El Celta de Vigo tuvo un mercado bastante movido. La búsqueda de un delantero que acompañase a Iago Aspas dio muchos quebraderos de cabeza en Balaídos. No fue esta la única pesadilla que se encontró la directiva, pues también encontró dificultades a la hora de buscar portero.
Una de las opciones que se manejó en el cuadro gallego fue Lorenzo Montipò. La directiva estableció los contactos pertinentes con el jugador y el Hellas Verona. No obstante, las negociaciones no llegaron a buen puerto, según informó 'TMW'.
El Celta movió los hilos después de que Rubén Blanco se fuera cedido al Olympique de Marsella. Tras fracasar en el intento por el italiano, los vigueses decidieron apostar por Iván Villar como suplente del argentino Agustín Marchesín.
La realidad del Celta actualmente es que registra su peor dato en goles encajados de los últimos 65 años. Los gallegos han recibido 13 dianas en seis jornadas.