Vivimos tiempos tremendamente peculiares. Hoy el único camino para que una estrella de la televisión infantil o familiar de separe de su etiqueta es mostrarse de una manera inapropiada para sus otrora seguidores. Las antiguas niñas bonitas del Disney Channel juegan a la provocación (véase Miley Cyrus, Selena Gómez o Vanessa Hudgens) para reinventarse, y ese en el mejor de los casos. En el peor (Lindsay Lohan, Amanda Bynes...), pierden la cabeza, metafórica o literalmente, y acaban bañadas en alcohol y antidepresivos para terminar prostituyendo su imagen en cualquier reality de tres al cuarto. Pero esto a nadie le parece excesivamente mal. De hecho, la reconversión de la estrella teen puede llegar a ser aplaudida pero hubo un tiempo en que la moralidad imperante en Hollywood podía hacer que una "mala" decisión acabase con tu carrera.

De ello podría escribir un libro Lisa Bonet, que ya no se llama Lisa Bonet sino Lilakoi Moon, aunque a ello iremos un poco más tarde. A finales de los 80 era una de las estrellas de 'El Show de Bill Cosby', serie en la que interpretaba a la hija mayor del matrimonio protagonista, Denise Huxtable. Su angelical imagen, forjada a lo largo de los años bajo el amparo del cómico y abusador sexual afroamericano, se inmoló cuando a Bonet se le ocurrió aparecer en un thriller titulado 'El corazón del ángel' (Alan Parker, 1987), con alguna escena más que subida de tono. De hecho, el director tuvo que recortar un poco esa escena más que subida de tono para evitar que la MPAA le otorgase una calificación X que hubiese condenado comercialmente a un film que contaba con Robert De Niro y Mickey Rourke en el reparto, y que buscaba seguir la estela erótico-festiva de Rourke tras el éxito de 'Nueve semanas y media' (Adrian Lyne, 1986). En la escena en cuestión, el actor y Bonet se daban un buen revolcón con sus cuerpos salpicados con la sangre de una gallina (¿o era un gallo?) recién sacrificada.

Dicen que a Bill Cosby no le hizo ni pizca de gracia ver a su hija en la ficción retozando, y mucho menos que poco después apareciese en top-less en la portada de la revista Interview. Según publicaba Newsweek en aquel lejano 1987, para Cosby 'El corazón del ángel' era "una película hecha para la América blanca en la que han cogido a una joven negra para hacer con ella cosas de vudú y sexo". Bonet le contó a David Letterman que había hablado con Cosby antes de empezar el rodaje: "Le dije que iba a hacer esta película y que había un poco de sexo. Y me dijo que ya sabía que no era más que un trabajo". Pero, por suerte para ella, su relación quedó manchada para siempre.

Tampoco ayudó demasiado que aquel mismo 1987 la actriz se casara con Lenny Kravitz y se volcara al cien por cien en su relación con el cantante. Llegó a dirigir un videoclip y a escribir un par de canciones de su álbum de debut 'Let Love Rule', y empezó a llegar tarde a los rodajes y a comportarse de un modo muy poco profesional. Tanto que en 1989 la despidieron de la serie 'Un mundo diferente', donde interpretaba de nuevo a Denise Huxtable, su personaje en 'La hora de Bill Cosby', ahora compartiendo piso con un grupo de estudiantes. En 1991, poco antes del final de 'La hora de Bill Cosby', el cómico también la echó de la serie harto de sus follones dentro y fuera del rodaje. Sus peleas con Kravitz y las infidelidades de este llenaban las páginas de las revistas sensacionalistas de la época, hasta que la pareja se rompió en 1991.

A partir de ese momento la carrera de Bonet empezó a hundirse en el lodo de las películas de serie B que llegaban directamente a las estanterías de los video-clubs sin previo paso por los cines. En 1992 empezó a salir con un instructor de yoga llamado Brian Kest, cambió su nombre por el mucho más espiritual Lilakoi Moon, y se retiró momentáneamente del mundo del artisteo para centrarse en su vida familiar. Aún tuvo tiempo de reaparecer, a finales del milenio, en dos películas de cierto empaque, 'Enemigo Público' (1998) y 'Alta Fidelidad' (2000). Cuentan que a día de hoy John Cusack sigue con cara de bobo mirando el escenario en el que Bonet, con rastas, interpretó el 'Baby, I Love Your Way' de Peter Frampton en aquella más que estimable película de Stephan Frears.

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En los últimos años Bonet se ha dejado ver en series como 'New Girl', 'Girls', 'The Red Road' o 'Ray Donovan'. Desde 2007 vive en Los Angeles con sus hijos y con su actual pareja, que no es otro que el también actor Jason Momoa. Si juntas a una vegetariana amante del yoga con un tiarrón hawaiano lo más probable es que surja un hijo con un nombre peculiar. Es seguro que el pequeño Nakoa Wolf Manakauapo Namakaeha Momoa, nacido en 2008, le pedirá explicaciones a sus padres dentro de un tiempo.

La niña mayor, Zoë Kravitz (cuya madrina es Marisa Tomei, compañera de serie de Lisa Bonet en 'Un mundo diferente') tiene en sus manos redimir la desafortunada carrera de su madre. La hemos visto en 'Mad Max: Furia en la carretera' y en la saga 'Divergente' y lo tiene todo (talento, genética, belleza, un toque exótico) para triunfar en la pequeña y la gran pantalla. Ayuda bastante que sus padres, Lisa y Lenny Kravitz, ahora tengan una relación mucho más buena que a finales de los 80.

los angeles, ca   february 25  jason momoa, lisa bonet, lenny kravitz and zoe kravitz  at entertainment weeklys party to  celebrate the best director oscar nominees held at chateau marmont on february 25, 2010 in los angeles, california  photo by alexandra wymanwireimage
Alexandra Wyman//Getty Images