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¿Amor o confusión?

Chapter 12: Subiendo de nivel en terapia y castigos

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6:30 de la tarde, habían pasado un par de horas desde que Tom había ganado ese combate de karate, los chicos habían ido a comer por su victoria y ahora se disponían a terminarse un helado qué acababan de comprar, cortesía del castaño, esto claro ya que se sentía demasiado orgulloso del progreso de su amigo como para dejar que él pagara algo en todo el día.
-Marco, de verdad no tienes porqué gastar tanto, soy heredero del Inframundo, soy rico yo podría invitarte esto y más- Decía el chico de cuernos
- Quizá la próxima vez pero por hoy yo soy quien invita, es tu premio por el gran progreso que has demostrado en tu manejo de la ira- contestó el chico despreocupado mientras lamía su helado.
-¿Como en una cita?- preguntó Tom algo confundido ya que para él ese término referente a pagar todo es utilizado solo en cuestiones familiares o de pareja, nunca con amigos, probablemente por qué no tenía tan buenos amigos.
- Uh... Si, se podría decir que eso parece...- contestó Marco sin darle mucha importancia
- ¿Como amigos?- continúo con las preguntas el demonio mientras veía las reacciones de su amigo
- Por supuesto, para ser una cita romántica probablemente faltaría ir al cine- Bromeaba Marco sin darse cuenta que Tom estaba tomando en serio todo lo que decía- ¿Hay alguna película que quieras ver?- preguntó aún bromeando.
-¿Que? N-no creo que...- se detuvo el pelirosa al darse cuenta que estaba frente a un cine.

El lugar había Sido pura coincidencia pero parecería obra del destino cuando ambos chicos se dieron cuenta de la película en cartelera.

-¡Una película basada en Love sentence! ¡Tenemos que verla!- Gritaron ambos chicos al unisono, viendose directamente a los ojos y olvidado por completo la plática que acababan de tener.

Así fue como está extraña amistad entre ellos acababa de subir de nivel, solo un poco, casi imperceptible para cualquiera, pero para la definición que justo acababan de proponer, ellos estaban teniendo una cita romántica, sin ser esa su intención y sin darse cuenta podía que las cosas tomarán un rumbo algo distinto al que planearon en un inicio, claro que para eso aún queda un largo camino.

~•°★°•~

Mientras tanto en una de las mansiones más grandes del Inframundo en el piso frío yacía Dipper con la mirada perdida, llevaba ya un par de horas ahí pero no tenía la intensión de levantarse, la verdad ya no le veía el sentido, había Sido profanado por ese demonio, su primer encuentro sexual fue con su archienemigo, había Sido tocado por él y peor aún, su primer orgasmo fuera de la auto-complacencia ocurrió gracias a los estímulos provocados por ese ser tan desagradable a su parecer, en su opinión ya nada peor podía ocurrir... - -Nada peor que eso- pensó dándose cuenta que eso había sido el castigo más poderoso en su contra, habiendo pasado por eso ya no tendría poder sobre él su captor.
Bill salió de su habitación, viendo el cuerpo en el piso, penso en acercarse para ver el fruto de su trabajo y regodearse un rato, sin embargo sus planes fueron detenidos al escuchar los pensamientos del chico.
-¿Crees que ya no tengo poder sobre tí?- preguntó entre pequeñas risas mientras se aproximaba al humano.
-¡Bill!- susurró en modo de sorpresa el chico - ¡Ya no te tengo miedo! ¿Escuchaste? ¡Ya no me vas a poder controlar!- gritaba a susurros mientras con todas sus fuerzas intentaba levantarse pese al gran dolor que brotaba de su parte tracera.
-¿Ah sí? ¿Que te hace creer eso?- preguntó burlón mientras que con un dedo en la barbilla del chico hacía que este levantara la cara para verlo a los ojos.
- Lo arruinaste jaja- Intentó reir mientras proseguía para verse confiado- Este fue tu peor movimiento, ya no te tengo miedo, cualquier cosa que tengas planeada no podrá superar esto y esa es mi ventaja, liberare a mi familia y...!- intentó concluir su punto hasta que fue interrumpido.
-Un momento- Dijo el demonio amarillo mientras le tapaba la boca con el mismo dedo con el que lo había obligado a mirarlo.
De repente se escuchó una risa muy fuerte que resonaba por toda la mansión dando una terrible sensación de escalofrío, cosa que hizo sentir a Dipper un poco de miedo pero estaba aún seguro de que estaba en lo correcto hasta que...
- ¿De verdad crees que eso fue lo peor?- preguntaba entre risas mientras intentaba calmarse- Te lo dije antes, te voy a violar tantas veces que haré que me ruegues por más- dijo tornándose un poco rojo para acentuar la emoción.
- L...lo sé pero ya no es sorpresa, solo será lo mismo todas las veces al igual que los sueños, me acostumbraré- dijo intentando reforzar su postura
-Pero no será siempre lo mismo, tengo muchas más ideas para subir de nivel- Dijo mientras volvía a su tono normal.

Dipper ya casi de pie intentó con todas sus fuerzas golpearlo para que se callara, un movimiento realmente carente de sentido pero que en su cabeza funcionaría para noquearlo un rato e intentar escapar, obviamente Bill lo vió venir y lo detuvo con su magia.

-¿Tienes tanta energía?- preguntó sarcástico mientras lo mantenía flotando paralizado- ¿Sabes? Creo que es momento de otra lección, no creí que sería tan pronto pero dadas las circunstancias...- continuó mientras caminaba a su alrededor tocando con un dedo el cuerpo de Dipper, cosa que a este le daba escalofrios- será un placer seguir educandote- Concluyó para después morder un poco su espalda.

Dipper empezaba a temblar, él de corazón creía que esto no podía ser peor, pero estaba muy equivocado, Bill no iba solo a lo físico, quería quebrarlo mentalmente, así que comenzó quizá algo leve con el tacto pero para acentuar todo el acto decidió utilizar cuerdas hechas de su poder para amarrarlo y mantenerlo flotando, pero sobre todo hizo aparecer un espejo frente a Dipper.

-Quiero que observes como tú cuerpo pide a gritos de mi atención- dijo susurrándole en un oído para después comenzar a morderlo.
-Eso jamás ¡Tu me das asco!- gritó el chico mientras observaba avergonzado su reflejo.
-Si, eso dices pero que pasa si empiezo a...- dijo entre susurros mientras comenzaba a tocar con una mano el miembro del chico haciéndolo despertar de nuevo.
- E...eso no prueba nada...si tocas ahí claro que voy a...- decía mientras intentaba no gemir
-Bueno... Entonces que me dices si...- contestó el rubio mientras empezaba a lamer el cuello del chico
-Agh eso da asc...- decía antes de ser interrumpido por un gemido de dolor provocado por una pequeña mordida del demonio.
-Esto es solo el comienzo...- dijo mientras empezaba a bajar con su lengua llegando a sus pezones.

Bill empezó a morder y jugar con esa parte sensible de Dipper mientras este intentaba con todas sus fuerzas no gemir, pronto el demonio metió un par de dedos en su garganta ahogando sus intentos de hablar, acto seguido los introdujo en el trasero del humano.

-hmm...ahg..!- murmuraba el castaño mientras su miembro se endurecía por las acciones del rubio - ...p-para ...ah...- empezaba a gemir mientras se veía en el espejo.

La repulsión a su enemigo seguía ahí pero no tan fuerte como el dolor que sentía por la erección ya no atendida por el demonio. Bill escuchaba sus pensamientos y decidió que era tiempo de comenzar la verdadera acción, se pasó detrás del chico y sin previo aviso lo penetró de golpe, sacando así un grito ahogado de dolor y placer por parte del castaño.

-Si... Esa expresión no tiene precio- dijo el demonio mientras comenzaba a embestirlo con fuerza.

Dipper intentaba no gemir pero era en vano, empezaba a sentir mucho placer acompañado de odio y repulsión pero no hacia el demonio sino hacia él mismo por permitirse tener ese tipo de sensaciones con ese ser tan despreciable.

El momento del climax se acercaba y ambos lo podían sentir, Bill escuchaba los pensamientos del chico, quién empezaba a concentrarse en el placer más que en el odio y supo ahí el demonio que era tiempo para soltar la bomba psicológica.
-Vaya vaya Pine tree... Te imaginas...¿Que dirían tu familia y amigos de verte así por mi?- empezó a susurrar en su oído mientras veía la cara del castaño cambiar de un placer culposo a un miedo notorio.
Sus ojos se abrían cada vez más, gracias al rubio comenzaba a ver en el espejo imágenes de sus amigos con caras de horror y desagrado, las reacciones de sus amigos viéndolo siendo cogido por ese demente lo aterraban
- Y ¿Que harían tus tíos si te vieran siendo profanado de esta forma? Y ver qué ... Lo disfrutas...- Concluyó para dejar a las imágenes del espejo hacer el resto.
Dipper estaba aterrado por lo que veía en el reflejo, sin embargo estando tan exitado su juicio se nublaba, estaba al borde del orgasmo y eso hacia que la culpa fuera peor, podría decirse que esa sensación de placer crecía al sentirse observado por sus seres queridos en ese estado, esto obviamente no era lo que sucedía realmente, todo tenía que ver con las reacciones químicas en el cerebro en torno a el placer físico que estaba sintiendo en el momento, Dipper era lo suficientemente inteligente para saberlo pero en ese momento era lo que menos podía hacer por lo que al momento de correrse junto al demonio lo único que pudo pensar es que estaba cediendo al toque de ese maniático, justo lo que Bill quería que pasara. Así terminó el segundo castigo del demonio, quebrando solo un poco más su mente.

El chico estaba de nuevo con la mirada perdida, ni siquiera se veía en el espejo, Bill decidió dejarlo ahí flotando amarrado mientras se sentaba cerca en la sala a pensar su siguiente movimiento en lo que el chico volvía en sí.

~•°★°•~

8:30 los chicos salían divertidos del cine cuando el hambre se hizo presente en ambos estómagos, así que decidieron ir a cenar.
- Que bien que no compramos palomitas ¿No crees?- dijo Marco mientras caminaban a un restaurante que el mismo había sugerido.
-Si, apenas alcanzamos a entrar a tiempo a la sala de la película, unos minutos más y nos hubiéramos perdido el inicio- decía despreocupadamente mientras que en su cabeza lo único que podía pensar era que quizá de haber comprado palomitas Marco podía haberse puesto algo nervioso recordando la noche en que todo esto inició.
Ya entrando al establecimiento una mesera los guió a su mesa, el lugar no era elegante pero tampoco de comida rápida, se podría decir que era el escenario perfecto para una cita romántica improvisada, de esas en las que no sabes que es una cita por que todo es muy sutil, todos los que los habían visto pasear por la ciudad se lo imaginaban, todos menos ellos.
La mesera rápidamente interpretó la situación y se puso a trabajar en el ambiente, no había muchas personas en el lugar y las pocas que había también eran parejas así que los chicos no sintieron raro cuando pusieron velas en su mesa o cuando la música empezó a sonar con baladas. Para ellos todo parecía normal, platicaban de lo mucho que se habían divertido, Marco ordenó por ambos diciéndole a Tom que confiara en él ya que sabía perfectamente que platillos le gustarían, Tom sin dudar lo dejó continuar, Marco le había demostrado desde siempre que era alguien en quien podía confiar, no habia motivos para dejar de pensarlo en ese momento y justo como había predicho, la elección del castaño fue perfecta, ambos disfrutaron de la comida pero antes de llegar al postre Tom le empezó a hablar a Marco de una exquisita creación del inframundo que seguro le gustaría.

-Te lo juro, es la cosa más deliciosa que podrías probar en tu vida- decía Tom mientras reía un poco
-Bueno, tendría que probarlo para poder refutar lo que dices- decía a tono de juego Marco
-Pues tengo todos los ingredientes en mi casa aunque no estoy seguro de poder prepararlo- decía mientras intentaba pensar si sería capaz de hacerlo en ese momento.
-Si se trata de comida no hay platillo alguno que no pueda preparar, si tienes la receta yo puedo hacerla- contesto entusiasmado el humano, a lo que el demonio asintió con igual emoción.

Después de terminar de comer Marco pagó la cuenta y se dispusieron a ir a la casa del demonio para poder preparar el postre antes mencionado.

- Marco ¿Seguro estarás bien en mi casa?- preguntó algo preocupado el demonio antes de entrar.
-Claro- contesto un poco nervioso- Siempre y cuando no vayamos a tu habitación todo estará bien- aseguró

Dicho esto ambos jóvenes entraron y caminaron hasta llegar a la cocina, la mansión del inframundo era enorme y con decoraciones bastante elegante, se podían ver algunos cuadros de la infancia de Tom, de sus padres, su familia en general, Marco estaba distraído viendo los cuadros, al notar esto el demonio decidió tomar su mano para evitar que el chico se perdiera, el humano al sentir el contacto entendió el mensaje, sin embargo se dejó guiar por el primero, la idea de poder seguir viendo los cuadros y detalles era tentadora y Tom empezaba a inspirarle la suficiente confianza como para no preocuparse en ese preciso momento.
Al llegar a la cocina el pelirosa sacó los ingredientes, la receta y los materiales que necesitarían, el humano comenzó a leer cuidadosamente los pasos a seguir a la vez que le pedía pequeñas tareas al demonio, sin embargo pronto se dio cuenta de que aquel chico con cuernos no era muy apto en las labores de cocina y ¿Como culparlo? Era el príncipe del inframundo, sería tonto pensar que el era quien se cocinaba las comidas, probablemente tenía sirvientes para eso, en el más normal de los casos podría ser su mamá quien le preparara los alimentos, pero dejando las teorías mentales que estaba creando al respecto, Marco se dispuso a ayudarle tranquilamente. Se colocó detrás del demonio y aunque este era un poco más alto que él intentó ayudarlo tomando sus manos y moviendo las como podía para enseñarle a hacer correctamente lo que le pedia, Tom se puso algo nervioso, pensaba que por lo que había pasado, lo que menos querría el castaño sería estar tan cerca, incluso el mismo inconscientemente se alejaba por miedo a sus pensamientos confusos con respecto a Marco, pensamientos que Bill había plantado por cierto, aún así el sentirlo tan cerca en ese momento a pesar de que lo tomó por sorpresa al inicio, después solo podía sentirse tranquilo y bastante cómodo.

La escena parecía sacada de una película romántica, Tom no se molestó en ningún momento aunque sensentia bastante torpe y Marco no se desesperaba a pesar de que las cosas no salieran tan bien, mientras cocinaban seguían platicando sobre lo bien que se la habían pasado y contra todo pronóstico lograron terminar bastante bien el postre, el cuál decidieron compartir en la sala, ya que la habitación de Tom estaba fuera discusión, mientras veían la grabación del concierto de Love sentence que tanto les gustaba.
Los minutos pasaban, los chicos estaba exhaustos por todas las actividades que tuvieron en el día y poco a poco sin darse cuenta se quedaron dormidos ahí mismo, uno junto al otro.