Lucy Ayoub, una youtuber en Eurovisión

Lucy Ayoub, una youtuber en Eurovisión

Quién

La presentadora escribe poemas en árabe y hebreo, triunfa con sus vídeos y es considerada
un talento emergente israelí

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Polémica. La joven de 26 años ha sido noticia tras el certamen por haber cobrado menos que sus otros tres compañeros de escenario en el certamen europeo

Jack Guez / AFP

Lucy Ayoub (Haifa, 1992) anunciaba ilusionada el pasado mes de enero que era una de las cuatro elegidas para conducir el festival de Eurovisión en Tel Aviv, certamen que se celebró la pasada semana. Con lo que no contaba la comunicadora de 26 años es que su nombre cobraría más fuerza en todo el mundo una vez finiquitado el concurso, y exclusivamente por su profesionalidad sobre el escenario o el estilo austero y sencillo que eligió para sus diseños.

Su nombre ha aparecido en titulares de los medios de comunicación por una información desvelada por el periódico Haaretz en la que se anunciaba que Ayoub solo recibiría el salario que tiene como trabajadora de la televisión pública Kan, productora del evento, y no los 126.000 dólares (unos 112.000 euros) que sí que percibirán la supermodelo Bar Refaeli, Erez Tal y Assi Azar, los otros tres maestros de ceremonia de la gala. En resumen, que entre sus funciones como trabajadora del ente televisivo del país ya está incluida la conducción de un acto como Eurovisión.

Su padre es de origen árabe, su madre es judía y ella, aunque fue bautizada, se identifica como atea

Sea como sea, el nombre de la joven parece haber saltado a la palestra mediática a golpe de polémica, algo que indirectamente le está dando más visibilidad que sus apariciones junto a Refaeli . Y eso que la joven tuvo que competir con el espectacular y sensual vestido plateado que lució su compatriota en la final, una pieza creada por la diseñadora israelí Galia Lahav.

Hablar de Lucy Ayoub implica aproximarse a una tarea divulgadora sobre la unión de culturas que confluyen en su país y que ella siempre ha abanderado por sus orígenes. Nacida en el puerto de Haifa, una de las zonas más cosmopolitas del país, su padre es de origen árabecristiano y su madre una judía que tras el matrimonio con su pareja se convirtió al cristianismo. Su abuela paterna fue hija de refugiados palestinos que tuvo que escapar al Líbano por la guerra árabe-israelí, mientras que sus abuelos maternos fueron supervivientes del holocausto.

La comunicadora estuvo dos años haciendo el servicio militar como simuladora de vuelo

La presentadora ha confesado en varias apariciones públicas que celebra las principales festividades del judaísmo y el cristianismo y, aunque fue bautizada, en algunos momentos asegura haberse sentido relegada en un país segmentado por la religión por lo que se identifica como atea.

La comunicadora cumplió dos años de servicio militar obligatorio como soldado para las fuerzas de defensa israelíes, sirviendo como simuladora de vuelo, uno de los cargos más importantes a los que puede llegar una soldado en el país, ya que las mujeres no pueden acceder a cargos de combate. Desde el 2016, Ayoub tomó cursos de un programa que incluye Filosofía, Leyes, Economía y Política en la Universidad de Tel Aviv, centro en el que conoció a su pareja actual, Etay Bay, todavía estudiante. El joven es de origen judío-israelí y, desde el 2017, residen juntos en la ciudad cosmopolita.

Antes de unirse a la televisión pública Kan, la presentadora se dio también a conocer leyendo su propia poesía en el concurso Poetry Slam. En una de sus creaciones, habla de ella y de su situación: “Algunos de vosotros diréis que siempre seré la hija del árabe y, al mismo tiempo, en los ojos de otros, siempre seré la hija de la judía. Así que no me digas que no puedo ser las dos cosas”, asegura Lucy Ayoun quien habla habitualmente árabe, hebreo, inglés y algo de francés, y sus escritos más conocidos son en árabe y en hebreo.

Hace tres años que la comunicadora se unió a la plantilla de la Corporación de Radiofusión Israelí, donde empezó presentando algunos programas de carácter cultural en la radio. Paralelamente, la joven se hizo famosa por algunos de los vídeos que colgaba en su canal de YouTube, convirtiéndose en una influencer entre un público más joven con creaciones en los que desliza consejos sobre cómo disfrutar de Tel Aviv o, más recientemente, habla de cada uno de los candidatos que se presentaron este año en el festival de Eurovisión. De hecho, su relación con el certamen se remonta al pasado año, en el que Ayoub fue la cara de su país a la hora de repartir las puntuaciones, en una aparición que no estuvo exenta de polémica.

Y es que la presentadora fue muy criticada por algunas autoridades de su país, como la ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev, quien criticó su salutación en árabe –también lo hizo en hebreo– y el hecho de que en ningún momento de su intervención mencionara la ciudad de Jerusalén.

Su capacidad integradora y el hecho de que muchos la consideren uno de los nuevos talentos del país israelí han sido factores determinantes para que la comunicadora repitiera en el festival, esta vez para presentar la Green Room (espacio reservado para los artistas participantes) junto Assi Azar, mientras que sus compañeros Bar Refaeli y Erez Tal se hacían cargo del acto principal.

“Después de meses de preparativos, semanas de ensayos, veinte años de anticipación. La gran final del concurso de canciones de Eurovisión 2019 en Tel Aviv, Israel. ¡Estoy muy agradecido por la oportunidad de trabajar con gente tan maravillosa!”, escribía la joven en su última publicación en Instagram, red social en la que no suele ser muy activa, pero sí que suele subir fotografías de algunos de sus vestidos, imágenes con su pareja o su pasión por los perros, la comida o las viajes.

Por ahora, Lucy Ayoub no se ha pronunciado sobre la polémica originada a raíz de la información sobre los sueldos eurovisivos de los demás compañeros de escenario. Abrumada quizás por las informaciones o en deuda con el ente israelí, lo cierto es que la presentadora disfruta en la sombra de su pequeño triunfo en un festival que parece completamente imantado a la polémica. Y si no, que se lo pregunten a los españoles.

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