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Conoce a Lisa Bloom, la abogada defensora de las v�ctimas del caso Epstein

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La abogada Lisa Bloom con Faviola Dadis (izq.) y Regina Dimons, que...
La abogada Lisa Bloom con Faviola Dadis (izq.) y Regina Dimons, que acusaban al actor Steven Seagal de abusos sexuales. Foto: GETTY IMAGES
  • La abogada Lisa Bloom promete que, con reo o sin �l, se cumplir� la ley. El suicidio del magnate Jeffrey Epstein el pasado 10 de agosto en su celda de una c�rcel de Nueva York donde cumpl�a condena por explotaci�n sexual de menores ha dejado a una treintena de personas empantanadas en un juicio por abusos sexuales. Esta letrada luchar� por las millonarias indemnizaciones.

Cuando Jeffrey Epstein fue encontrado muerto en su celda de Manhattan un s�bado del pasado mes de agosto, Lisa Bloom habl� con dos de las cuatro v�ctimas a las que representa. "La primera estaba furiosa", explica Bloom, reputada abogada especializada en derechos civiles que llev� tambi�n el caso de las v�ctimas de Bill Cosby y de la estrella televisiva Bill O'Reilly, y que recientemente ha presentado una demanda civil contra el patrimonio de Epstein.

"Le cost� muchos a�os sentirse lo suficientemente madura y fuerte como para hablar conmigo, y lo que realmente buscaba era que se llevara a Epstein ante la justicia. Y ahora la han privado de ello", se queja. Respecto a su otra clienta, explica, "me dijo que aunque no le desea la muerte a nadie, le dio cierta paz saber que Epstein no volver� a hacer da�o a ninguna otra ni�a ni mujer, y que al menos ahora ya no ha de temer represalias por la demanda que hemos presentado".

De ella misma dice sentirse "enfadad�sima". Hija de Gloria Allred, abogada pionera en la defensa de los derechos de las mujeres, Lisa Bloom ha pasado los �ltimos 33 a�os representando a estas contra una ristra de acosadores y agresores sexuales de perfil alto. Durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 se ofreci� a ayudar a cuatro mujeres que acusaban a Donald Trump de comportamiento sexual inapropiado.

Cuando le insin�o que Epstein -que ya hab�a sido condenado por pedofilia y tr�fico sexual, y estaba acusado de dirigir una gigantesca red de explotaci�n sexual de menores de edad- se la ha jugado al sistema desde la tumba, la abogada se muestra totalmente de acuerdo. "�Y tanto que lo ha hecho!", exclama esta mujer de voz grave a la que es dif�cil echar a�os. "Con la ayuda de sus abogados. Porque ahora sabemos que Epstein redact� un nuevo testamento dos d�as antes de suicidarse, un claro aviso de que pensaba hacerlo. Por tanto, los letrados que no alertaron a los funcionarios de prisiones para que volvieran a activar el protocolo antisuicidios deber�an responder por ello ante la justicia. Y quiero que todos sepan que la demanda criminal puede que muera con �l, pero nuestras demandas civiles contra su patrimonio seguir�n muy vivas".

El astuto nuevo testamento de Epstein deja bienes por valor de m�s de 520 millones de euros a un fondo fiduciario, lo que complica considerablemente que sus denunciantes puedan percibir indemnizaciones. Bloom reconoce que ganar estas demandas podr�a llevar a�os. "Pero ahora tenemos a 12 mujeres que han dado un paso adelante, y no me extra�ar�a que otras tambi�n lo hicieran pronto. Estoy segura de que hay muchas otras ah� fuera pensando: 'yo fui v�ctima de Jeffrey Epstein. Nunca se lo he dicho a nadie y estoy muy asustada'. Este es el tipo de persona que llama a mi despacho cada d�a, y para las que conseguimos indemnizaciones".

Compensaciones econ�micas de cinco a 10 millones de euros "no son en absoluto inusuales", me dice, y cree que "en el caso de las v�ctimas de Epstein la cantidad ser� a�n mayor. Personalmente pienso que cada c�ntimo de su patrimonio deber�a ir a parar a sus v�ctimas, as� que hago un llamamiento a sus herederos para que hagan lo correcto. Que piensen lo importante que ser�a actuar de esta manera".

Bloom, nacida en Filadelfia hace 57 a�os, cree fervientemente en el poder de las indemnizaciones. "Hay gente que dice que el dinero no les aporta justicia, pero yo creo que s� es una medida justa", insiste, y a�ade que el abuso sexual "puede causar da�os de por vida. Acabar con tu carrera profesional, con tus relaciones sentimentales o con tu vida er�tica. Ponemos n�meros a ese dolor y sufrimiento para que mis clientes puedan pagar sus facturas m�dicas, conseguir la terapia que tanto necesitan o incluso volver a estudiar".

Igual de importante es la informaci�n que abogados como Bloom consiguen al presentar sus demandas civiles. "Tenemos el derecho de citar a testificar a personas y que presenten documentos. Yo puedo obligar a alguien a venir a mi bufete y que responda a preguntas bajo juramento. Esto para las v�ctimas tambi�n es muy valioso. Hay voces que dicen que Epstein abusaba de hasta tres ni�as por d�a. As� que, �c�mo pas�? �Qu� personas estaban involucradas? �Y c�mo podemos pedirles responsabilidades?".

Dos de las clientas de Bloom fueron reclutadas para dar masajes a Epstein y resultaron agredidas sexualmente. Al menos una reclutadora -que en los documentos del juicio recibe el nombre de Sue Roe- "era una mujer joven que quiz�s hab�a sido v�ctima con anterioridad. As� que nuestro primer paso fue localizarla, hablar con ella y conseguir que trabajara con nosotros. No era el objetivo principal, pero lo cierto es que hay v�ctimas que se convirtieron en reclutadoras y aunque lo que hicieron no est� bien, hablar con ellas te ayuda a entender".

Bloom lleva combatiendo la desigualdad sexual desde que, con 12 a�os, ella y su madre organizaran una protesta frente a la droguer�a de su barrio por dividir sus pasillos de juguetes en ni�os y ni�as. Adem�s, hace poco revel� que ella misma fue tambi�n v�ctima de abusos sexuales, cuando era ni�a, por parte de un pariente. Y la cosa no acaba ah�. "Me han acosado sexualmente en el trabajo muchas veces. Algunas me quej� y otras no", afirma.

La era del #MeToo la ha convertido en una estrella, aunque en 2017 copara titulares por razones desafortunadas: se convirti� en asesora de Harvey Weinstein justo cuando salieron a la luz d�cadas de acoso y abusos sexuales del magnate del cine. En cuanto qued� clara la magnitud de las acusaciones, dej� el puesto alegando haber cometido �un error colosal� al aceptar el trabajo, si bien reconoci� tambi�n que al hacerlo pens�: "Era mi oportunidad de llegar a la ra�z del problema desde dentro... Y de conseguir que un hombre reaccionara de otra manera".

"En base a mi experiencia, creo que una disculpa y un cambio de comportamiento pueden llegar muy lejos", suspira hoy, "pens� que lograr�a que Weinstein lo hiciera, pero, por supuesto, en cuanto empezaron a aparecer mujeres acus�ndolo de agresi�n sexual, me retir�. Pensar que en un momento se me asoci� con �l me mortifica". Hace una pausa. "Pero �sabes?, he representado a v�ctimas cuyas historias tambi�n han acabado siendo muy diferentes de lo que me esperaba. Todo lo que puedo decir es que cuando trabajas con seres humanos a veces te decepcionan", a�ade.

El despacho de Bloom ha puesto en marcha lo que denominan un "intrincado proceso" para comprobar la veracidad de las acusaciones de una v�ctima, pero "siempre habr� personas que acusar�n falsamente", admite la abogada, "nunca me oir�s decir 'todas las mujeres dicen la verdad' o 'todos los hombres est�n equivocados'. Tengo marido e hijo, los hombres son la mitad de la poblaci�n, y muchos son buena gente". Le preocupa la cultura de los juicios sumarios en redes sociales que ha emergido desde el #MeToo: "La gente condenar�a menos en las redes si el sistema legal funcionase mejor y las mujeres pudieran presentar demandas de forma m�s r�pida. Aun as� el #MeToo fue un momento decisivo para las v�ctimas. Y espero que siga anim�ndolas a avanzar".

Le impacientan, eso s�, los que se quejan de que la nueva legislaci�n laboral estadounidense es demasiado restrictiva. "A ver, a no ser que seas masajista no veo que haya ninguna necesidad de tocar a nadie en el lugar de trabajo m�s all� de un apret�n de manos. Como tampoco hace falta celebrar una reuni�n en una habitaci�n de hotel", afirma. "Pero tambi�n les dir�a a las mujeres que si est�n socializando con un hombre y van a su habitaci�n de hotel, en el 99,9% de los casos �l pensar� que habr� sexo. Hay que ser realistas sobre las expectativas de los dem�s", a�ade. Otra regla de oro que Bloom ha seguido durante toda su carrera es "no tomar m�s de una copa en un encuentro profesional. Y esto, para ambos sexos".

A pesar de todo, siente que se ha avanzado mucho, y aunque es consciente de que las demandas contra Epstein devendr�n "una gran batalla", asegura: "Estamos preparadas para ello. No descansaremos hasta conseguir la mayor compensaci�n, aunque tardemos a�os. As� que si el otro lado piensa que nos van a desgastar", advierte esbozando una sonrisa, "les sugiero que echen un vistazo a mi trayectoria profesional: eso nunca suceder�".

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