El Ferrari que no era para Steve McQueen pero el actor compr� 'por accidente'

Dicen quienes m�s conocen la historia de Steve McQueen que el americano no era un actor que fingiera amar el peligro, las mujeres y los coches r�pidos, sino un hombre cuya forma de vida era el riesgo y al que se le daba bien actuar.

De hecho, la industria del cine norteamericano y el gran p�blico comprendi� r�pido que hab�a pel�culas en las que McQueen se interpretaba a s� mismo, como Le Mans (hacer aquella pel�cula fue un empe�o por su parte contra viento y marea), Bullit o La Gran Evasi�n. Se respiraba la autenticidad en cada golpe de volante o salto con la moto.

Y aunque su imagen se haya asociado en la mente de varias generaciones con el Mustang que hac�a derrapar en Bullit, lo cierto es que los coches que le perd�an eran sobre todo los Ferrari. S�, tuvo Jaguar e incluso y Porsche 911 S, pero fue propietario cuatro coches de la marca italiana, incluido un h�per exclusivo 275 Nart Spider.

Solo diez unidades del Nart

El Nart (acr�nimo de North American Racing Team) era un coche dise�ado por Scaglietti que mand� hacer Enzo Ferrari a petici�n de Luigi Chinetti, gerente de un concesionario de Estados Unidos, que demandaba un Cabrio para su clientela. Y aunque la idea era producir 25 unidades, solo se fabricaron 10, uno de los cuales fue a parar a manos de Steve McQueen.

Pero un mal d�a el actor se encontraba parado en un sem�foro en Malib� cuando otro autom�vil embisti� al suyo por detr�s, dejando el querido Ferrari para el desguace. Y ojal� en lugar de achatarrarlo lo hubiesen conservado y reparado; ten en cuanta que hace ya 10 a�os se subast� una unidad id�ntica por 25 millones de euros...

El 18 de agosto, a subasta

Es as� como entra en la vida de McQueen el Ferrari 275 GTB/4 que ves en estas im�genes, que el actor compr� en 1967 para ocupar el hueco de su desaparecido Nart y que va a ser subastado por RM Sotheby's este 18 de agosto. Es decir, que tirando de iron�a podr�amos afirmar que lo compr� 'por accidente'.

El periplo del coche ha sido cuando menos curioso: nada m�s comprarlo, el actor decidi� cambiar el color avellana por un rojo metalizado a su gusto y para ello lo envi� a Hollywood Sports Cars, donde al parecer poco m�s tarde se encargar�an de hacer las preparaciones necesarias al Mustang GT 390 Fastback de la pel�cula Bullit.

Pero lo m�s curioso es que pidi� que le instalaran dos cosas que hab�a podido rescatar de su maltrecho y querid�simo Nart: las llantas de radios y un espejo muy aerodin�mico (y muy extra�o) que llevaba adherido a la aleta delantera.

Iba en Ferrari a conducir el Mustang

Dicen que este 275 GTB/4 fue el coche en el que el actor acud�a todos los d�as al rodaje de Bullit. Pero todo llega a su fin y en 1971 lleg� a un acuerdo con el actor Guy Williams para vend�rselo.

En 1976 pas� a ser propiedad de J. P. Hyan, un agente de polic�a de Los �ngeles (se ve que con recursos), que tuvo un accidente con el coche en 1980 y se lo vendi� dado a Robert Panella. A Panella, como a McQueen, lo que le gustaban en realidad eran los Nart Spider, pero le resultaba imposible hacerse con uno. As� que aprovechando que ten�a aquel sin reparar mand� que se lo transformaran en una versi�n descapotable.

Recuperar su techo

El coche inici� una etapa en la que fue pasando de manos, cada vez m�s pudientes y expertas, hasta que en 2009 lo compr� Vern Schuppan, un piloto que en 1983 venci� en las 24 Horas de Le Mans no con Ferrari, sino con Porsche.

Schuppan se encarg� de que reconstruyeran a mano el techo que hab�a sido eliminado y encarg� una restauraci�n a origen, pero tambi�n decidi� que el coche no pod�a deshacerse de su v�nculo con Steve McQueen y por ello pidi� que lo pintaran en el Rojo Chianti que hab�a elegido el actor, y que conservaran tanto las llantas de radios como el llamativo espejo retrovisor.

El coche, ya restaurado, ha sido llevado al Concurso de Elegancia Villa d'Este no por Schuppan, sino por su siguiente propietario, e incluso ha permanecido en el Museo Ferrari de Maranello. Pero ahora busca un nuevo due�o que tendr� que tener una buena reserva de dinero si quiere poner las manos en el volante que tanto disfrut� el actor: se estima que pueden ser 7 millones de euros lo que se pague por esta pieza, lo que supone m�s que duplicar lo que cuesta una unidad similar que nunca haya tenido un propietario tan famoso.