Los tres mosqueteros: Milady (2023), de Martin Bourboulon

1627. El intrépido D’Artagnan busca a su amada, Constance Bonacieux, secuestrada por desconocidos, pues la muchacha ha visto los rostros de quienes atentaron contra Luis XIII. Mientras tanto, la espía del cardenal Richelieu, Milady de Winter, continúa intrigando, para desesperación de Athos, su ex marido. Además, el rey envía a su hermano menor Gastón, al frente de las tropas para combatir a los protestantes en La Rochelle, así que el destino de Francia está en juego. En este contexto, Aramis está preocupado, pues su hermana se ha quedado embarazada de un caballero cuyo nombre oculta, mientras que Porthos parece consagrado al alcohol y la buena vida. 

La segunda entrega de la adaptación francesa de la inmortal novela de Alexandre Dumas está de nuevo dirigida por Martin Bourboulon, que en realidad rodó ambas consecutivamente. Sin embargo, esta vez parece más inspirado, pues crea bastante tensión, y parece contar con más medios, lo que deviene en un diseño de producción más convincente. Consigue dar entidad a los personajes, con subtramas que mantienen la atención, si bien en algún caso hubieran necesitado algo más de metraje; se ha intentado meter demasiado material en unas dos horas. En cualquier caso se agradece que se haya logrado un equilibro entre la fidelidad a la obra original y una enorme frescura que justifica la revisión del material. 

Su predecesora tenía un tufillo anticlerical, pero ahora este elemento parece felizmente olvidado, para decantarse por la aventura pura y dura. De esta forma, abundan las secuencias de acción, bien resueltas, sobre todo el asalto a LaRochelle. En el reparto destaca Eva Green, que compone una Milady de Winter igualmente malvada, como es habitual, pero bien justificada y construida. No está nada mal Vincent Cassel, que pese a que conoce la naturaleza de ésta, no puede resistirse mucho a sus encantos. También se lucen Romain Duris (un Aramis más familiar que nunca), Pio Marmaï (un Porthos bastante romántico) y el joven François Civil, un D’Artagnan desesperado ante la posibilidad de perder a Constance. Tiene un final abierto, por lo que si triunfa en taquilla tendrá tercera parte.