Ciudadanos de Lleida, indignados por el confinamiento: "Es desproporcionado, en Aragón se ha gestionado mejor"

Ciudadanos de Lleida, indignados por el confinamiento: "Es desproporcionado, en Aragón se ha gestionado mejor"

Agentes de los Mossos de Escuadra hacen controles de movilidad en la entrada de Soses, Lleida.
Agentes de los Mossos de Escuadra hacen controles de movilidad en la entrada de Soses, Lleida.
Alejandro García / EFE
Agentes de los Mossos de Escuadra hacen controles de movilidad en la entrada de Soses, Lleida.

El confinamiento decretado por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en Lleida y la comarca del Segriá, donde este martes se han registrado 151 nuevos positivos por coronavirus, ha terminado de indignar a sus ciudadanos, que viven con temor una especie de déjà vu que les recuerda los peores meses de la pandemia, sin ver a sus familiares durante no se sabe cuánto tiempo y muchos a las puertas de las vacaciones, los que no las tienen ya.

"Me parece desproporcionado. En Aragón se ha gestionado mucho mejor", lamenta Marta, una vecina de Lleida que reconoce estar "quemada por la situación" y la compara con la vecina Huesca. "Allí, con el mismo contexto social que nosotros, lo han llevado mejor. Nada más detectar los brotes pusieron a la gente en fase 2 y a nosotros nos confinan y no podemos salir del perímetro, pero podemos seguir relacionándonos igual y contagiándonos. Es absurdo".

Trabajadora del ámbito social y en contacto con los temporeros, critica sobre todo el retraso a la hora de actuar del gobierno autonómico conociendo el contexto de esta zona. "Con la temporada de la fruta aquí se triplica la población, ¿de verdad que esto no se podía prever?", pregunta. Además, rechaza que se ponga el foco en los temporeros porque su situación, asegura, se lleva denunciando durante años sin que nadie haga nada y ahora, tras el brote en la empresa hortofrutícola de Huesca que pasó al Segriá, "tendrían que haber tomado medidas antes. Con el tema de los temporeros podrían haberlo gestionado mejor", asegura.

Aunque es vecina de Lleida desde hace años, su familia es de Barcelona, por lo que ahora teme que no pueda verla durante un tiempo como ya ocurrió durante el estado de alarma. Y como ella, los leridanos viven la situación con incertidumbre: "La gente tiene miedo, está decepcionada y agobiada".

Medidas más estrictas

"Yo iba a quedar con unos amigos para cenar a una casa el fin de semana y al final por miedo de unos y otros no hemos quedado", reconoce María. Asegura que el miedo del que habla se ha incrementado sobre todo en los últimos días, cuando más han subido los casos de coronavirus en la comarca y denuncia la falta de información al respecto. "Mi sensación es que no se informa demasiado bien, lo veo todo muy precipitado y eso repercute en la población, porque no sabemos qué hacer".

"Hay que dejar a un lado el nacionalismo y pensar en los ciudadanos"

A su juicio, el confinamiento no es descabellado y se tenía que haber tomado antes y recomendar a la gente que no saliera de sus casas salvo para lo básico, como se hará a partir de este miércoles: "Lo que no tiene sentido es que no nos dejen salir de la comarca pero que nos contagiemos entre nosotros, hay que tomar otras medidas. Yo vivo cerca de la calle Mayor y estos días no me atrevía a salir por esa zona", explica.

Ella trabaja cuidando niños y su miedo, admite, no es solo contagiarse ella misma, sino "que por la desinformación que tenemos no seamos conscientes de la gravedad y me contagie yo y contagie a más personas sin saberlo, los primeros a los niños a los que cuido". Pone en duda, además, que se esté primando la seguridad de los ciudadanos dado el retraso en tomar las medidas y pide que el Gobierno central también actúe. "Estamos en una situación que nunca habíamos vivido, hay que ser flexible y dejar a un lado el nacionalismo y pensar en los ciudadanos".

No hay otra alternativa al confinamiento

Javier, por su parte, considera que no hay otra alternativa al confinamiento mientras no se refuercen los sistemas sanitarios y de rastreo y seguimiento, "y eso es evidente que no se ha dado". La medida del Govern, opina, "está más que justificada, pero es insuficiente en el sentido de que no se atreven a hacer una norma clara, son casi recomendaciones a la ciudadanía".

"Sabíamos que el brote de Huesca iba a llegar a Lleida, era más que evidente y no se tomaron medidas"

Coincide con sus vecinas de la localidad en que se ha actuado tarde y con medidas poco efectivas. "Estamos a 30 kilómetros de algunos pueblos de Huesca, cuando vimos el brote de allí sabíamos que iba a llegar a Lleida, era más que evidente y no se tomaron medidas", sentencia. A su juicio, la diferencia entre los dos casos está, por un lado, en el tiempo de actuación. "Allí en cuanto vieron el brote tomaron la medida de la fase 2. No sé si funcionó al 100% o no, pero fue inmediata. Aquí han tardado semanas y lo del confinamiento perimetral era de broma, sin poder salir de la ciudad pero con los bares llenos de gente".

Javier reconoce su "indignación" por la situación y cuestiona la labor tanto del gobierno autonómico como del central, que considera no tendría que haber devuelto tan rápidamente las competencias y permanecer un tiempo más de supervisión: "Aquí pasamos de la fase 2 a la nueva normalidad sin pasar por la 3", recuerda.

Además, asegura que el sistema sanitario se ha desbordado "desde el minuto uno" y su situación personal es el mejor ejemplo. Este martes se ha incorporado a trabajar después de pasar 14 días aislado por una compañera de trabajo que dio positivo en coronavirus. Él no lo ha contraído el virus y, si lo ha hecho, no lo sabe: "En todo este tiempo no me han hecho ninguna prueba y mi mujer ha ido a trabajar con normalidad. De hecho, he sido yo el que ha pedido el alta después de las dos semanas porque nadie me ha llamado para hacerme un seguimiento".

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