Los tres mosqueteros: D'Artagnan (2023), de Martin Bourboulon

En 1625, el joven D'Artagnan abandona su hogar para marcharse a París donde intentará cumplir su sueño de convertirse en mosquetero del Rey. Aprovechará que el capitán de los mismos, el señor de Tréville, conoció a su padre. Por el camino, se verá envuelto en una trifulca.

Aquellos a quienes se les pregunte por su adaptación favorita de “Los tres mosqueteros”, clásico por antonomasia de Alexandre Dumas padre, responderán o bien la de George Sidney, de 1948, o la de Richard Lester de 1973, o la que protagonizó Charlie Sheen en 1993. Pocos escogerán la de Paul W.S. Anderson, muy al estilo de los videojuegos, pero se la recuerda por ser relativamente reciente. Incluso vienen a la mente versiones animadas, como D'Artacán y los tres mosqueperros, o la versión Disney con Mickey, Donald y Goofy. Pocos apuntarán un film producido por Francia, país natal del autor, pese a que existen algunos, como el de Bernard Borderie de 1961, sin duda el más fiel.

Conscientes de este problema, productores galos se han tomado como un reto nacional gastarse un pastizal en llevar a la pantalla la traslación definitiva del clásico literario. Se ocupa de la realización Martin Bourboulon (Eiffel), que ha previsto repartir la historia en dos cintas. El guión sigue sus propios derroteros, pese a que mantiene a los personajes más característicos (se echa de menos a Planchet y Rochefort), un arranque casi milimétrico, y el relato de los herretes que la reina regala a su amante, el Duque de Buckingham. Se realizan concesiones a la modernidad, como la bisexualidad de Porthos y que Constance esté interpretada por Lyna Khoudri, actriz de origen argelino.

Como buena cinta francesa, guarda una absoluta fidelidad al marco histórico. Está muy cuidada la ambientación realista, y de aspecto sucio, aunque quizás demasiado oscura. Bourboulon integra muy bien golpes de humor, con pasajes románticos y gran espectáculo, luciéndose con diversos planos secuencias en los momentos de más acción, por lo que nadie quedará defraudado.

No se ha escatimado a la hora de ofrecer billetes a actores de primera categoría, sobre todo conocidos en Francia, por lo que los tres mosqueteros están encarnados por Pio Marmaï, Romain Duris y Vincent Cassel, a un alto nivel, sobre todo el tercero, el más memorable Athos que se recuerda. Junto a ellos no lo tenía nada fácil el joven François Civil, en la piel de D’Artagnan, pero sale airoso del paso. La célebre Eva Green se luce como Milady aunque el respetable se quedará con ganas de que tuviera más presencia. Conviene quedarse a los títulos de crédito para contemplar una pequeña propina.