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Civil War: �Y si la Guerra Civil de EEUU estuviera ya aqu�? O cuando una pedrada es solo una pedrada (****)

Alex Garland desciende de la hip�tesis a la realidad y de la �pica a la h�pica para componer un retrato hiriente, ambiguo, inc�modo y muy salvaje de lo que nos ocurre

Imagen de la pel�cula Civil War.
Imagen de la pel�cula Civil War.
Actualizado

A veces lo realmente realmente complicado no es imaginar y reconstruir los universos fant�sticos de la m�s improbable ciencia-ficci�n sino algo tan elemental como lo que tenemos delante. Un planeta des�rtico y tremendamente hostil dominado por un imperio que ans�a sus recursos naturales para seguir consumi�ndose no es m�s que una met�fora m�s o menos h�bil que arroja luz sobre lo que hay alrededor, que nos ayuda a colocar las piezas y que reordena los esquemas que nos dan sentido. Pero, �qu� ocurre cuando el mapa es el propio territorio? �qu� sucede cuando la supuesta metonimia no pasa de ser una pedrada que no representa nada m�s que una pedrada?

Ver para creer, que dir�a el santo.

Civil Warpertenece al g�nero de las pel�culas que explican poco, aleccionan nada y, de forma muy consciente, molestan mucho. El planteamiento es sencillo. Ha pasado algo. No sabemos exactamente qu� ni muchos menos por qu�. Pero muy grave. Lo cierto es que el presidente de Estados Unidos intenta convencer a la poblaci�n de que todo est� controlado. Es decir, nada lo est�. El Estado de la Uni�n se ve amenazado por dos ej�rcitos separatistas, las Fuerzas Occidentales de Texas y California y la Alianza de Florida, que se acercan peligrosamente al Capitolio. En medio de la refriega, un grupo de periodistas planea atravesar un frente tras otro hasta llegar a la sala Oval para conseguir la que tiene pinta de que ser� la �ltima entrevista del �ltimo presidente. Reconozc�moslo, algo nos suena.

Para saber m�s

La pel�cula avanza por la pantalla con una contundencia desusada. Alex Garland, creador de universos plagados de zombies ('28 horas despu�s'), de futuros con aut�matas que parecen tan esclavizados y sometidos como nosotros ('Ex machina') y hasta de planetas devorados por sus habitantes (escribi� Sunshine y dirigi� Aniquilaci�n') deja ahora a un lado la alegor�a para zambullirse en la �ntima contradicci�n de lo evidente. Todo en Civil War es perfectamente reconocible, perfectamente nuestro y perfectamente a la vista. Y, ah� precisamente, el estupor. �Qui�n se ha comido las met�foras?

El presidente electo que titubea ante la c�mara nos recuerda demasiado a ese otro que parec�a exactamente igual de incapaz; el fanatismo de los vecinos armados nos trae a la memoria aquella noticia en la que alguien de aspecto muy parecido hac�a exactamente lo mismo; la ch�chara period�stica sobre la importancia de la verdad y la patria parece un calco de la que todos los d�as desde los espacios m�s inauditos tenemos que soportar m�s como castigo que como advertencia; las camisas floreadas de unos son la camisas floreadas de esos mismos que presumen con arrogancia criminal de su brutalidad; el asalto a la c�pula es eso tambi�n: el asalto al Parlamento; hasta las banderas son las banderas, todas manchadas de sangre, y los muertos, claro, son los muertos, los muertos de Gaza, los de Ucrania, los de Sydney y los de siempre. Y sin embargo, nada es explicado, nada es del todo aclarado, no hay causas, solo consecuencias.

Se podr�a objetar, como ya se ha hecho, que Garland peca de ese mal tan extendido y pertinaz de la equidistancia. Se podr�a a�adir que Garland es fascista. O bien, por qu� no, que es un antisistema antifascista. O social-comunista incluso. No diremos que es ETA por no insistir. �Por qu� se�alar al culpable si todos sabemos exactamente qui�n es? Un momento, �de verdad lo sabemos? Est� claro que es en esta duda equilibradamente c�nica donde prefiere situarse la pel�cula hasta el punto que en el �ltimo acto, fuera remilgos, 'Civil War' no es m�s que una salvaje y, admit�moslo, tremendamente entretenida pel�cula b�lica de acci�n y tiros directa heredera de la secuencia m�s celebrada de 'Heat', de Michael Mann. �Es admisible tanto exhibicionismo en un asunto tan serio? Y aqu�, en la interrogaci�n, otra vez la paradoja, la contradicci�n de la evidencia. Piensen por un momento en el meticuloso trabajo de silencios, im�genes fuera de campo y complicidades sobreentendidas de 'La zona de inter�s', de Jonathan Glazer. Pues esto es exactamente lo contrario.

Desde luego, la pel�cula no lograr�a nunca esa extra�a sensaci�n de desubicaci�n e incomodidad que persigue si no fuera por la estelar actuaci�n, entre el desenga�o y la m�s evidente derrota, de una Kirsten Dunst descomunal. Ella da vida a la fotoperiodista curtida en mil batallas que hace tiempo ya que sustituy� el compromiso moral (sea esto lo que sea) por la desganada eficacia. Es m�s �tico, parece decirnos Garland, un trabajo bien hecho que un trabajo solo bueno, de bondad.

'Civil War' quiere ser una pel�cula para la discusi�n, la pol�mica, la irritaci�n y hasta para el malestar que produce una obra que nos describe como chacales y que nos hace disfrutar como monos. Pero, sobre todo, 'Civil War' es una simple, dura y muy afilada pedrada. Fuera met�foras. Ver para descreer.

Direcci�n: Alex Garland. Int�rpretes: Kirsten Dunst, Wagner Moura, Cailee Spaeny, Stephen Henderson, Jefferson White. Duraci�n: 109 minutos. Nacionalidad: Estados Unidos.