Déjales hablar (2020), de Steven Soderbergh

Alice Hugues es una reconocida escritora, cuyos libros beben de las cosas que ha vivido y de las personas que ha tratado. Aceptará hacer viajar a recoger un premio, pero como nunca vuela, hace un viaje transatlántico en el Queen Mary desde Nueva York. Le acompaña su sobrino, y se suman al crucero dos viejas amigas de la universidad, Roberta y Susan. También está a bordo, sin que Alice lo sepa, su nueva agente literaria Karen, preocupada por la marcha de su nuevo libro.

Una de esas películas tranquilas, en las que aparentemente no pasa nada, aunque en realidad pasan muchas cosas, porque en la vida casi todo es corriente, y es que lo cotidiano no llama la atención pero es lo que nos llena. Parece una juguetona pieza de jazz, algo que subraya la cuidada banda sonora de Thomas Newman. Al verla me vino a la cabeza uno de mis libros favoritos de Tintín, “Las joyas de la Castafiore”. Para subrayar esa asumida condición lúdica sin aspavientos se acude al subtexto de los juegos de mesa que aparecen a lo largo del metraje, el Monopoly, el Scrabble...

Steven Soderbergh es un director que se caracteriza por su eclecticismo, incursiona por todo tipo de géneros y siempre es tremendamente resolutivo y eficaz, alcanzando en ocasiones una enorme brillantez; como suele hacer, se ocupa también de la fotografía y el montaje, y ha optado por rodar de verdad en el Queen Mary. Aquí, lejos de ofrecer una suerte de episodio lujoso de Vacaciones en el mar, maneja con aplomo el primer guión para la pantalla de la prestigiosa escritora de relatos Deborah Eisenberg, ganadora del PEN/Faulkner. La trama supone una aguda mirada a la creación literaria, apuntando al lugar de donde surgen las historias, pero que también se permite un humor suave al presentar con humor suave a otro escritor que también viaja en el Queen Mary, autor de vendidísimas novelas de misterio.

Pero además se miman los personajes, bien interpretados por un estupendo plantel actoral, empezando por la escritora y sus amigas, magníficas Meryl Streep, Candice Bergen y Dianne Wiest, y siguiendo con el sobrino y la agente, muy bien Lucas Hedges y Gemma Chan, que propician una inteligente subtrama romántica.