Lee Marvin: uno de los grandes “duros” del cine

Lee Marvin es uno de los actores icónicos del cine norteamericano. Con su 1.90 m de estatura, su voz grave y su fuerte presencia física era casi el paradigma del actor duro, ya sea como héroe o villano. Nacido el 19 de febrero de 1924 en Nueva York, ha quedado inmortalizado en muchas grandes películas, éxitos de taquilla y de crítica a nivel mundial.

La infancia de Marvin estuvo marcada  por su comportamiento rebelde que lo llevó a ser expulsado de diversos colegios. Este patrón de rebeldía persistente fue un presagio de su futura determinación y carácter inquebrantable, que llevaría a sus personajes en la pantalla. A pesar de las dificultades, Marvin encontró su vocación durante la Segunda Guerra Mundial, en la que sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Pero en la batalla de Saipán (1944) resultó herido en la parte inferior de la espalda, lo que lo obligó a abandonar el servicio militar, abriendo así las puertas a su carrera actoral.

El camino hacia la fama de Marvin fue un viaje poco convencional, con encuentros fortuitos y oportunidades inesperadas. Su incursión en la actuación comenzó cuando, mientras trabajaba como fontanero en Woodstock, Nueva York, se le pidió que reemplazara a un actor ausente en un ensayo teatral. Esta experiencia encendió su pasión por la interpretación, y lo llevó a Nueva York y eventualmente debutar en Broadway.

 El ascenso de Marvin en Hollywood fue meteórico, gracias a su presencia magnética y su habilidad para encarnar una amplia gama de personajes. Aunque no siempre ocupaba el papel principal, su impacto en la pantalla era innegable. Su consagración llegó con la películas La ingenua explosiva (1965), donde interpretó un doble papel que le valió el premio Óscar al mejor actor y un Globo de Oro por su interpretación, son testimonios de su versatilidad y talento.  En A quemarropa (1967), Marvin encarnó a un hombre decidido a vengarse, demostrando su capacidad para mantener a los espectadores al borde de sus asientos con su presencia en pantalla. Aunque los cinéfilos de hoy seguramente lo recuerdan por películas como el western El hombre que mató a Liberty Valance (1962) y la bélica Los doce del patíbulo (1967). En total, Marvin participó en más de 60 películas.

En cuanto a los tipos de personajes que solía interpretar, Marvin era conocido por su versatilidad para retratar tanto a villanos con una dosis de sadismo (algún crítico norteamericano lo llegó a calificar como “el gran sádico de Hollywood”)  como a héroes valientes y duros. Desde criminales despiadados hasta soldados con un sentido inquebrantable del deber, Marvin lograba infundir autenticidad y profundidad a cada papel que interpretaba. Y la fuerza y dureza de sus personajes dejaba siempre una fuerte impresión en los espectadores. 

Marvin murió relativamente joven, a los 63 años y de un ataque al corazón. Recibió diversos reconocimientos por su valentía en la Segunda Guerra Mundial, incluida la Medalla al Corazón Púrpura. Por su trabajo cinematográfico recibió los ya mencionados Oscar y Globo de Oro, así como un Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín.