Uno de mis momentos favoritos del cine es cuando el personaje de Adam Sandler le hace frente a Philip Seymour Hoffman en Punch-Drunk Love de Paul Thomas Anderson y le dice “no importa lo que hagas, estoy enamorado y si hay amor en mi vida siempre seré más fuerte”; estoy parafraseando, no es la frase exacta pero esa es la idea y durante los créditos finales de Amor, mentiras y sangre (o Love, Lies, Bleeding), thriller queer dirigido por Rose Glass (Saint Maud), no podía sacarme esa idea de la cabeza: el amor nos vuelve fuertes y resilientes.

Lou (Kristen Stewart) administra un gimnasio y vive de forma monótona cada día. Las cosas cambian cuando a su pequeño pueblo llega Jackie (Katy O’Brian), una fisicoculturista que aspira ganar un concurso en Las Vegas. Ambas se enamoran e inician una relación,  desgraciadamente el pasado violento de Lou resurge de las sombras junto con su extravagante padre (Ed Harris) y su cuñado golpeador (Dave Franco).

Con una fotografía rica en detalles y texturas por parte de Ben Fordesman, y un diseño de producción atemporal, Glass nos sumerge en una historia llena de violencia y fantasía. El guion, escrito por la misma directora y Weronika Tofilska, es un complejo entramado de personajes y situaciones que escalan cada vez más hasta llevar a los personajes al límite. Las guionistas jamás se detienen a dar explicaciones redundantes o exposición reiterativa, van directas al grano, sus personajes se sienten vivos y cada una de sus decisiones es consistente. Además, pese al imperante tono de thriller, la cinta maneja elementos fantásticos que nunca rompen la verosimilitud del relato.

A través de la mezcla de géneros,  Glass y Tofilska exploran temas como el amor propio, la familia y distintos tipos de amor. Tenemos, por ejemplo, la relación entre Lou y su hermana Becky (Jena Malone), quien se la vive soportando las brutales palizas que le propina su marido, sin embargo, está cegada de amor y no quiere dejarlo, vive en un ciclo de amor y violencia; Lou, por su parte, continúa en el pueblo para proteger a su hermana pero ese mismo amor le impide avanzar. 

A lo largo de la película, Lou y Jackie son sometidas a diversos tipos de violencia, tanto física como psicológica, sufren traumas que las ponen a prueba y a su relación, sin embargo constantemente se recuerdan la una a la otra su amor: necesitan ser fuertes para sobrevivir y continuar su viaje. Lou, pese a su apariencia frágil, piensa con la cabeza fría y tiene una fortaleza mental impresionante; Jackie, por otra parte, se paniquea e intenta resolver todo con golpes (debido a sus traumas infantiles). Ambos personajes se complementan y encuentran en su amor un pilar para enfrentar sus miedos y hacerle frente a las adversidades.

Gracias al guion, cada personaje está construido a través de múltiples capas de profundidad. Lou, por ejemplo, tiene mucho dolor guardado, su trabajo es estresante y constantemente lucha con los fantasmas de su pasado. Tanto la imagen como la actitud de Kristen Stewart (Spencer) a la hora de interpretar a Lou te transmiten toda su tristeza y hartazgo, pero esto cambia una vez que Jackie llega a la vida de su personaje.

El corazón de la cinta está en Katy O’Brian (Ant-Man and the Wasp: Quantumania). Al inicio podemos ver una Jackie que deslumbra por su inocencia y bondad. La mirada de O’Brian, transmitida con mucha ternura, es cálida y dulce, y contrasta con su apariencia musculosa (casi como si fuera un monstruo de película de serie B) pero, conforme avanza la cinta, toda esa inocencia se pierde, en su lugar sólo queda el dolor, el miedo y la locura. En las sensuales escenas de sexo entre ella y Stewart, Glass se concentra en sus músculos y cómo se tensan ante cada rose de piel; la directora filma estas escenas con una mirada honesta pero estilizada que va de acuerdo con el tono general de la cinta.

Ed Harris (Top Gun: Maverick) es aterrador como el padre de Lou. El look excéntrico del personaje complementa el semblante endurecido y la voz profunda del actor. Además,  su obsesión con los insectos y el proceso de metamorfosis es una pieza clave dentro de la narrativa de la cinta. Dave Franco (Los ilusionistas) se transforma y entrega un papel complicado: odias al personaje desde su primera aparición. El bigote de cowboy y la sonrisa confiada del actor dan muy mala espina y después,  al conocer las dinámicas de su núcleo familiar, terminas deseando lo peor para él.

Amor, mentiras y sangre es una cinta brutal sobre el amor y las relaciones familiares. Con un guion inteligente, personajes muy bien escritos y actuaciones impactantes de todo el elenco, Rose Glass construye un thriller lleno de sensualidad y violencia donde nadie está salvo, las apariencias engañan y los más inocentes pueden sufrir grandes pérdidas. El amor nos vuelve fuertes, nos ayuda a enfrentar nuestros temores y empujar nuestros límites más allá, todo por la persona que amamos. 

“Amor, mentiras y sangre” o “Love, Lies, Bleeding” ya está disponible en cines.