Leo McCarey
Cine
Leo McCarey, el director que brilló haciendo todo tipo de humor
Leo McCarey es un gran director no sólo en el género de la comedia (hizo también, por ejemplo, uno de los melodramas más famosos de la historia, Algo para recordar/Tú y yo, con Cary Grant y Deborah Kerr), pero por el momento intentaremos comprender por qué los más grandes directores de comedia, los que diríamos que les enseñaron todo o casi todo a los demás (como Ernst Lubitsch y Howard Hawks), consideran a Leo McCarey como el mejor.
Se dice que Leo McCarey no tiene un estilo bien reconocible, con su impronta de director. Pero tal vez lo que lo caracteriza es que no busca ni trucos sorprendentes ni una estética pretenciosa, sino que se dedica a hacer sólo lo que tiene que hacer. Y las cosas que hace le salen muy bien, en los ámbitos más diversos.
McCarey es un director versátil por excelencia.
Su carrera comienza en el género del slapstick, el humor físico característico de las películas mudas. Supervisa y dirige en esa era más de trescientos films. No sólo se la pasa generando gags sino que además tiene un visión que hará historia: hay que a juntar a Stan Laurel y a Oliver Hardy en un dúo. El mejor dúo cómico de toda la historia del cine. Sí, el dúo fue idea suya.
Después llega el sonido, y con éste las palabras y el humor verbal. Y hay un grupo muy particular, los Hermanos Marx, que viniendo de la cultura del teatro de vodevil combinan los distintos tipos de humor de manera caótica, generando algo tan desopilante como excepcional, algo diferente a todo en la historia de la comedia. Y es Leo McCarey quien dirige tal vez la mejor de las películas de los hermanos: Sopa de ganso, en 1933.
Una vez que se termina de imponer el sonido, a principios de los años treinta, surge de manera arrasadora el género de la comedia screwball: comedia de múltiples enredos, con el ingenio agudo que permite el humor verbal, con diálogos y réplicas tan graciosas como inteligentes, comedias que van a un ritmo vertiginoso y derrochan elegancia y ambientes sofisticados y al mismo tiempo ironía hacia las clases sociales privilegiadas.
Dentro de la comedia screwball podemos ubicar a otro subgénero fundamental de la historia del humor: la comedia de enredo matrimonial. Un tipo de comedia donde ya existe un amor, que se rompe y que se reconstruirá a puro enredo. La comedia donde se impone la heroína, que es la mujer moderna, libre, alejada del rol sumiso, determinada, audaz.
Leo McCarey es considerado como uno de los fundadores y mejores directores de la comedia screwball de los años treinta y cuarenta. Y, como si fuera poco, su film The Awful Truth (La pícara puritana, 1937) es considerado como el ejemplo más perfecto de comedia de enredo matrimonial.
McCarey, como decíamos al principio, es tan versátil que no tiene un estilo estético o formal reconocible. Por eso mismo, los grandes elogios que recibe no vienen ni de la crítica ni del público en general, sino de los mejores directores.
Su eterna obsesión, sea cual fuere el género en el que trabaja, es llegar a lo más profundo del alma humana. Ése es su secreto.
Sabe dirigir actores como casi nadie, no anticipándoles nada sino organizando todo una vez que ya están en el set de filmación, donde se improvisa y se cambian líneas de diálogo y palabras que puedan quedar forzadas, y se reescriben escenas y se trabaja incansablemente hasta cualquier hora. Pero es así como las caracterizaciones de los personajes son exquisitas ya no en cómo los podemos describir a simple vista, sino que están caracterizados desde adentro, desde sus emociones, sus sentimientos, su humanidad.
McCarey se pone a tocar el piano en el set, genera un clima agradable tratando de que todos se relajen y diviertan, y empieza a trabajar en una jornada donde se combina el trabajo intenso con la improvisación, con la espontaneidad. Es como si su truco fuera sacar lo más profundo de los personajes no dejando que los actores se “preparen” demasiado, sino sorprendiéndolos.
Uno de esos actores, Ralph Bellamy, cuenta: “Nadie sabía qué es lo que estaba haciendo en The Awful Truth, nadie salvo él”.
Imagen: Cary Grant e Irene Dunne en The Awful Truth (La pícara puritana, Leo McCarey, 1937). El ejemplo perfecto de comedia screwball y al mismo tiempo de comedia de enredo matrimonial.
Comedias fundamentales e Leo McCarey:
Part Time Wife (Esposa a medias, 1930). Antecedente del género de comedia de enredo matrimonial.
The Kid from Spain (1932).
Duck Soup (Sopa de ganso, 1933). Una de las películas célebres de los hermanos Marx.
Ruggles of Red Gap (Nobleza obliga, 1935)
The Milky Way (La Vía Láctea, 1936). Una de las película de Harold Lloyd.
The Awful Truth (La pícara puritana, 1937)
My Favorite Wife (Mi mujer favorita, 1940)
Once Upon a Honeymoon (Hubo una luna de miel, 1942)
Rally’Round the Flag, Boys! (Un marido en apuros, 1958)
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