Por qué Lorenzo podría ser quien descubriese el trato entre Cruz y Pelayo en 'La Promesa'

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La felicidad siempre dura muy poco en la serie La Promesa. Tras un caldeado encuentro entre los personajes de Salvador y María Fernández, en el que la temperatura subió después de la romántica cena que el lacayo le preparó por sorpresa a su novia, en el episodio de este lunes de la ficción de La 1 de Televisión Española, emitido a las 17:30 horas, la lujuria podría tornarse en responsabilidad.

Nos referimos, por supuesto, a la pequeña preocupación que le ha asaltado a María. Si en el pasado capítulo, la criada le contaba a su amiga Jana cómo Salvador le había sorprendido (y satisfecho), en el capítulo de hoy, María ha sorprendido a su novio tapándole los ojos por su espalda y dándole besos en la cara. El chico le ha regalado un ramo de flores, y ella ha deseado volver a disponer de una habitación para ellos solos, como la otra noche.

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Salvador ha contestado que pronto tendrían su propia casa en la que viviesen. María ha aprovechado la intimidad del momento para confesarle a su novio que le había contado a Jana lo que había sucedido ante ellos. También Salvador ha contestado que él se lo había contado a Lope. "Ay, qué vergüenza", ha expresado la antigua novia del cocinero. María ha agradecido a Salvador que organizase aquella cita, que hizo posible que pudiesen tener su primer acercamiento sexual. "Mi objetivo principal en la vida es hacerte feliz", ha soltado el lacayo.

La preocupación de María Fernández

Más tarde, la criada ha vuelto a revisar el arcón del pasillo donde esconde el bolso con el dinero de Vera. Jana ha encontrado a su amiga en la lavandería, y le ha extrañado que estuviese doblando ropa sin canturrear. La protagonista de la serie ha insistido a María para que le contase sus preocupaciones, y la sirvienta, que no quería decir ni pío, le ha asegurado que se trataba de un asunto muy serio.

Jana ha dicho que no podía tratarse de nada tan grave, y María ha dicho "Aún no", por lo que su amiga ha pensado que entonces tendría solución. Jana ha preguntado si se trataba de Salvador, y la criada ha admitido que todo iba bien con él. Quizás demasiado bien: su problema venía de aquella noche romántica que compartieron.

Pelayo ha avisado a Lorenzo de que últimamente Cavendish estaba perdiendo los papeles

¿Está María embarazada? Esto no solo cambiaría la vida de la dicharachera sirvienta y de Salvador, sino que también sería todo un escándalo social, al no estar todavía casados. ¿Podrán casarse antes de que se le empiece a notar físicamente? ¿Convencerá a Catalina para casarse antes que ella con Pelayo?

Lorenzo, muy cerca de la verdad

Hablando del conde de Añil, el traficante de armas le ha explicado a Lorenzo, el nuevo integrante de la tapadera de las mermeladas, cómo actuaba en el intercambio de cargamentos con Mr. Cavendish. El conde ha avisado al militar de que últimamente el inglés estaba perdiendo los papeles, y había puesto en juego la vida de Catalina.

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Lorenzo ha aprovechado la información para alzarse como una pieza esencial en el intercambio: por su profesión conocía los materiales con los que traficarían, y por su adiestramiento militar sería difícil de amenazar por Walter. Pelayo ha intentado evitar que el tío de Catalina se sumase a la entrega, y le ha ordenado que se encargase de vigilar que la Guardia Civil no merodease la zona.

A Lorenzo le ha entrado la curiosidad, y le ha preguntado directamente a Pelayo por qué eligió La Promesa como sede del tráfico de armas: ¿fue por la situación estratégica de la finca, o porque estaba allí Catalina? "Somos socios, capitán, pero eso no significa que seamos confidentes", ha largado el conde, antes de dejar a Lorenzo plantado en la conversación.

Ahora que Lorenzo está más cerca de Pelayo, ¿logrará sonsacarle el acuerdo que tiene con Cruz de llevarse a Catalina lejos de La Promesa? De ser así, el capitán podría colaborar con los intereses de la marquesa, o aguarle la fiesta, según lo que más le beneficie en ese momento al volátil personaje.