucrania que los enfrentamientos entre las fuerzas ucranias y rusas eran “inevitables” y “solo una cuestión de tiempo”. Desde entonces, han sido jornadas de horror, miedo y sufrimiento en territorio ucranio. En Rusia, sin embargo, cientos de empresas se marcharon del país por las medidas bélicas y otras más restringieron cualquier conexión rusa. Cuatro días después del ataque, la UEFA suspendió a todos los equipos rusos de sus competencias.

Chávez se encontrará con otros latinos como el paraguayo Roberto Fernández, además de los uruguayos Nicolás Marichal y Diego Laxalt. En el Zenit, vigente campeón ruso, juegan los colombianos Wilmar Barrios y Mateo Cassierra. Los representantes de Luis Chávez son Ambar Northern Holding, una empresa que se ha dedicado en buscar oportunidades para futbolistas sudamericanos. “Nuevo reto, mismo guerrero. [Estamos] orgullosos de la determinación con la que enfrentas esta nueva etapa de tu carrera profesional”, le dedicaron en un mensaje en redes sociales. Chávez, de la mano de su pareja y ajeno a toda la convulsión europea, solo quiere jugar.

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Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. También se encarga de informar de historias deportivas de México. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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