Lazio no es solo Roma: 16 lugares imprescindibles a un paso de la ciudad eterna

Lazio no es solo Roma: 16 lugares imprescindibles a un paso de la ciudad eterna

Entre Civita di Bagnoregio y la costera Gaeta, la región italiana descubre pueblos fantasma, vestigios romanos y un legado arquitectónico espectacular.

A los alrededores de Roma le sucede lo que a los alrededores de otras grandes urbes: son casi invisibles al turismo extranjero. La poderosa atracción de la bellísima Ciudad Eterna hace que la mayoría de visitantes gasten aquí las tres o cuatro noches de que de media gastan los turistas en la ciudad y se vayan sin conocer una región fascinante: Lazio. Aquí va una propuesta para que los que han venido a la Ciudad Eterna se convenzan de volver, alquilar un coche y recorrer estos fabulosos y poco frecuentados por el turismo internacional espacios.

Aunque el turismo internacional apenas visita estos lugares, los romanos sí lo hacen, especialmente los fines de semana, por lo que si se quiere casi total privacidad mejor ir de lunes a viernes.

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Calcata Vecchia, el primer pueblo fantasma

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Calcata Vecchia, el primer pueblo fantasma

La mejor parte del Lazio es todo lo que está en la provincia de Viterbo donde hay una espectacular oferta natural, histórica, artística y gastronómica que se extiende a lo largo de 193 kilómetros. El primero de los numerosos pueblos abandonados o fantasmas del Lazio es Calcata Vecchia, un viejo borgo que se erige sobre una roca hoy recuperado por la actividad de artesanos y pequeños restaurantes. Un bello conglomerado de viejas casas con sus peculiares tejados de teja y calles empedradas con un toque hippy.

Bracciano

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Bracciano y su espectacular castillo

El municipio tiene un interesante casco histórico que corona el castillo de Orsini-Odescalchi, una fortaleza levantada en la cúspide de la colina en que se asienta la localidad. Desde allí se ven las vistas del lago donde se puede comer en alguno de los numerosos restaurantes que hay en la orilla. Uno singular, comida creativa, es el Chalet del Lago, en el cercano pueblo de Anguillara.

Ruinas de Monterano

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Monterano: ruinas en el bosque

Es otro de los espectaculares pueblos abandonados de Lazio. Cerca de Bracciano, se va hasta Canale Monterano y desde allí salen senderos a pie hasta la Antica Monterano. Se trata de unas ruinas, en medio del monte, de la vieja ciudad en las que ver entre otras cosas un viejo acueducto romano, sepulcros etruscos, castillos medievales o los restos de un convento renacentista. Hay la opción de llegar hasta allí en alguna ruta a caballo que ofrece la Associazione equestre Caino y que se adentra en un profundo y bello bosque.

El anfiteatro romano de Sutri

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El anfiteatro romano de Sutri

A un lado de la carretera, a la entrada de Sutri, hay un viejo anfiteatro romano en buen estado, restos de una necrópolis excavada en las rocas de entre el siglo I a.C. y el siglo II d.C., una preciosa iglesia, llamada Della Madonna del Parto, excavada en la roca y con restos de frescos del siglo XV, y una villa renacentista. En cualquier lugar del mundo este sitio sería su monumento más preciado, pero en los alrededores de Roma es solo un parque arqueológico más.

Via Amerina

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Los vestigios romanos y etruscos de la Via Amerina

Otra vez un lugar que en cualquier parte sería un monumento nacional y aquí son un grupo de tumbas etruscas que datan de hasta el siglo III a.C. abandonadas en medio del campo. Hay que ir hasta la localidad de Falerii Novi y desde allí tomar un sendero que en un inicio rodea un campo sembrado. De pronto, se camina por el medio de una vieja calzada romana a cuyos lados, excavadas en las rocas, hay viejas tumbas y mausoleos de origen etrusco. La caminata va en medio de un bosque bellísimo, hasta se cruza un riachuelo, entre restos arqueológicos. Esta es solo una parte de la vieja calzada que comunicaba Roma con Umbria. 

Palazzo Farnese de Caprarola

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Palazzo Farnese de Caprarola

Uno de los palacios más bellos del Lazio en la localidad de Caprarola. Se trata de un viejo palacio del siglo XVI de planta pentagonal. Solo la original escalinata, el patio interior y la imponente sala de los mapas merecen seguro la visita. Tiene unos bellos y grandes jardines.

La Faggeta del Monte Cimino

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El hayedo del Monte Cimino

Es un parque natural Patrimonio de la Humanidad. Hay diversos y largos senderos por este fabuloso hayedo salpicado de grandes rocas. Un paisaje ideal para los amantes de la montaña donde hay un restaurante muy recomendable. Se trata de Baita La Faggeta, una cabaña de madera en medio del bosque que ofrece rica comida casera con productos de la zona. Los fines de semana está lleno, mejor reservar.

Viterbo, la ciudad de los Papas

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Viterbo, la ciudad de los Papas

La llamada ciudad de los Papas y capital de toda esta provincia. Tiene un interesante casco histórico de sabor medieval y renacentista lleno de patrimonio histórico. Cerca están las populares Termas dei Papi para los que quieran darse un baño en aguas sulfúricas. En el restaurante Il Richiastro ofrecen recetas locales con productos estacionales, como la sopa de castañas y garbanzos o la crema de queso pecorino con miel. Tiene un bello jardín exterior y un espacio interior muy acogedor y romántico. 

Parque de los monstruos de Bomarzo

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Parque de los monstruos de Bomarzo

Una locura ordenada construir en el siglo XVI por el poderoso príncipe Pier Francesco Orsini en homenaje a su fallecida mujer, Giulia Farnese. Es un parque de extrañas y gigantes esculturas en piedra esparcidas por la naturaleza que simbolizan desde seres mitológicos a figuras enigmáticas.

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El imprescindible: Civita di Bagnoregio

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El imprescindible: Civita di Bagnoregio

Es el colofón perfecto en una ruta por el norte de la región de Lazio. Literalmente, cuando se contempla de lejos el viejo borgo abandonado parece que se contempla un escenario de película. Primero se deja el coche en uno de los parking del pueblo, se camina por el viejo casco histórico y se llega hasta una colina en la que hay un largo y bello puente nuevo que comunica con la vieja ciudad abandonada. Es una ciudad levantada sobre una roca y rodeada de campo. Hoy hay algunos hoteles y restaurantes entre los estrechos callejones, las escalinatas de piedra y los viejos muros de los edificios que han aguantado el olvido. El abandono se debe a que la roca en la que se asienta el borgo se va erosionando cada año lo que le ha valido la denominación de “pueblo que muere”. 

Como pequeño secreto, hay antes de llegar a la más turística Civita una localidad, Celleno, considerado también “pueblo fantasma” y de enorme belleza. Un terremoto en 1931 lo condenó al olvido y hoy se cruza su viejo portón medieval y se entra en un pueblo anclado en el pasado.

Tivoli: el inicio de la ruta sur

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Tivoli: el inicio de la ruta sur

En la ciudad de Tivoli hay dos villas imperdibles: Villa Adriana y Villa d’Este. La primera es considerada Patrimonio Mundial de la Humanidad. Para los que hayan leído el libro Memorias de Adriano de Margarite Yourcenar, la visita les transportara a las palabras con las que la escritora belga retrató la vida de este singular emperador. Las ruinas de su villa, su obsesión por la belleza, el arte… Todo está ahí, entre las ruinas de la que fuera la residencia del emperador Adriano.

Pero en esta bella urbe de carácter renacentista, cuyo centro histórico merece ya un largo paseo, hay una segunda villa fascinante: Villa d’Este. También catalogada como Patrimonio Mundial, la villa es una obra maestra del renacimiento y el barroco. Sus jardines son espectaculares.

Castelli Romani

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Castelli Romani con vistas al lago

Es uno de los lugares típicamente de romanos. Se trata de una serie de pueblos en torno a los lagos volcánicos de Nemi y Albano. Localidades como Castel Gandolfo, donde tienen su residencia de verano los Papas; Frascati, con sus residencias nobles y viñedos; o el pequeño y medieval pueblo de Nemi, con sus vistas al lago y sus famosas fresas de invierno, son nuestras favoritas. Esta es una excursión muy gastronómica entre los romanos, de comida de domingo, donde merece la pena entrar en algunas de las populares Fraschetta a probar la Porchetta (cerdo asado deshuesado de costra dura y tierno por dentro) o las pastas típicas como la carbonara o amatriciana. La hosteria La Fraschetta di Padre in figlio es una de las más concurridas. Para los que tengan un presupuesto algo más alto, merece la pena acercarse al ristorante Pagnanelli: las vistas al lago y la bodega son especiales.

Jardín de Ninfa y Castillo Caetani

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Un jardín de ninfas y un castillo

En Cisterna di Latina existe uno de los jardines más bellos de Italia. Un histórico enclave en el que en el siglo XIX la inglesa Ada Bootle Wilbrahan decidió retirar toda la maleza alrededor de la vieja fortaleza y crear un nuevo jardín de estilo inglés. Desde entonces, este lugar se ha ido mejorando con la introducción de nuevas plantas, recuperando acuíferos y hoy una Fundación se encarga de cuidar el paisaje. Solo abre unas fechas determinadas y hay que reservar para hacer la visita. Es muy recomendable visitar también el cercano Castillo de Caetani, en la localidad de Sermoneta. Una fortaleza del siglo XIII de gran interés y belleza.

Anagni

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Todo el patrimonio de Anagni

Siguiendo hacia el sur encontramos el medieval y papal pueblo de Anagni. La leyenda dice que es una de las cinco ciudades creadas por el Dios Saturno. El centro histórico, donde se encuentra el Palacio del Papa Bonifacio VIII, la catedral, el Palacio della Ragione, la casa Barnekow… merecen una parada.

Abadia de Fossanova y Montecassino

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La historia de la Abadia de Fossanova y Montecassino

La primera requiere un desvío hacia el mar, cerca de Sabaudia, una de las localidades de playa más apreciadas por los romanos. Es un imponente monasterio cisterciense de estilo gótico que se construyó entre los siglos XII y XIII. Allí murió Santo Tomás de Aquino.

Para los interesados en la Segunda Guerra Mundial, la abadía de Montecassino es un mito. Aquí se desarrolló una de las más importantes y crueles batallas entre los nazis y las tropas aliadas en Italia. El 15 de febrero de 1944, los bombarderos estadounidenses destruyeron gran parte del imponente complejo religioso por un error histórico. Dentro había solo monjes y población civil y no soldados alemanes como pensaban los americanos. La abadía fue un primer monasterio creado en el siglo VI por Benito de Nursia y allí nació la orden de los benedictinos.

Gaeta

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Gaeta, el sur playero de Lazio

Es buena idea cuando se va al sur del Lazio acabar en el mar. Hay buenas playas y uno puede visitar la bonita localidad de Gaeta. En tiempo de la Antigua Roma era una de las localidades favoritas de vacaciones de los nobles. Hoy, la urbe conserva un bello casco histórico, sobre una roca rodeada por mar y coronada con una fortaleza. Alrededor, hay algunas buenas playas como la del Arenauta, la playa de los 40 remos, que solo se puede acceder a nado o remando, o Sant’Agostino.